La Elección

Capitulo 36

Elizabeth no deseaba ver el cuerpo de aquella mujer, ni siquiera podía pensar en cómo podía tener el valor de matar a un bebe inocente, pero solo imaginar que era del bastardo de Elías, su estómago daba vueltas.

Amelia la seguía junto con Henry por los pasillos, el silencio y la incomodidad del momento se podía sentir en la piel, pero en este momento ella había decidido actuar de una manera y no podía simplemente ignorar el hecho, sino responder por aquel atroz crimen que había cometido.

-Amelia-Comentó mientras se detenía -Deberías regresar a Ledoux, mi promesa contigo no la olvidare, cuando llegue me encargare que tu estatus y el de tu padre están impecables, tu familia volverá a obtener sus tierras y su economía será la misma de antes.

-Majestad-Exclamó con una gran reverencia-Le agradezco.

-Debería agradecerte yo-Comento mientras trataba de evitar la mirada de Henry tan persistente.

-Damián-La voz gruesa de Henry por fin dio a relucir después de lo que había hecho.

Damián salió de las sombras, para ser verdad Elizabeth no se percató de su presencia mucho menos que estaba siguiéndonos.-Lleva a Amelia a un carruaje para que pueda partir pronto a Ledoux.

-Sí Majestad-Comentó mientras su mano guiaba a Amelia por otro camino.

-Majestades-Comentó Amelia con una sonrisa de despedida mientras dejaba sola a Elizabeth con el aura oscura del Gran Rey Wyngaard, sus piernas empezaron avanzar sin saber a qué dirección llegarían.

-Caminas como si conocieras el Palacio-Comento serio atrás de ella -¿Porque me evitas?, Neville.

-No lo hago, Wyngaard-Comentó ella algo molesta por decirle, Neville, parecía que el pasillo era eterno Elizabeth no podía ver nada más que oscuridad.

El cuadro del fondo llamo su atención, mientras observaba una mujer con una gran cabellera roja y tez pálida, aunque sus mejillas pintaban en poco de rosa, un vestido rojo que hacía juego con su cabello y una cadena alrededor de su cuello, aunque el dije se escondía en su escote.

-Es tu madre..-Comentó Elizabeth mientras volteaba a verlo.

Pero solo se hizo un silencio, mientras ella observaba como se quedaba pensativo.

-Lo es-Comentó quitando la vista rápidamente y avanzaba.-Te llevaré a tu habitación.

Caminaron unos minutos hasta llegar, Henry abrió la puerta para entrar, mientras que Elizabeth observaba el interior de la habitación, la decoración color vino con negro.

aunque se encontraba un poco fría, Findara era más Fría que Ledoux, Henry encendió la chimenea, mientras que esperaba paciente a que empezara a calentar toda la habitación.

Elizabeth en cambio se sentó en el sofá mientras frotaba sus manos para tratar de calentarse, los grandes brazos de Henry la sostenían detrás de ella.

-Solo tomara un minuto-Comentó en su oído, haciéndola estremecer-Tienes frío, no estabas preparada para este clima.

Sus manos la soltaron lentamente mientras Elizabeth observaba como se quitaba la enorme capa roja y se acercaba a ella de nuevo mientras la envolvía en ella.

-Gracias-Sus labios solo podía pronunciar estas palabras, mientras ella pensaba en todo lo que había sucedido no hace mucho.

-Deberías descansar por ahora-Comentó mientras intentaba abrir la puerta.

-Yo no dormiré-Comentó ella rápidamente mientras evitaba su mirada.-No puedo..

-¿Quieres hablar sobre lo que pasó?-Comentó acercándose y sentándose al lado de ella.

-No...Solo no quiero estar sola, estar sola te hace pensar, te hace recordar, cuando estas sola te lastimas mas de lo que una persona puede lastimarte, Jamás vienen cumplidos de tu parte si no vienen defectos, Vienen criticas y pensamientos como la m...

-Muerte-Comentó serio.

-Si.-Afirmo.

-Elizabeth, no soy bueno dando consejos, eso jamás se me dio, no se como animar o hacer sentir mejor a una mujer, yo soy mas de solucionarlo con Sexo-Espeto con una mueca mientras salió una pequeña risa de ella y en ese momento el aura oscura que se encontraba cerca de su pecho se fue desvaneciendo gracias a el.

-Al menos pude hacerte sonreír-Comentó mientras la agarraba la mejilla con delicadeza-Ahora trata de descansar.

-Gracias otra vez por ayudarme, Henry-Comentó con una sonrisa.

-No es nada, pequeña, ahora descansaré porque mañana tengo que llevar a una Reina a su Palacio-Espeto con ironía.

-Cierto.-Comentó ella con una mueca, mientras se acordaba de Harry, Saber como se quedó cuando vine a Findara.

-¿Piensas en él?-Espetó mientras Elizabeth intentaba encontrar su mirada pero le daba la espalda.

-Si-Exclame con un suspiro.

-¿Le dirás lo que hiciste?-Comentó serio.

-No lo se-Ella no sabría como iba a reaccionar, Harry-Aun no lo he pensado bien.

-¿Tienes miedo de lo que piense de ti?-Comentó con un poco de molestia en sus palabras.

-No es eso.

-¿Entonces?-Espetó insistente.

-Bueno llegue a ser la Reina de Ledoux solo por mis asuntos, Para ser honesta no pensaba que sería tan rápido, Pero tu me ayudaste, llevo un día en el trono Henry.-Comentó algo cómica.

-¿Cuál es tu punto?-Comentó confundido.

-Mi venganza está completa, mate a la persona que mato a mi hijo y no solo eso si no que mate a alguien inocente en el proceso, en mi ira.

.¿Elizabeth?

-Dejaré la corona.-Espetó ella en un gran suspiro-Dejare de ser la Reina de Ledoux.

-¿Hablas enserio?-Exclamo mientras un pequeño destello de luz pasaba por sus pupilas.

-No lo sé...

-¿ACASO JUEGAS CONMIGO?-Espetó molesto.

-OYE- Exclamó enojada-No es tan fácil, se que tu odias a Harry no se cual es la razón y para ser honesta no me interesa, pero no quiero lastimar a alguien que es inocente.

-¿Inocente?-Exclamó con una carcajada.-¿Te preocupas por alguien inocente?

-Por que te sorprende, solo por que tu no tengas sentimientos no significa que yo no tenga, Henry-Exclamó molesta.




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