Capitulo 7. El regalo perfecto para mamá

—No os vayáis muy lejos eh.

—No, tranquila mamá, estamos en esta calle—Dijo Melania.

—Antes de iros, ¿queréis merendar?

—Yo sí, ahora vengo—Dijo Sabrina entrando en el avance.

—Ayer se fue Lily…—Dijo Melania mirando hacia delante.

—Seguro que ahora nos estará echando de menos—Dijo Bianca con los brazos cruzados.

—La echas de menos ¿verdad?

—Si…—Fue hacia Melania quien le extendió los brazos para abrazarla.

—Solo se va tres días, va a ganar la competición de hip hop, ganara el primer puesto ya veras, en un abrir y cerrar de ojos estará aquí con la medalla de oro—Bianca pestañeó fuerte. —Sabes que no lo he dicho literalmente ¿verdad? Anímate hace un día precioso.

—Sabrina tarda mucho ¿No?

—No sé que han comprado pero creo que habían magdalenas, y ya sabes cómo se pone cuando ve una magdalena. Por cierto, sabes que día es hoy ¿verdad?

—Sinceramente… no…

—El cumpleaños de mamá, y todavía no le hemos dicho nada, va a pensar que somos un desastre como hijas.

—Y no la culpo, somos muy malas recordando los cumpleaños de los demás. Hoy es 24 de marzo… que triste, se van los días como hojas al viento.

—Que poético te ha salido.

—¿Verdad que si? Es un don.

—¿Que le podríamos regalar?

—Mmmm… ¿Un poni?—Mientras imaginaba, un poni salió de la nada trotando delante de ellas.

—¡Bianca! ¡No!—Chasqueó los dedos y el poni desapareció cuando Bianca se asustó. —No vuelvas a hacerlo, que alguien podría verlo.

—¿El qué? Si yo no he visto nada.

—¿No has visto un poni delante de ti?

—¿Había un poni delante de mí?

—Está bien, haremos una prueba, y si estoy en lo correcto te diré lo que pasa.

—¿Tengo poderes?

—Haz aparecer cosas más normales propias de nuestra madre.

—Mm…—Bianca empezó a imaginar varias cosas, entre ellas un bolso, zapatos, pulseras y joyas, todas esas cosas cayeron como lluvia del cielo.

—Me lo suponía…

Sabrina vino hacia ellas con una magdalena casera rellena de mermelada de fresa

—¿Qué pasa?—Preguntó Sabrina viendo que la miraban.

—¿Esa es una magdalena casera de la abuela?—Preguntó Bianca.

—Sí, hay muchas, rellenas de chocolate, mermelada de fresa, de melocotón y de pera.

—Oh, ¡yo quiero una! Pero antes, dime que pasa Melania, ¿cómo lo he hecho? ¿Tengo poderes? ¿Es mi poder?

—Tranquila, no se acaba el mundo. Si, es tu poder—Dijo Melania poniéndose un mechón de cabello detrás de su oreja, llevaba el cabello suelto como su prima Sabrina, mientras que Bianca lo tenía recogido con una cola baja.

—¡Que guay!

—Tu poder es…

—Tu poder es bla bla bla—Interrumplió Sabrina.

—Ya tardabas en interrumpirme…Tu poder es astral, magia astral.

—¿Qué hace la magia astral?

—Tu poder es muy complejo y peligroso… pero a la vez muy eficaz.

—Pues lo que he dicho—La miraron con los brazos cruzados. —Ok no digo nada más.

—Me refiero a que tu imaginación es “tu poder”—Dijo Melania haciendo comillas con los dedos.

—¿Como que “tu poder”?—Preguntó Bianca haciendo comillas con los dedos.

—Pues como “que tu poder”—Dijo Sabrina haciendo comillas con los dedos.

—Que puedes imaginarte cosas que se pueden hacer realidad.

—¡Oh my god! ¡Qué guay! No lo entiendo…

—Te lo voy a demostrar, imagínate… un robot, sin prisa.

Bianca cerró sus ojos y lo creó mentalmente, llegando a reírse mientras lo creaba, las caras de Sabrina y Melania mostraban lo que pensaban, pero no sabían que iba a salir de la mente de Bianca.

—¡Ya!—Abrió los ojos. Un robot de tres metros apareció, redondo y con dos patas metálicas para andar y sujetarse. —Ya me puedo considerar una creadora de robots—Dijo entre risas. —¡Que guay! Entonces… puedo hacer esto—Se imaginó varias cosas que según iban cayendo, Bianca las cogía. —La muñeca que siempre quise tener, el libro de 7 reinos y las pequeñas tierras, firmado por el mismísimo Charles Gadel.

—Bianca para ya.

—Perdona—Dijo entre risas, Sabrina también se reía.

—No hace gracia.

—Reconócelo, hace gracia.

—Como os vea alguien haciendo magia…

—Vamos diviértete—Dijo Bianca saltando y brincando, Melania tuvo la sensación otra vez, la misma que tuvo al inicio. —¡Tener poderes es genial!

—Ssssh…—Melania observó a su alrededor detenidamente.