Capítulo 16: Un viejo "amigo"

Ayla

Poco a poco fui abriendo mis ojos hasta que se acostumbraron a la luz que daba por la ventana.
Reparé en que no estaba en la casa de las niñas, y eso me alarmó y mucho diría yo.
Salí disimulando estar tranquila —lo cual no era verdad—, pero rápido se me vino esa tranquilidad que disimulaba al ver a Nico, quién estaba acostado en el sofá mientras escuchaba música.
Decidí por ir a asustarlo, lo cual no funcionó, porque me acerqué al sofá sin que me viera...pero no me vio y sin embargo me dijo.

—Sabes muy bien que eso no va a funcionar —dijo mientras frustró mi plan y yo hice un puchero.

—Debo saber cómo haces para saber que soy yo —me siento en el otro extremo del sofá.

—Ya te lo había dicho, al ser hijo de Hades puedo sentir el aura de cualquier persona —mira al techo.

—Cierto —respondí mientras recordaba esa vez.

Flashback

Ese día le dije a Nico que si podíamos jugar a las escondidas en el bosque, porque si lo hacíamos en el campamento el se iba a negar por ser muy, pero muy orgulloso.

—¿Y por qué a las escondidas? —me miró.

—Es para salir un poco de la rutina —le comenté pero el ni se inmutó—. Hay, vamos, no me digas que tu no te aburres de tu rutina diaria. ¿O no te aburres? —pregunté un poco sorprendida a lo cual él esbozó una sonrisa.

—Esta bien, pero si yo te encuentro me dejarás de molestar y no me despertarás temprano —propuso.

—Y si yo te encuentro, harás todo lo que yo te diga —lo miré con una sonrisa traviesa—. ¿Hecho? —extendí mi mano.

—Hecho —estrechó su mano con la mía.

Me tocaba encontrarlo primero, pero a pesar de que conocía bien el bosque, nunca lo encontré; en cambio él me encontró fácilmente, no sabía cómo me había encontrado, pero lo hizo.

—¿Cómo me encontraste? —lo miré sorprendida.

—Sentí tu aura arriba de ese árbol —señaló el árbol en donde estaba escondida.

—¡Hey, eso es trampa! —dije un poco molesta.

—Claro que no, lo que pasa es que tú no sabes perder —me respondió, eso dolió.

—Debo saber cómo haces eso, en serio —lo miré curiosamente.

—Es que al ser un hijo de Hades, puedo sentir el aura de cualquier persona —me explicó.

—Wow, esa es una habilidad súper —dije emocionada.

Fin del flashback

Y era la verdad, lo que era el viaje sombra y sentir el aura de los demás, eran habilidades muy estupendas.
Pero mi estómago me sacó de mis pensamientos.

—Al parecer cierta persona ya tiene hambre —me mira burlonamente.

—Upss —me muero de la vergüenza... Nah,es mentira, me muero pero de hambre.

—Vamos por algo de comer —se levanta del sofá.

—Va —hago la misma acción.

Salimos en busca de que comer porqué sino me voy a morir, sí, a veces suelo ser muy dramática. Pero en fin, yo opté por ir a Burger King, lo cual, Nico tuvo que acceder a eso.

Nico

Me desperté temprano, y lo primero que hice fue ir a ver a Ayla. Se encontraba profundamente dormida, me acerco un poco a su cama y miro su cara.
Ésta reflejaba tranquilidad, lo cual me alegraba, después de lo ocurrido ayer, pues sabía cómo se sentía; entonces hice algo que hasta me hizo sorprenderme, me acerco más a ella y le doy un beso en la frente. Salgo de la habitación y me voy al sofá a escuchar música.
Después de un rato, siento el aura de Ayla, ya sabía que tramaba y le dije.

—Sabes muy bien que eso no va a funcionar —digo mientras mantengo mis ojos cerrados.

—Debo saber cómo haces para saber que soy yo —dijo mientras se sienta en el otro extremo del sofá.

—Ya te lo había dicho, al ser hijo de Hades puedo sentir el aura de cualquier persona —vuelvo a recordarle mientras miro al techo.

—Cierto —se da un golpe en su frente mientras recordaba esa vez.

Después escucho que su estómago empieza a rugir de hambre, a lo cual le hice burla.

—Al parecer cierta persona ya tiene hambre —la miro burlonamente.

—Vamos por algo de comer —me levanto del sofá y me pongo la chaqueta.

—Va —se levanta también y se pone su sudadera violeta con degradado.

Salimos en busca de que comer, y ella optó por ir a Burger King, lo cual tuve que acceder a eso.

Al salir de ahí caminamos otro rato y nos dirigimos al bosque, ya que era muy tranquilo, platicabamos hasta que de la nada se apareció un lobo grande, casi del mismo tamaño en el que se había convertido Ayla o un poco más grande. Su pelaje era de color café al igual que sus ojos.
Saque mi espada y ella convirtió su collar en una espada también, en eso, el lobo se empezó a transformar en un hombre.