Nico
Me dirigía a la casa donde Ayla está cuidando a las niñas, en eso escuchó que me llaman.
—¡Nico, detente! —grita una voz femenina y me doy la vuelta.
—¿Hazel? ¿Qué haces aquí? —la miro.
—Te vine a acompañar,por cierto, ¿a dónde te diriges? —me ve.
—Voy a la casa donde Ayla está cuidando a las niñas —le respondí.
—Entonces voy contigo —me sigue el paso.
Al llegar íbamos a tocar el timbre cuando escuchamos que alguien cantaba y la verdad estaba cantando muy hermoso.
—Jamás imaginé que tuviera una hermosa voz —miro a Hazel.
—Ni yo —respondí.
En eso alguien abre la puerta,y era una de las gemelas que Ayla cuidaba.
—¡Ayla,tu novio está aquí! —dijo la niña a lo cual me puse nervioso y vi como Hazel se reía.
—¡Tamara Tomson, ya te he dicho que Nico no es mi novio! —aparece Ayla y la niña se mete corriendo a la casa—. Hola Nico, Hazel que bueno verte —sonríe.
—Lo mismo digo —sonríe mi hermana.
—Pasen —se hizo a un lado para que pasáramos.
Al entrar vimos que ella y el grupo de niñitas estaban preparando maletas, andaban de aquí para allá. En eso a Hazel se le ocurre preguntar...
—¿Y por qué las maletas? —miraba todas las maletas.
—Ah, es porque... —de repente grita una de las gemelas.
—¡Vamos a acampar! —lo dijo tan entusiasmada que hasta Leo lo escuchó...literal.
—¿Alguien dijo acampar? —se asomó desde la puerta.
—¡Sí! —dijo muy feliz la otra gemela,a veces llego a pensar que estas dos son hijas de Hermes.
—¡Me anoto! —dijo muy feliz el duende.
—Suerte con eso —bufé.
—No te enojes sombritas, de regreso te contaré lo que hicimos —me da unos leves codazos.
—¡Leo Valdez! ¡Me debes un labial y muy caro! —dijo una Piper muy enojada entrando a la casa.
Antes de que pudieran discutir,Ayla dijo rápidamente. —¡Vayamos todos de campamento! —en ese momento no se qué caras pusieron porque estaba pensando en que ella se veía hermosa haciendo esos gestos.... Aguarden, YO ,¿pensando esas cosas?, de seguro Afrodita me estaba jugando algún tipo de broma.
—«A mi no me metas en tus asuntos niñito del inframundo» —me reclamó la diosa.
—«¿Y quién esta diciendo que te estoy reclamando?» —le respondí.
—«Uno ya ni sabe que es lo que piensan ustedes» —dijo indignada y salió de mis pensamientos.
Todos se fueron a alistar sus cosas para ir a acampar,incluyendome a mí... No pregunten,Percy condujo el carro y para mi había sido una eternidad; juro que otro poco más y mandaba a ese duende al tártaro porque ya me estaba desesperando con sus platicas.
Al llegar al bosque todos bajaron sus cosas, se pusieron a organizar y a poner el campamento.
Ayla
—¿Alguien sabe donde carajos puse... —iba a reclamar donde había dejado las sogas para sujetar las tiendas—. Nah, olviden lo, ya las encontré —dije mientras agarro las sogas.
—Una ayudita por aquí —dijo Sydney cargando un poco de ramas,pero eran tantas que no podía ver.
—Yo te ayudo —dijo Percy ayudándola con eso.
—Gracias Percy —le dedicó una sonrisa.
—De nada enana —dijo mientras se reía de la cara que había puesto ella. Les podía jurar que se veían como hermanos, y se veían muy lindos de esa manera; Percy representando al hermano mayor sobre protector, y Sydney como la linda y cariñosa hermana menor.
En eso me siento mojada,y era cierto,estaba mojada gracias a que Percy quería mojar a Sydney y resultó que a la que mojó fue a mí.
Me doy la vuelta y veo a Percy. —De esta no te salvas Jackson —lo empecé a perseguir y cuando llegamos al lago, tomé impulso y lo empujé al lago. Él ahora ya estaba mojado.
—Ven aquí Ayla —me empezó a perseguir,seguido de Jason y de Leo.
—¡Te tengo pequeña traviesa! —dijo Jason cargandome como si fuera un costal de papas, definitivamente tendré que engordar para que les cueste cargarme.
—¡Suelta me ya Jason¡ —se lo ordené, pero al parecer no funcionó. Odio cuando no me hacen caso y en eso: "al agua pato".
Cuando salí del lago,me empecé a secar y en eso oigo que me dicen.
—Te vez bien con el pelo mojado —lo miré y tenía una leve sonrisa en su rostro.
—¡¿Cuando caerá el meteorito?! —dijo un Leo alarmado, yo me le quedé mirando al orejas de duende porque la verdad no entendía a qué se refería.
—¿A qué te refieres con eso? —miré a Leo aun en shock.
—Él nunca suele sonreír, por eso, y si lo llega a hacer es cada mil años y puede ser indicios de una catástrofe. Por eso —yo me quedé con cara de ¿Qué?
—Uno ya no puede sonreír porque le reclaman —dije con una risa.
Después de eso, prendímos una fogata porque ya estaba oscureciendo. Piper y Annie sacaron la bolsa de bombones; entre todos nos pusimos a platicar, hasta que Amaya dijo:
—Ayla, canta nos algo —dijo feliz.
—¿Sabes cantar? —me miró un sorprendido Percy.
—Sí, y canta muy hermoso por cierto —dijo Sydney.
—Mmmm, no estoy muy segura de eso —dije un poco dudosa.
—Vamos Ayla, queremos escuchar como cantas —dijo Piper muy animada.
—La mayoría esta de acuerdo... —dijo Annie—. No puedes hacer nada contra eso, votos son votos —dijo riendo.
—Esta bien.. —solté un suspiro—. Pero... no tengo instrumento —dije más o menos aliviada.
—Ah, por eso no te preocupes —dijo Tamara y me da una guitarra—. Como sabíamos que te íbamos a pedir que nos cantaras, subimos con discreción tú guitarra —sonrió muy picaramente.
—Muy bien... ¿Qué canción quieren —mire a las chicas.
—Believer —dijeron las cuatro.
—Esta bien —empiezo a tocar.
First things first
I'ma say all the words inside my head
I'm fired up and tired of the way that things have been, oh ooh
The way that things have been, oh ooh
Second thing second
Don't you tell me what you think that I can be
I'm the one at the sail, I'm the master of my sea, oh ooh
The master of my sea, oh ooh