BAJO DE UNA MONTAÑA SUBO A OTRA

Eran las ocho, cuando mi alarma me sonó, apague y seguí pereciendo, luego me acorde que Rosembert y Anthony nos habían invitado a las playas de Cerdeña, tome mi móvil  y les escribí a la muchachas, para recordarles 

>yo

Hola como amanecieron

<Noria

Bien

< Suchy

Estoy que me muero – creo que bebí mucho

>yo

Jajajajaja – resaca – ahora te tomas una bomba

<Suchy -

¿Bomba? Me quieres matar

>yo

Calma eso se te pasa rápido

Les estaba escribiendo para recordarles que nos recogen a la Diez

<Noria

¡oh! No se me olvidaba

>yo

Nos vemos chicas – me voy a duchar

Me levanté con pereza y me fui a duchar, cuando estoy saliendo del baño suena móvil

Llamada < desconocido

Quien será,

Alo…

Escucho el silencio del otro lado

Alo,,, quien es por favor – despego y observo el móvil, pero nada

La persona sigue – ahí

Si no van hablar colgare

 – no lo hagas – escucho la voz que hace que mi cuerpo se paralice

– qué quieres Gustavo

 – quiero hablar contigo Vicky

Qué pena nosotros no tenemos nada que hablar – antes lo hacíamos, pero ya no hay necesidad porque desde que mis hijos se han hecho mayores de edad, no hay nada que nos ate ahora

- ¡Vicky! Por favor – yo si tengo la necesidad de que me escuches. estos años te he dejado tranquila, pero no sabes lo que me ha costado para vivir sin poder hablarte – y al verte anoche ahí – tan hermosa que estas, siento celos de verte rodeada de tantos hombres.

 – anoche quería secuestrarte una vez más, llevarte lejos de todo el mundo – no sé qué hacer, para que un día me veas y entiendas que mi amor por ti no ha cambiado – que mi corazón cunado te ve y te escucha se convierte como un niño cuando recibe un juguete que tanto le gusta.

- Así me pongo yo – Vicky – sé que estas resentida con migo, pero mira lo que Jessica le ha dicho a los medio de comunicación, lo ha hecho a mis espalda, esa mujer está desesperada, porque yo la  haga mi mujer legalmente y la verdad que no lo quiero hacer – para mí siempre lo serás tú – nosotros no compartimos cama y no he podido corresponderle – he preferido revolcarme con otras en la calles que estar con ella.

Se queda callado

¡Oh! Por Dios – esto es mucho para mí – pienso

- Ya término de sus retahílas, señor Torrente – creo que le deje claro, que no quiero explicaciones de su vida.

-Vicky – yo no quiero llegar a cometer más locura por ti – yo te amo – maldición mujer, porque no me quieres escuchar – que quiere que haga para demostrártelo.

-nada Gustavo – nada – solo quiero que me olvides de una vez – así como yo lo hecho.

 –jajajajjaa se ríe – mentirosa – anoche me di cuenta que no lo has hecho – cuando te abrace y te bese me correspondiste como cuando estábamos junto.

- Imbécil – siga creyéndotelo – ya te lo dije – espero que te quede claro – no me busques y que me dejes en paz – yo tengo pareja con la cual comparto mi vida y mi cama.

- Eso no es verdad…  lo dice para que me aleje – no lo vas a conseguir – me oísteis te perseguiré cielo y tierra y apartare a todo el que quiera acercarse a ti  - me cuelga-

Tomo el móvil y lo lanzo a la alfombra

Me jalo mis cabellos con ira – te odio maldición – porque no me dejas en paz. Para olvidarte de una vez – me pongo a llorar, grito de la rabia.

 Permanezco un buen rato sentada en la cama tratando de relajar la histeria que había dentro de mí.  

Me arreglo y empaco lo necesario que sería para quedarnos en la playa, tocan la puerta y ahí estaba las chicas esperándome, salimos y ya estaba Rosembert y Anthony y detrás otros autos.

- “Hola mis damas” como amanecieron -  nos saludaron al tiempo los dos caballeros

- Bien – le contestamos nosotras – cuando me voy a subir me doy cuenta que alguien nos observaba desde una esquina ahí estaba él – sus mano hechas puños y su cara y sus ojos parecían que nos iban incinerar.

Me subí al auto y Rosembert arranco – bueno – chicas a disfrutar esta velada

 – ¿a donde nos quedaremos? – pregunta Noria

Anthony la toma de las manos – mis ojos se querían salir

– mi bella, nos quedaremos en una se las cabañas de Rosembert – le dice acariciándole las mejillas – Noria estaba como un tomate recién bajado.