La Elegida (en Edición)

Capitulo 19

Todo había quedado en un silencio inquietante, nadie hablaba, solo se podía escuchar nuestras respiraciones alteradas.

Podía sentir sus miradas sobre mi, pero no podía mirarlos, me encontraba demasiado nerviosa e incomoda  

No entendía lo que había sucedido, todo comenzó tan rápido que me desconcertó.

Levante mi vista lentamente, encontrándome así con los rostros sorprendidos de mis amigos, todos ellos aún tenían las manos sobre sus orejas, intentando apaciguar el dolor, incluso intentando no escucharlo.

Mis manos temblaban levemente, no entendía como aquel horrible grito podía haber salido de mi garganta, como podía haber emitido aquel sonido tan aterrador y feroz.

No sabia como reaccionar, aún me encontraba bastante sorprendida por todo lo ocurrido, aún podía notar la luz parpadeante proveniente de aquel foco realmente alto,  a unos metros de nosotros.

Trague saliva fuertemente, para luego carraspear mi garganta, intentando encontrar algún daño.

Pero lo que más me sorprendió fue no encontrar ningún tipo de dolor.

Estaba a punto de hablar pero fui interrumpida por Rose, quien aún intentaba asimilar todo. 

 -¿Qué fue eso?- pregunto sorprendida.

-No lose- respondí confundida.

Mi ceño se frunció levemente mientras intentaba buscar alguna explicación sobre lo que acababa de ocurrir. 

-No lose- volví a responder nuevamente, mientras caminaba rápidamente apartándome de su lado. 

Mis pasos eran rápidos y algo torpes.

Sentía que alguien me seguía por detrás pero no quise voltearme en ningún momento.

Un jalón suavemente sobre mi brazo, me hizo girar encontrándome con los ojos inexpresivos de Ethan.

Su respiración se encontraba calmada, y un segundo a otro pude sentir sus brazos rodeándome.

-Estoy contigo pequeña- susurro sobre mi oído, mientras me apretaba más a el.

Era un abrazo que expresaba mucho cariño, como si lo necesitara en ese momento.

Una punzada en mi interior hizo que frunciera los labios, mientras me separaba de el para verlo a los ojos.

Sus ojos me miraron confundidos por mi acción.

-Váyanse- susurre audible mente mientras rompía aquel extraño pero a la vez hermoso abrazo.

Mi vista se dirigió hacía atrás de el, donde se encontraban mis amigos mirándonos confundidos, en sus ojos se podía persivir el miedo.

Se encontraban asustados y los entendía, también yo me encontraba de aquella manera, no podía asimilarlo aún.

Quería huir, quería ser normal, quería ser feliz por primera vez en mi vida.

Quería entender.

Entender que estaba sucediendo, que me estaba sucediendo principalmente a mi.

Me encontraba corriendo hacía mi casa, intentaba correr lo más rápido que pudiera, necesitaba descansar y poder pensar todo.

***

Mi habitación se encontraba en un silencio inquietante, solo se escuchaba suavemente el sonido irregular de mi respiración.

Me encontraba acostada sobre mi cama, mientras mi mano se encontraba posada suavemente sobre mi pecho, sintiendo los latidos de mi corazón.

Mi vista divagaba entre la espesa oscuridad, mis párpados comenzaron a cerrarse por si solos.

Y me prepare para dormir, o quizás soñar.

Me encontraba en un extremo de una espaciosa habitación, en ella se encontraba una chica de mi edad, quizás más joven. Se encontraba peinándose frente a un gran espejo, su sonrisa expresaba maldad, y sus ojos eran fríos, su cabellera era negra y sus ojos eran marrones.

Mis pasos fueron acercándose a ella, pensaba que podía verme, pero no fue así, no sabía de mi presencia, era como si no pudiera verme.

Mi mano toco suavemente su hombro, pero al momento de hacerlo sentí una fuerte presencia negativa dentro de ella.

Quite mi mano rápidamente, mientras la miraba detenidamente.

Sus fracciones eran duras, sus ojos reflejaban maldad pura.

Lo que me causo mucha confusión.

Dos suaves golpes hicieron que prestara atención y me parara frente a la puerta.

Una señora de edad media entro hacía la habitación, encontrándose así con la mirada de la chica.

-Princesa- la llamó, logrando que rápidamente mi atención se centrara en ella- sus padres la esperan abajo- sonrío sutilmente.

Oh no...

-Esta bien, avísales que ya bajo- respondió mirándola con desagrado, haciendo que algo dentro de mi se removiera- desaparece de mi vista- soltó enojada.

Maldita.

-Esta bien princesa- bajo la cabeza rápidamente mientras se disponía a salir de habitación. 

Mi vista se centraba en cada movimiento de aquella chica, hasta que sus pasos se dirigieron hacía la puerta disponiéndose a salir de la habitación.

Mis pasos se dirigieron tras ella, sin que pudiera evitarlo

No podía creer porque me encontraba aquí.

Era como si mi presencia nadie la notara, no me veían y eso en el fondo me aliviaba.

Me encontraba bajando las escaleras, todo era realmente precioso, las escaleras estaban adornadas como en la edad media, la madera relucía bajo mis pies, tenían pequeñas rejas a sus lados adornadas con madera bastante clara y debajo de esta bajaba como enredadera pequeños barrotes de hierro, dejando así una preciosa vista.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.