Parte 8

Pero sucedió, se desvaneció después de cinco meses, frente a mis ojos cuando ya no debía estar aquí conmigo.

Desgarrador es la única palabra que apenas se le acerca.

—Por favor —rogó Nina en sollozos—, has que el dolor se valla cariño—me pidió sabiendo muy bien que yo no tenía el poder en mis manos.

Solo la abrace más fuerte sintiéndome impotente contra ese insomnio que la consumía silenciosamente la vida, deseaba tanto estar en su lugar, Nina no merecería sufrir en lo más mínimo, una persona tan llena de luz no podía conocer la peor parte de la palabra.

La conocía desde la preparatoria, tantos años a su lado y no había sido suficiente.

—Lo haré cariño—prometí con un horrible nudo en la garganta y mi corazón siendo arrancando con tan sólo el pensamiento de lograr que el dolor se valla.

Y no pude hacer nada para detenerlo.
Sentí mi pecho oprimirse dejándome sin aliento.
Mi corazón estrujarse sin poder soportarlo.
Mis ojos se cristalizaron.
No lo contuve más.
Sentí recorrer las lágrimas, dando paso al dolor.
—Te amo —pronuncie con mi voz quebrada.
—Yo también te amo—contestó una voz dulce acariciando mi mejilla.

La mire fijamente y la realidad cayó sobre mí, no era aquella chica que yo no recordaba, fueron unos ojos azules que recibieron mi secreto.

Fin
 

¿Que tal?¿Les gusto?