Después de un día de cansancio, salgo de la boutique, ya que eran las ocho de la noche, todos ya se habían ido, me había quedado a terminar cosa atrasadas, apague las luce y fui abrir la puerta, sentí que la empujaron, me asuste
- ¿Gustavo? ¿Qué haces aquí? Entra y cierra la puerta sin responder
- Oye te estoy hablando, que haces aquí. mi corazón empieza a latir con fuerza
En sus ojos habían lujuria, fuego – ash- no sé qué es, ya que estábamos en la oscuridad solo veía sus ojos. Que brillaban y me miraba con misterios. Por cada paso que el daba hacia mi yo daba uno hacia atrás
- ¿Qué quieres? Gustavo – te estoy hablando
- A ti – me dice en una voz ronca
Cuando siento que puedo correr, giro a la oficina. Pero tan mala suerte el me atrapa y me alza.
– suéltame le grito, cierra la puerta con el pie, me suelta y corro atrás del escritorio, pero es más ligero y me abraza para terminar sobre el sofá, con mis puños le pego, y él se ríe.
- No puedes conmigo mujer – sabes que te puedo dominar – y cada vez que pueda te are mía.
-. ¡estás loco! Esto no puede ser – ya no somos nada
En un descuido me besa bruscamente mordiéndome los labios - lo aparto – pero el vuelve hacerlo.
- ¿Qué harías si te rapto y te llevo lejos, donde estemos los dos solos para siempre?
Lo miro sorprendida a los que dice
- ¡estás loco!
- Si por ti –me tienes así, mi amor – por ti haré cualquier cosa para no dejarte ir.
Mientras estaba hablando me puso algo en la nariz y me desvanecí.
Relato< Gustavo>
Llegue me parque al frente de la boutique, desde antes de las seis a esperar a que saliera, sabiendo que Victoria era la última que salía, venía desde hace un mes haciéndole seguimiento y hoy decidí, que me la llevaría no permitiré que se vaya y la hare cambiar de decisión, no la perderé es mía.
Cuando observo el edificio veo que las luces se van apagando, me bajo del coche y espero que abra la puerta, aprovecho y la empujo.
- ¿Gustavo? ¿Qué haces aquí? Me pregunta - cierro la puerta
- Oye te estoy hablando – vuelve y habla
Me miera sorprendida, yo diría asustada
Yo daba un paso hacia ella y ella dama uno hacia tras mirando para todos lados
- ¿Qué quieres? Gustavo – te estoy hablando - estaba desesperada
En una de esa pega a correr a su oficina y la alzo llevándola a dentro cerrando la puerta. le suelto, corre y vuelvo a tomarla, la llevo al sofá, tirándome en cima, la beso mordiéndole los labios, me da puños y yo me rio de verla rabiosa.
- No puedes conmigo mujer – sabes que te puedo dominar – y cada vez que pueda te are mía, -. Le digo
- ¡estás loco! Esto no puede ser – ya no somos nada- me responde
En un descuido la beso bruscamente mordiéndole los labios – me aparta – pero la vuelvo a besar
¿Qué harías si te rapto y te llevo lejos, donde estemos los dos solos para siempre? Le digo
Me mira sorprendida
- ¡estás loco! – me dice - Si por ti –me tienes así, mi amor – por ti haré cualquier cosa para no dejarte ir – le digo
Aprovecho el dialogo, y me sacó del bolsillo el pañuelo y se lo pongo y la duermo.
Tome sus cosas y las llaves de la boutique llevándolas a mi coche, sacando las llaves de su coche y se las entregó a Fran para que se adelante con él, luego vuelvo la tomo en mis hombros y la llevo al coche y cierro todo.
Arranco el coche nos dirigimos a treinta minutos, donde quedaba la cabaña de nuestra propiedad. Llegamos a nuestro nido de amor, el cual siempre utilizamos para escaparnos- la baje con cuidado y la lleve a nuestra alcoba – la acomode, la desvestí, tapándola con la manta.
Baje para preparar la cena para los dos.
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Editado: 21.09.2021