Javaid
- Un gusto -le extiendo mi mano un poco nervioso, y es que el chico podía ser guapo y todo, pero su cara no transmitía ninguna emoción, tampoco sabía cómo interpretar la mueca que tenía en su rostro y eso era lo que más nervioso me ponía. – Javaid Lorenz -
El tipo se acerca un poco a mi para tomar mi mano, posa su mirada en mi fijamente inspeccionándome de arriba abajo, un sentimiento de pesadez me invadió, no se que era, pero algo dentro de mi pecho apretaba, tanto que me hacía sentir como si no pudiera respirar.
- Eres un humano – es la afirmación que el tal zander hace hacia mi persona – no sé como vivías antes con los cazadores, pero ahora estas acá y te tendrás que adaptar a nuestras formas de vida – empieza a caminar sin darme la oportunidad dudar siquiera de mi existencia.
Me quedo en mi lugar viendo como el chico se adentra a la casa pasando por mi lado yendo hacia las escaleras del segundo piso – ¿Esperas alguna invitación? – lo escucho decir – ¿Qué esperas? Muévete –
Miro al chico de hoyuelos -ahora se que se llama Khaos- pero lo que hace es mirar a zander e ir detrás de él, en ningún momento del camino hacia el tal "Alpha zander” volteó su mirada hacia mí. Empecé a seguirlos subiendo las escaleras lentamente detrás de ellos, pasamos por varias habitaciones incluida en la que me encontraba hace rato.
Caminamos hasta el fondo del pasillo, hasta la última habitación que tenía una puerta negra, y nos adentramos a esta; era una oficina de tonos fríos , no era negro era de un color oscuro, como un Vinotinto o algo por el estilo, en la habitación había un mueble que llenaba toda la pared pared , que tenía varios libros delante de este se encontraba un escritorio y al frente un par de muebles y todo eso combinaba con la habitación y su entorno.
Zander entra y se sienta en la silla frente al escritorio y del otro lado en unos muebles color marrón oscuro se sienta Khaos, me quedo de pie en medio de la habitación esperando que hacer, hasta que después de unos minutos entra Addal, tomando asiento al lado de Khaos.
- Hablaremos de tu estadía en la manada – escucho hablar a zander – te quedaras en una de las casas de la manda, junto con Addal, él es un omega y se encarga de los niños de la manada así que supongo no habrá mucho problema – voltea su mirada a Addal.
- No hay ningún problema, yo estaré a cargo Alpha zander – sonríe a zander, en ningún momento el "Alpha zander" dirigió su mirada a mí.
- Listo ya está decidido – habla golpeando su mano en la mesa dando por terminada esa "reunión" – oh y por último no quiero ningún hombre en la casa que se les será dada, de ninguna raza, ni de ningún rango – lo dice mirándome fijamente.
Elizabeth
- ¿Sigues viva? – escucho la voz del tipo que me salvo.
-Eso creo – con esfuerzo quito al tipo muerto que se encuentra encima de mí, me empiezo a levantar poco a poco apoyándome con mi mano izquierda ya que en mi brazo derecho se encontraba la daga que el chico enterró.
Me levanto y lo primero que veo es al tipo, que planeó tenerme como cena en su menú, tenemos que reconocer algo y es el echo de que el tipo esta guapo… todo un bombón, con músculos y un par de cicatrices en su rostro, en un descuido muevo bruscamente mi brazo derecho para intentar arreglar mi ropa y siento la daga en mi brazo y un dolor desgarrador en el lugar en el que estaba enterrada esta.
- Con cuidado – escucho la voz del chico, y lo veo acercarse a mí – se puede infectar – dice acercando un poco su cara a la herida toma con una de sus manos mi brazo y con la otra mano mueve mi mandíbula hacia un lado, un parpadeo, un descuido y un grito de mi parte fue lo que basto para que el chico tomara la daga y la sacara en un solo jalón.
-¡zanahorias hervidas! –
El chico ignora mi grito de dolor, lame la sangre que quedo en la daga da media vuelta y empieza a caminar de nueva cuenta como si lo ocurrido hace tan solo minutos fuera algo que ocurre todos los días… bueno tal vez sea cazador eso explicaría mucho de por si, como el echo que sabe usar armas…y no olvidar que tiene armas, y dagas… dejando eso de lado mi camisa se encontraba toda ensangrentada, brazo no dejaba de sangrar y con la sangre del chico que callo en mi quedo peor.
Después de que el tipo desapareciera de mi vista dejándome a la deriva con mi brazo sangrando, empecé a sentirme un poco agotada sentía un cansancio, una pesadez, así que me arrastre por el suelo hacia una roca para poder recostarme a ella, y con la mano que no estaba herida empecé a golpear suavemente mi pierna para evitar quedarme dormida, cada vez sentía que la pesadez me estaba consumiendo, mis ojos ya no aguantaban más quería cerrarlos.
Poco a poco empecé a cerrar mis ojos, y antes de caer en la profundidad de la oscuridad veo la silueta del chico acercarse, se acuclilla a mi lado y puedo sentir una presión en mi brazo herido algo lo apretaba fuertemente, escucho al tipo hablarme a la vez que este acerca algo a mi boca.
-No cierres tus ojos, hay lobos rondando la zona y no será una buena idea quedarse aquí – escucho al chico hablar mientras me zarandea de un lado a otro.
Lobos, mis padres me hablaron de ellos, de lo posesivos que son, también de lo poco racional que pueden llegar a ser si se trata de su media luna, y por supuesto de su adoración hacia la diosa luna, a los lobos según lo que eh escuchado de mis padres, es que ellos no toman en cuenta si su media luna es un conejo o un humano o puede ser hasta un cazador, si eso fue lo que escogió la diosa luna para ellos, ellos estarán encantados.
Almas gemelas…que se sentirá tener una.
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N: Lamento la tardanza y lo corto del capitulo espero que les guste.
Los quiero