Ella, ternura en su piel.

Ella tiene un gato 
y un jardín,
y un sabueso,
que la protege sin dormir.

En sus favoritos tiene un rosal,
que cuida con pasión,
dolor y felicidad...
Los ojos del gato

azules, como el ancho mar
de pelaje blanco como luna...
Y el sabueso, la acompaña sin murmurar 
compañía fiel y cándida sabiduría 
que le emana por doquier.

Ella entre sus ojos guarda miedo
y se despoja de él, al llegar, 
pues se regocija entre sus plantas 
compañías y la tranquilidad.

¿Cómo no vivir encantado de ella? 
se preguntan el gato y el rosal, 
el sabueso en sabiduría les responde, 
es hermosa y fría y tierna, infante y adulta...

Ella es alegre y consentida
pero el reflejo lo disimula, 
porque nadie es bueno para ella
y se arma con valor...

El valor que un día perdió 
cuando se entregó por un amor
que la hizo destrozar, 
y en la amargura quedar.

El dolor lo reprimió 
le echó llave y sepultó, 
su sonrisa tan hermosa
que no deja de tener. 

Sus ojos saltones de amor
tan bellos como miel
manos suaves y
ternura en su piel...