– ¡¿acaso eres tonta?! – grita Asra – ellos no te dejaran acercarte, te mataran antes de que siquiera lo pienses – su cara demostraba cuan enfadado estaba.
– ¡No me importa! – le grito – ¡el esta herido y no pienso dejarlo solo con unas personas que le pueden hacer mas daño! – vuelvo a gritarle.
– ¡¿Por qué te importa lo que le puedan hacer?! – me toma por los hombros - es que acaso la luna llena te afectó y ahora está enamorada del chucho — pregunta aun con su rostro lleno de enfado.
Eso no había sucedido...solo me sentía en deuda porque había salvado mi vida
Eso me había descolocado un poco — ¿De qué hablas? No se a lo que te estas refiriendo – antes de que el pudiera responder se escucho el chillido de un lobo así que rápidamente volteo eh intento acercarme a Dion, pero otro de los lobos me detiene saltándome encima.
Caí al piso con el lobo encima de mi gruñendo cierro mis ojos con miedo de que este me haga daño, pero solo fueron segundos para dejar de sentir al lobo encima de mí enseguida abro los ojos un poco temerosa, y logro ver a Asra a mis pies parado de manera imponente y el lobo tirado a los pies de él.
– Encarecidamente les pediré que dejen de atacarnos – su tono de voz era neutro casi escalofriante – después de todo iremos con ustedes y sería malo que llegásemos sin los integrantes de la manada ¿no lo creen? - sonríe, pero su sonrisa era de todo menos felicidad.
Da media vuelta en su puesto y extiende su mano hacia mi – ¿qué haces ahí tirada, no era que querías ir a la manada con el chucho ese? – tomo su mano y me levanto del piso.
Realmente estaba feliz, iría a la manada, no estaría sola y no moriría en el proceso de ida, sacudo un poco la tierra que quedo en mi cuerpo y al estar de pie doy un pequeño brinco en mi puesto y me adelanto junto con los lobos que llevaban a Dion.
Caminaba cerca de los lobos, pero no demasiado ya que aún seguían gruñéndome cuando me acercaba mucho a ellos, fue una caminata un poco larga, en la que los lobos eran los que se encontraban más adelantados, parecían como si estuvieran listos para correr, pero por alguna razón no lo hacían, de seguro era por la amenaza de Asra.
Aun me sentía emocionada de que Asra haya aceptado el que podamos ir con la manada, caminaba a con pequeños brincos para no alejarme demasiado de los lobos y también volteaba mi mirada a Asra para asegurarme de que el siguiera conmigo.
– Deja de saltar, te caerás – volteo a verlo con una sonrisa en mi rostro y observo fijamente su rostro serio.
– no tienes que preocuparte no me caeré – volteo a mirar hacia tras para comprobar que ninguno de ellos nos estaba prestando atención y dejo salir mis pequeñas orejas de conejo para esconderlas enseguida - ¿Por qué siempre estas tan serio? Estoy segura que si sonríes tan solo un poco no morirás – menciono
– ¿Por qué tus orejas son tan cortas? he visto a otros conejos con orejas mas largas que las tuyas - su rostro seguía serio solo que esta vez en sus labios surcaba una corta sonrisa torcida de labios cerrados.
Deje de sonreír para mirarlo con mi mejor cara sería, pero a el pareció no afectarle solamente sonreía aun mas mientras pasaba por mi lado doy media vuelta y delante de mi logro observar como varias casas que había delante nuestro
– Hemos llegado a la manada – dice uno de los lobos que se acaba de transformar – Dion será llevado a urgencias para tratar su herida – es lo que dice este.
Asra mueve su cabeza de arriba abajo estando de acuerdo con el chico mientras que su mirada escanea el lugar en el que nos encontramos – podrán aguardar en la sala de espera – termina de decir para dirigirse a otra parte.
Se habían llevado a Dion al parecer para alguna enfermería o centro medico que haya en este lugar eso era algo realmente bueno ya que lo necesitaba, pero ahora a donde brócolis debemos ir nos habían dejado a Asra y a mi en la entrada de la manada, no había prestado atención a donde se habían llevado a Dion por estar mirando a mi alrededor y a Asra parecía no importarle, su rostro estaba serio mientras me miraba fijamente.
– Mmm y ¿dónde está la enfermería? – le pregunto a Asra en un susurro acercando me un poco a él.
– No lo sé, no soy parte de la manada – me susurra pegando mu boca a mi oreja y situando una de sus manos en mi cintura.
Dejé de respirar cuando sentí su mano en mi cintura fueron unos segundos los cuales sentí que eran eternos – desde aquí puedo escuchar el latir desenfrenado de tu corazón – susurra nuevamente y enseguida se aleja de mí con una sonrisa socarrona en su rostro.
Me alejo aun más de el – mi… mi corazón late normal – frunzo el ceño y me adentro un poco mas hacia la manada quería preguntarle a alguien de aquí para saber donde que daba el centro médico o enfermería lo que hubiera, pero quería saber a dónde se habían llevado a Dion.
Todos los que pasaban por delante de nosotros nos evitaban como si fuéramos la peste, algunos nos evitaban cuando trataba de hablar con ellos y otros nos insultaban mientras se alejaban, Asra tampoco ayudaba mucho solo se quedaba de pie a mi lado con una expresión aterradora en su rostro, mientras yo pedía ayuda.
– ¿Podrías dejar de mirar a todos como si los quisieras matar? –
– Es que si quiero matarlos – volteo a mirarlo escandalizada
Volteo a mirar hacia los lados para ver si alguien lo escucho, pero gracias a dios todos seguían ignorándonos – oye, ¿cómo se te ocurre decir eso? – me acerco a susurrarle.
– Se me ocurre porque eso es lo que pienso – se agacha un poco para susurrarme de vuelta con una sonrisa en su rostro, era la segunda vez que le hablaba en susurros y me doy cuenta que solo parándome de puntas logro alcanzar su oreja.
Deja un beso en el lóbulo de mi oreja.
– ¿Turistas? – alguien se detiene enfrente de nosotros.
– Ah, no no, nosotros veníamos con un amigo que fue herido por un carnívoro, nos dijeron que podíamos esperarlo en la sala de espera del lugar al que se lo llevaron, pero no nos guiaron al lugar – empiezo a contar todo lo que había pasado hasta ahora un poco nerviosa por la situación anterior.