Los días pasaron lentamente, Vir empezó a gestar todo para su visita a Charlie. Era su turno, tal como habían acordado días atrás. Se sentía insegura, pero tenía que arriesgarse, se lo había prometido.
El primer viaje a Londres de Vir fue sumamente revelador, Char procedía de una familia humilde, de gente trabajadora. Era el hermano del medio; sumamente amado por su madre, quien tenía una relación idílica con su padre. El reencuentro entre ellos fue inmejorable, el amor estaba ahí, intacto y fue un alivio para ambos. Charlie la recibió en el aeropuerto y la abrazó sin importarle nada, parecía un adolescente. Estaba acostumbrado a llevar su vida normal bajo el escrutinio público, por lo que decidió que no iba a esconder ni un poco de su felicidad. Una cosa era no hablar de su vida privada, otra muy distinta esconderse, más aún a la mujer que amaba. Ni bien la vió, se miraron y ambos se emocionaron. La tomó en sus brazos mientras sentía una sensación de paz que se había quedado en Argentina cuando abordó el avión tantas semanas atrás. Le dijo cuanto la amaba y lo mucho que la había extrañado, no debían separarse tanto tiempo. Esa mujer era bella, por dentro y por fuera. Era suya, la necesitaba para ser feliz. Roma estaba feliz de verlo, y se abrazaron satisfechos por el descuento.
Ahora quedaba otra prueba para Vir, conocer a la familia de Charlie.
Isabel la madre de Char, enseguida se enamoró de la forma de ser simple y despojada de Vir, encajaron rápidamente.
La madre de Char adoraba que su hijo estuviera con una mujer trabajadora, simple, que no fuera del mundo de él, ni modelo ni actriz, una veterinaria. Además, Vir era preciosa, dulce, respetuosa y tenía su propio dinero. Ella había presenciado la insistencia de Charlie para costear el viaje, así como las contundentes negativas de la mujer. No estaba con él por interés, claramente menos aún por fama, ya que lo conocía hacía mucho tiempo y jamás se había expuesto ni a su hijo. La elección de Char la había llenado de felicidad; tenía temor antes de conocerla, se imaginó una amazona petulante del sur, pero en cambio se encontró con una mujer sencilla, graciosa, inteligente y cariñosa; que la conquistó enseguida. Los padres de Charlie también adoraron a Roma, quien era una joven preciosa, educada y cálida como su madre. Veían a Charlie contenido en un clima de familia que siempre habían esperado para él, por primera vez en sus largos años lo veían feliz y pleno.
Vir en cambio se sintió bajo un escrutinio absoluto, rindiendo examen, como madre que era lo entendió, pero eso no lo hizo más simple. Pensó que quizá debieron conocerla antes, tal cual había ocurrido con Char, en ese instante ella se dio cuenta de que él había ido hacia ella mil veces y ella dudó ante la primera prueba.
Lo siento, le dijo Vir, la noche que regresaron a la casa de él a dormir luego de la presentación oficial de Vir como su novia
- ¿por qué mi amor?
- Porque debí venir antes, porque dudé y quise alejarme cuando está claro que te adoro con el alma
- No tenés por que sentirte mal, era lógico lo que pasó, estaba listo para que ocurriera. No me esperaba tu silencio, tu distancia, eso me llenó de miedo. Si te perdiera me moriría
- Siento igual, le dijo acomodándose en sus brazos, pero no quiero sufrir
- Ah entonces es más lógico sufrir para no sufrir, por las dudas
- No dije que fuera lógico...
Ambos rieron, luego pasaron su primera noche juntos en mucho tiempo, el fuego de la pasión lejos de apagarse, se había convertido en un insaciable deseo que arrasó con ambos.
Roma estaba encantada con la vista desde su cuarto, sacando fotos para enviar a sus amigas, tenía baño propio, se dio un ducha y se durmió muy cansada.
En tanto Vir y Charlie, disfrutaban de una noche de pasión, Charlie le pidió un segundo a Vir, luego apareció con un pote de helado, lo cual hizo reír a la mujer, comieron juntos mientras se besaban, Char no aguantó más y le hizo el amor con la ropa puesta. Era una necesidad más allá de lo racional por esa mujer. Luego comenzaron a desvestirse, se dieron un largo baño en la tina del baño privado de Char, allí ella se encargó de dejarle claro que lo había extrañado con una larga sesión de sexo oral, mirándolo directo a los ojos con una actitud provocativa.
Charlie la secó dulcemente, luego la llevó en brazos a la cama, se encargó de recorrer cada parte de su pequeño cuerpo. Besó con suavidad sus pechos, se ocupó de marcar un camino por su estómago, recorrer el ombligo, seguir hasta las piernas. La acarició con dulzura mientras su lengua de fuego tomaba su centro, ella se arqueaba de placer, mientras le tomaba el pelo con las manos y le decía "por favor no pares", el siguió hasta que los espasmos de ella le avisaron que había tenido su segundo orgasmo de la noche.
Después de esto, entró en su interior, ella estaba entregada a las demandas de su cuerpo. Le siguió el ritmo en cada estocada, el necesitaba sentirla, la embestía con toda su fuerza llegando muy profundo. Inesperadamente para ella, en un solo movimiento se dio vuelta y la dejó arriba para admirarla desde abajo. Ella comenzó a marcar el ritmo, haciendo un movimiento circular con sus caderas que lo enloqueció, quería más, salió a su encuentro, le besaba los pechos, la mordía desesperado. Sus brazos hicieron una presa alrededor de Vir para besarla mientras se movían rítmicamente. Ella tiró su cabeza hacia atrás mientras se movía sobre él, quien aprovechó para con su experto dedo índice acariciar su intimidad, haciendo círculos en ella que la dejaban al borde del abismo. Vir gimió suavemente, casi como un ronroneo y fue su perdición, con su clímax lo arrastró a él a las nubes.
Ambos cayeron rendidos a la cama, luego de pasar por el baño Vir, se puso una remera de Charlie y se durmió con una de sus piernas sobre él. Fue la primera noche en semanas que Charlie tuvo un placentero y continuo sueño, esa mujer era su paz, era su corazón, lo era todo...