Las estrellas, al pequeño Miles D'Alessi le encantaba contar las estrellas.
Cuando el atardecer se fundia en la tranquilidad y oscuridad de la noche y las estrellas florecian como diamantes ocultos en el cielo.Miles de 8 años, se acomodaba en la cajuela de la vieja camioneta de su padre, viendo como los luminosos puntitos en el cielo, esperaban a ser contadas.
No importaba el tamaño o si una brillaba mas que otra, o incluso cuando las nuves luchaban por esconderlas de el, no impedian al joven Miles sacar a escondidas una lampara de la caja de herramientas de su madre y apuntar al cielo, con la intencion de poder contemplarlas todas las noches.
Y aunque nunca logro saber cuantas eran por que se quedaba dormido del cansancio, no le importaba o le quitaba el animo, por que el no poder certeza de cuantas eran le daba esperanza, significaba que en el mundo existian cosas mas grandes que su hogar, un futuro mas brillante incluso. Y tal vez existiera un lugar entre todo esto, tal vez el pudiera brillar con fuerza alguna vez.
Ahora que el Miles D'Alessi que recien habia salido de la adolescencia contemplada con sus ojos ambar el cielo contaminado y sin vida de la ciudad de Nueva York, recordaba esos momentos en su California estrellada, y se pregunaba si algun dia sentiria la paz de aquellos dias.
Como burlándose de su memoria, el bullisio en su mansion era un caos y un dolor de cabeza para el.
Desde que en una protesta en el centro de la ciudad paso cerca de las ofinas Stars Records y incendio por accidente la primera planta de el edificio, la sala de juntas para medir el exito de Miles se habia mudado a su casa,y venia cada Viernes con sus asuntos de publicidad y esas cosas mientras se reponian los daños, que habian afectado a la empresa.
Por lo que en teoria los miembros de su equipo deberían de agradecerle a Miles por permitirles invadir su privacidad para que sigan trabajando, pero en lugar de eso ellos estaban trabajando en su idioma," Osea molestar a Miles e impedir que salga de fiesta" penso el pasandose una mano por el rostro.
Estaba realmente extresado, como todos, despues del incendio la prensa los trato a Miles y a su equipo como victimas y en esos 2 dias el tuvo el tope de su popularidad, pero luego paso el siguiente drama y poco a poco se olvidaron de eso. Los papeles y tramites de permiso de las giras se quemaron en el incendio y demoraron 3 meses para que les enviaran otros, por lo que la gira de su disco se pospuso, para el tiempo en que su equipo y el estuvieron listo de anunciar ventas de entradas para los conciertos, su fandom habia perdido el interes en el y habia saltado al siguiente artista nuevo y popular.
Y luego pasaron unos meses para que Miles se recuperara, su corazon y sueños estaban rotos, pero aun asi su equipo estuvo alli para apoyarlo atra vez de la oscuridad, y ahora que se estaban preparando para un reinicio de su carrera despues de 7 meses en los que el mundo olvido que el habia ganado un Grammy,
Su equipo se partia la cabeza intentando buscar una forma de alzarlo otra vez.
Y no tanto por que fuera su trabajo, si no tambien por que le tenian cariño.
Y talvez, no importara tanto que arruinaran los viernes de Miles, por que lo hacian por su bien...Pero eso el nunca lo reconoceria en voz alta.
En especial en ese momento en la asotea de la sala de reunion, en el que no habian mas estrellas en el cielo y la impaciencia lo poseía, se volteo hacia la puerta y cuando disponia a entrar al salon, una mano firme y conocida lo sostuvo delicadamente y el mismo lo condujo hacia alli.
Miles no tuvo que voltear para reconocer de quien se trataba , en vez de eso gruño miro al piso con el ceño fruncido.
Una risa leve asomo la boca de Carlos Santiago, su mánager, su mejor amigo y la persona mas idiota y lista todo al mismo tiempo.
Aquellas manos firmes que lo habian sujetado antes, ahora le tomaban ambos hombras y esos ojos tan profundos e intensos de un color cafe oscuro lo miraban con seguridad.