Todo continúa:
Dos días después, me encuentro en la casa de mis padres leyendo un periódico para encontrar trabajo pero, vaya que es difícil y sobre todo cuando estudie psicóloga infantil y pediatría, sí, adoro a los niños pero desgraciadamente soy infértil; hace un año Joseph y yo intentamos procrear un hijo pero bueno... Como ya dije soy estéril. Mi cel vibra en señal de llamada, y yo pues... Solo lo ignoro pero es tan insistente que al final acabo descolgando sin fijarme quien es.
–Diga– Respondo algo alterada.
–Mi vida– No jodas –Necesitamos hablar– Pero este que se creé, terminamos aquella noche y ahora como si nada, será...
–¿Mi vida? ¿Necesitamos hablar? No hay nada de que hablar Joseph, tu y yo terminamos, no me vuelvas a llamar– Iba alzando la voz –No me llames con apodos cariñosos y sal de una maldita vez de mi vida– Cuelgo furiosa por el coraje de partirle las entrañas.
–¿Era él, hermanita?– Ese es mi hermano gemelo.
–Si Jonny, era ese desgraciado– Le sonrío porque él es la única persona que me a apoyado en toda mi vida, ni mis padres me han demostrado tanto amor como él.
–Cambiando de tema, porque no quiero ir y cagarme en su madre– Yo me rio, papá y mamá jamás nos dejarían hablar así –¿Cómo van tus moretones?– Me preguntó algo preocupado sentándose a mi lado.
–Bien, ya están mejor– Después de esa noche le había dicho todo lo que había pasado en el bar y eso incluye al sexi, atractivo y demandante Demian; aunque no lo alla dicho con esas palabras, ni tampoco lo del motel o el nombre, solo la presencia heróica de él; Jonny mira su reloj.
–Bueno... Te dejo, tengo una junta de trabajo y Priscila me espera a las diez– Se despide de mi con un beso en la frente –Hasta luego hermosa– Me despido de él y sigo buscando trabajo.
¿Por qué no trabajo en la compañía de mis padres? Esa pregunta tiene una respuesta, soy mujer; si, ya, porque soy mujer mis padres no quieren que yo trabaje como una empresaria, si tuviera que trabajar allí tendría que ser secretaria de uno de mis hermanos, sí, tengo más hermanos.
Yo soy la mayor de todos, ventiocho años.
Luego le sigue Jonny, que es mi hermano gemelo.
Después está Gideon, venticinco años.
El que sigue es Kasper, ventitres años.
Y el último, Konratt de vente años.
Sí, parecemos hombres lobo por tanta camada.
–¿En qué piensas sobrina?– Esa es mi tía Jennay Magnate madre de Eddie y Anastasia –Porque yo te veo muy pensativa– Ella a sido como una madre para mí y hoy se quedó en casa por una fiesta que tanto está preparando.
–Tia no pasa nada, solamente estoy buscando trabajo– Dejo el periódico a un lado para prestarle la atención necesaria.
–Pero mi niña; puedes llevarle tu currículum a Mirian en la pastelería donde yo trabajo– Pienso por un momento, mi tía al ver mi silencio prosigue –No habrá ningún problema, ella simplemente verá a lo que eres apta y luego, fijo te contrata...– se acerca a mi oído –Me debe favores a montones– Me susurra y yo me rio asintieron –¿Entonces qué opinas?– Eso es un siiiiii –Ademas ella te adora– eso también es verdad.
–Si– Veo como me abraza –Pero... ¿Cuando llevaría mi currículum?– Le digo mientras se separa de mi.
–Pues... Mañana mismo Gretel– Le sonrío y ahora soy yo quien le abraza.
~~~~~~~~~Al día siguiente
Me desperté temprano, me alisté cómoda pero formal al mismo tiempo para entregar mi currículum y poder al fin trabajar, aunque no sea en lo que me gustaría; me dediqué a caminar lo más lento posible por el centro comercial donde "Pratt is Cakes" se situaba, me detuve de pronto al ver detrás de la vitrina como algunos niños de cuatro o seis años tomaban helado junto a sus padres, ese simple echo fue suficiente para sacarme algunas lágrimas recordándome que jamás podré tener hijos propios y ese hueco en el pecho se hacía más y más grande; corrí, a la primera tienda que encontré, pedí indicaciones y llegué al baño de una pizzería. Después de un rato volví a encaminarme a llegar a mi principal destino, esta vez sin interrupciones; finalmente pude encontrar la dulcería, entré haciendo sonar la típica campanita, dándole a entender a muchos que un cliente nuevo llegaba y atendiendo la barra de caoba clara estaba la famosísima Mirian Pratt madre de Rubí Pratt, vampiresas.
–Mi niña que bueno que llegas– Me saluda emocionada Mirian mientras me haces señas para que me siente cerca de las galletas de chocolate con chispitas, mis preferidas.
–Hola Mirian, sí, se me hizo difícil encontrar el lugar, antes no era tan grande el centro– Me rio por mi torpeza.
–Descuida Gretel– Me sonríe mientras intento abrir mi mochila para buscar mi currículum.
–Aquí tienes, sabes que soy un poco infantil así que no es secreto que me esforze para estudiar psicología infantil y pediatría aunque ya eso lo leerás aquí– Termino de decir nerviosa, viendo cómo sonreía enseñando dientes, y es que cuando estoy nerviosa hablo como toda una cotorra.
–Descuida Gretel... Solo necesito saber si puedes atender a un cliente cualquiera– Me señala una mesa con la mirada –Creo que ese está bien, acaban de llegar y nadie les a atendido, estamos muy atareados aquí y tú ayuda sería de mucho– Asiento fijando mi vista a un pequeño de ojos verdes frente a nosotras hablando alegremente y {supongo que su padre} se encontraba despalda dándonos muy buena vista, lo extraño era que creo haberlo visto antes.
–Ok, no será mi primera vez– Vuelvo a sonreír, cojo el menú de postres y me dirijo a la mesa correspondida –Buenas tardes y bienvenidos a "Pratt is Cakes" ¿Puedo tomar su dulce orden?– Trabajar con niños siempre a sido mi sueño echo realidad, opacado por una vos masculina que no me había fijado.
–¿Gretel trabajas aquí?– ¡HAY CARAMBA! ¡¿AHORA QUE LE DIGO!?
–Emm... De echo es como una entrevista de trabajo– Sonrío muy muy muyyyy nerviosa.
–Perdón mis modales, Dereck ella es una amiga Gretel, Gretel él es mi hijo Dereck– No sabía sí, llorar, reír, saltar, correr, pero sin duda alguna no entiendo el porqué de dichos nervios, aunque creo que la razón es que tiene un hijo y si tiene un hijo debe tener mujer, pero eso a mí no me importa {Si, como no, miente que me gusta}
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Editado: 02.08.2021