Capítulo 31: La reina y la exploración del Nuevo Mundo
La reina Isabel I de Inglaterra siempre había sido una mujer de gran curiosidad y ambición. Desde que ascendió al trono en 1558, había estado ansiosa por expandir el poder y la influencia de Inglaterra en el mundo. Y una de las formas en que planeaba lograrlo era a través de la exploración y colonización del Nuevo Mundo.
A medida que los informes de los exploradores españoles y portugueses llegaban a sus oídos, Isabel comenzó a darse cuenta del vasto potencial que se encontraba al otro lado del océano Atlántico. Había riquezas inimaginables, tierras fértiles y nuevas oportunidades comerciales esperando ser aprovechadas. Y ella estaba decidida a ser la primera en reclamar su parte.
En 1577, Isabel otorgó una carta real a un joven capitán llamado Francis Drake, autorizándolo a realizar una expedición alrededor del mundo. Drake, un marinero experimentado y audaz, se embarcó en su viaje épico con cinco barcos y una tripulación de más de 160 hombres.
Durante su viaje, Drake se encontró con una serie de desafíos y peligros. En el estrecho de Magallanes, su flota fue azotada por tormentas violentas y muchos de sus hombres murieron. Pero Drake perseveró y finalmente logró llegar al océano Pacífico. Allí, saqueó varias ciudades españolas en la costa de América del Sur, acumulando una gran cantidad de tesoros y riquezas.
Cuando Drake regresó a Inglaterra en 1580, fue recibido como un héroe nacional. La reina Isabel lo nombró caballero y le otorgó el título de "Sir". Pero lo más importante, Drake había demostrado que era posible para los ingleses desafiar y derrotar a los poderosos españoles en sus propias tierras.
Inspirada por el éxito de Drake, Isabel decidió financiar una expedición aún más ambiciosa. En 1585, envió a Sir Walter Raleigh a establecer una colonia en la costa este de América del Norte. Raleigh fundó la colonia de Roanoke en la actual Carolina del Norte y dejó a un grupo de colonos allí mientras regresaba a Inglaterra para obtener más suministros.
Sin embargo, cuando Raleigh regresó a Roanoke en 1587, encontró la colonia abandonada y sin rastro de los colonos. Hasta el día de hoy, el destino de los colonos de Roanoke sigue siendo un misterio sin resolver. Pero a pesar de este revés, Isabel no se desanimó. Estaba decidida a continuar explorando y colonizando el Nuevo Mundo.
En 1588, la Armada Invencible española se acercó a las costas de Inglaterra con la intención de invadir y derrocar a Isabel. Pero la reina no se dejó intimidar. Reunió a su ejército y a su flota y lideró la defensa de su país contra los españoles. La Armada Invencible fue derrotada en una serie de batallas navales y finalmente obligada a retirarse.
La victoria sobre la Armada Invencible fue un punto de inflexión para Inglaterra y para Isabel. Demostró que Inglaterra era una potencia naval formidable y que Isabel era una líder fuerte y capaz. Y también demostró que los españoles no eran invencibles, lo que aumentó aún más la confianza de Isabel en su capacidad para desafiar y derrotar al imperio español.
Después de la derrota de la Armada Invencible, Isabel continuó apoyando la exploración y colonización del Nuevo Mundo. En 1589, envió a otro explorador, John White, a establecer una colonia en Roanoke. White llevó consigo a su hija y a su yerno, quienes estaban esperando un hijo. Pero una vez más, la colonia de Roanoke fue abandonada y los colonos desaparecieron.
A pesar de estos contratiempos, Isabel no se rindió. En 1600, otorgó una carta real a la Compañía de las Indias Orientales, una empresa comercial que tenía como objetivo establecer un comercio lucrativo con el Lejano Oriente. La compañía logró establecer una serie de puestos comerciales en la India y en otras partes de Asia, lo que ayudó a aumentar la riqueza y la influencia de Inglaterra en la región.
Pero Isabel no se conformó con el éxito en el Lejano Oriente. También quería establecer una colonia permanente en el Nuevo Mundo. En 1606, otorgó una carta real a la Compañía de Virginia, una empresa comercial que tenía como objetivo establecer una colonia en América del Norte.
En 1607, la Compañía de Virginia estableció la colonia de Jamestown en la actual Virginia. Aunque la colonia enfrentó numerosos desafíos y dificultades, finalmente logró establecerse y crecer. Jamestown se convirtió en la primera colonia permanente inglesa en el Nuevo Mundo y sentó las bases para el establecimiento de otras colonias en América del Norte.
La exploración y colonización del Nuevo Mundo durante el reinado de Isabel I de Inglaterra tuvo un impacto duradero en la historia y en el mundo. Ayudó a establecer a Inglaterra como una potencia mundial y sentó las bases para el establecimiento de un vasto imperio colonial en todo el mundo.
Pero el legado de Isabel no se limita solo a la exploración y la colonización. También fue una líder fuerte y capaz, que defendió a su país contra los invasores y desafió a los poderosos españoles. Su reinado marcó el comienzo de una nueva era para Inglaterra y dejó una huella indeleble en la historia. La dama de hierro, como se la conoce, será recordada como una de las reinas más influyentes y poderosas de la historia.
Capítulo 32: La conquista de Irlanda
A medida que el reinado de Isabel I de Inglaterra avanzaba, su atención se volvió hacia el oeste, hacia la isla de Irlanda. Durante siglos, Irlanda había sido un territorio disputado entre los señores irlandeses y los colonos ingleses. Pero Isabel estaba decidida a poner fin a la inestabilidad y la resistencia irlandesa y establecer el control inglés sobre la isla.
En 1569, estalló una rebelión en Irlanda liderada por los señores irlandeses Hugh O'Neill y Hugh O'Donnell. Los rebeldes desafiaron el dominio inglés y buscaron la independencia de Irlanda. Isabel vio esto como una amenaza directa a su autoridad y decidió tomar medidas drásticas para sofocar la rebelión.
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Editado: 15.01.2024