Ekain, que seguía formando parte de la guardia de Derek, aunque también estaba herido, no estaba en tan malas condiciones como el primero y como Henri, de manera que al ver que nada podían hacer allí, pues con la llegada de los gemelos, Iziaslav, Iván e Istval, ellos no eran realmente necesarios, tomó la decisión de trasladar a Derek al Haigala como acababa de hacer Louis con Henri.
Nominalmente Haliq y su hijo Haris vivían en Alejandría, pero mientras Haris era requerido con mucha frecuencia por el cuerpo de guerreros, su padre era a quien llamaban del Haigala cuando se presentaba algún caso especialmente complicado, de manera que esa noche fue sacado de su residencia sin explicación alguna y pensó, muy equivocadamente tratándose de quienes se trataba, que lo habían confundido con su hijo que era a quien usualmente se llevaban de aquella manera. Sin embargo, cuando llegó fue recibido por un consternado Lijenik.
Haliq ni siquiera terminaría de escuchar, porque en cuanto escuchó la palabra sizvitel, se alteró y comenzó a moverse, pero cuando alcanzó a escuchar Phillipe, se alteraría el doble, pues desde la oportunidad en la que le fue encargada la atención del joven príncipe con motivo de su transformación, la salud de aquel chico, y aunque desde entonces no había presentado ninguna anomalía, pareció quedar fijada en su mente como algo de máxima importancia para su soberano, de modo que arrastró al ya preocupado Lijenik y casi sufrió un colapso al ver a Derek. Como ya se ha dicho, los Lovets preferían a Haris porque hacía pocas preguntas, mientras que Haliq hacía demasiadas.
Los veldekys eran individuos muy ecuánimes, algo sumamente necesario para la labor que desempeñaban y las crisis a las que debían enfrentarse, pero además, y debido a la formación que recibían, poseían un espíritu sereno, de manera que aquella actitud de Haliq sorprendió al Lijenik, pero éste salió lo mismo y regresó con Ekain a quien Haliq haría la misma pregunta, con la diferencia de que él, a diferencia del Lijenik, pareció entender mejor.
Siendo que Haliq era miembro del consejo, estaba perfectamente al tanto de quiénes eran aquellos, pero eso no hacía que entendiese mejor el por qué las cosas estaban como estaban. No obstante, se aplicó tanto como le fue posible, y, aunque con dificultad, las heridas finalmente comenzaron a cerrar, Derek seguía presentando todos los síntomas de un severo envenenamiento.
Ekain se disculpó, pero después que lo pensó un momento, salió sin decir nada y volvió casi enseguida.
Haliq lo tomó con cuidado y estaba por comenzar a examinarlo cuando entró Louis con mucha agitación, misma que obedecía a que Henri estaba en una situación parecida a la de Derek, de modo que Haliq le ordenó a uno de los Lijenik seguir vigilando a Derek mientras él iba a ver a Henri.
Entre tanto en Darnley, una vez que Alexander había acabado con Arthur, miró las dos situaciones que se sucedían con sus sobrinos. Iziaslav aún sostenía en brazos a Michel, y Lucía a Derek, pero notó que Iziaslav tenía un furioso pleito interno, aunque no entendía la razón, porque Alex sabía que su abuelo más que nadie, sería el menos propenso a dejar morir a aquellos chicos, ya que si bien sufría por las muertes de todos los Saint-Claire, si los conocía como era el caso de éstos, se le hacía virtualmente imposible. Sin embargo, Alex decidió resolver su dilema fuera el que fuere, pues Michel había expresado desde un inicio su desacuerdo con la naturaleza por no haberlo hecho un devrig, pero más allá de eso, Alexander sabía que tanto el uno como el otro estaban destinados a serlo.
#13110 en Otros
#1063 en Novela histórica
#9983 en Fantasía
#3748 en Personajes sobrenaturales
amor conflictos venganza, lazos infinitos encuentros, inestabilidad persecucion
Editado: 16.12.2021