La Elegida (en Edición)

Capitulo 30

Conforme pasaba el tiempo la fuerza de aquella niña crecía incontrolablemente, su poder se desarrollaba de una manera increíble, aún creciendo dentro del vientre de su madre podía controlar el clima sin siquiera darse cuenta.

Gea sabía que aquella niña, su hija, sería la esperanza para cambiar el mundo. Pasaba los días viendo como aquél poder florecia cada momento, pero en su interior sabía que algo estaba mal.

Solo un hijo de Gea existiría, uno en millones de siglos, la diosa estaba completamente segura de todo lo que sucedería, pues se sentía orgullosa al crear una chica con un poder único e increíble, un poder inigualable, pero sabía que una parte de aquella niña tendría maldad pero a su ves una pureza asombrosa.

Gea al saber de aquello había creado seres que protegerian de absolutamente todo a su hija, aunque sabía que quizás las cosas serían al revés. Aquella niña que se formaba de una manera impresionante adoptaba una capacidad de respirar dentro del agua, podía escuchar y entender perfectamente los sonidos del exterior, incluso vería lo que sucedería en un futuro luego de que ella naciera.

Pero conforme la niña crecía dentro del vientre de la que sería su madre elegida por Gea, algo iba mal.
Su desarrollo intelectual sobrepasaba el límite, su sangre era distinta a la de todos, su corazón bombeaba luz, una luz impresionante. 

Gea sabía de esto, es por eso que se había precavido, mandaría un ser con una parte de ángel y la otra de bruja   para cuidarla. Para guiarla sobre su verdadero camino y enseñarle a controlarse, un ángel lleno de bondad capaz de enseñarle el camino de la luz, pero a su ves una bruja capas de luchar contra miles de demonios que quisieran el poder de la hija de Gea, y a su vez enseñarle a utilizar sus poderes una ves que despierten de su interior.

Aquella niña tendría el poder de controlar los elementos, fuego, tierra, agua y aire. También tendría el poder de transformarse en un lobo, una bruja incluso en un vampiro.

Pero había una cosa muy importante, ella tendría el poder de predecir que sucedería, sus visiones sobre el futuro serían realmente importantes.

En ella se encontraba la esperanza para un nuevo mundo, o quizá la esperanza para combatir el odio y la maldad que le rodearia, para crear así un mundo en donde existiera la paz y esperanza entre todos.

Gea sabía que para crear a su hija necesitaría ayuda de los dioses para que le permitieran y a su ves ayudaran con su hija. Los dioses al saber de aquéllo se sorprendieron al contarles sobre su hija.

Aún sorprendidos aceptaron ayudarla con la niña con la condición que al nacer fuera llevada hacía la tierra en donde estaría conviviendo con humanos, hasta que la hora llegue y sus poderes se despierten. 

Así anunciando la hora de que la hija de Gea, la elegida había despertado.

Gea sabía que al despertar tendría que prepararse para luchar en una gran guerra.

Esta al ver que faltaría poco tiempo para que la niña naciera había echo un pacto con la Luna, esta podría aparecerse solamente una noche para visitar a su hija, incluso podría aparecer en sus sueños para encontrarse con ella.

Gea había decidido que al nacer la niña una gran luna roja se posaría sobre el cielo avisandole a todos los seres que la gran hija de Gea había despertado.

Y que el tiempo estaba marcado.

Los días pasaban más rápido de lo normal, hasta que llegó la hora de que la hija de Gea naciera, mostrándose ante el mundo por primera vez.

Faltaban solo minutos para que la niña naciera, conforme los segundos iban pasando Gea comenzaba a tener visiones sobre lo que estaba por suceder.

Entonces la vio. Una niña realmente hermosa, su belleza era cautivadora y sus ojos expresaban cariño y frialdad a su ves.
Detrás de su oreja tenía la marca de una pequeña Luna, al ser una marca pequeña dejaba notarse levemente.
Sus ojos eran de un gris tan precioso digno de perderse entre ellos, cada fracción de ella expresaba una increíble belleza, tan pura y tan fascinante.

En ese momento sabía que todo comenzaría, verdades sin contar, secretos por esparcir, odio por acumular, guerras por venir y sobretodo misiones por cumplir. El salvar al mundo de la maldad.

Aquélla niña con el paso del tiempo se convertiría en una mujer fuerte, poderosa, con una frialdad que te hará temblar y una calidez que te hará sentir en casa, protegido.

Una mujer llena de secretos por descubrir, llena de grandes poderes y absolutamente bella.

Preparándose para luchar en guerras interminables, preparándose para salvar a millones de personas inocentes que estaban a punto de caer en manos equivocadas.

Ella crearía su propio destino, incluso su propia historia. Preparándose para que llegara la hora de luchar, mientras tanto debía de esperar a que todos sus poderes despertaran.
Pero cuando todo esté listo, ella deberá partir en un viaje donde pondrá a prueba sus emociones incluso su naturaleza.

Solo debía de recordar que el fuego recorría por sus venas al igual que sus otros elementos.

Ella sería capaz de controlar interminables tormentas llenas de rayos y truenos. Sería capaz que controlar grandes incendios incluso  provocarlos, sera capaz de crear grandes tornados que te llevarían a tu peor pesadilla, también podría crear grandes tormentas de arena y muchísimas cosas más. Cosas que nadie se imaginaria, aquélla chica podría crear la mejor y a su ves peor tormenta de todos los tiempos.




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