Ayla
Se notaba más mi vientre, y cada vez que lo veía, me daba una felicidad inmensa al saber que pronto habría un mini Nico y dos mini yo.
—Si su padre supiera, sería el hombre más feliz del mundo y un gran padre —sonrío de manera nostálgica.
Mi hermana se acerca y empieza a hablar con mis niños—. Hola, yo soy su tía joven —me empiezo a reír por su comentario—. Pero ustedes me pueden considerar como su hermana mayor, ya quiero conocerlos, no sean traviesos —sonríe.
—¿Ya terminaste tía consentidora? —la miro de manera graciosa.
—Sí, ya terminé —se aleja de mí y se va a la cocina.
Sabía muy bien que no les iba a faltar cariño, excepto el de su padre, y eso me dolía, el que crecieran sin su padre.
Percy
—No me quiero subir —vuelvo a decir por sexta vez. Pues debíamos subir al avión, y me negaba a hacerlo.
—Sesos de alga, por séptima vez, sube porque sino perderemos el vuelo y no veremos a Ayla —vuelve a decir mi novia.
—Clarisse y Ayla ya lo hubieran noqueado —comenta Jason, pues él también se enteró junto con Hazel y Frank, y pues decidieron venir, ya que se emocionaron con la noticia.
—Clarisse queda claro que si lo noquea luego, luego. Pero Ayla hasta pide permiso, con su típico "¿puedo noquear lo ya?" —Piper la imita y nosotros nos reímos.
Y terminaron poniéndome un sedante, y quién sabe de dónde lo sacaron. Solo sé que me dieron una paleta azul, me entretuve con ella, y después cerré los ojos. No sé cuánto estuve dormido, solo sé que ya estábamos en Venecia y que yo estaba adentro de un auto. Bueno, por lo menos no me aburrí y no me la pasé gritando en el avión, gracias sedante.
Papá me dio la dirección en donde vivían mi hermana junto a su tía y su hermana. Así que no hubo mucho problema con encontrarlas.
Los taxis nos dejaron en frente de una casa blanca, con un jardín que tenía flores de varios colores. Con nervios toco la puerta, y al abrirse, pude ver a la tía de Ayla.
—Chicos, estoy muy feliz de verlos —nos da un abraza a todos con una alegría, pues a pesar del poco tiempo que estuvo con nosotros, se ganó nuestro cariño—. Pero, ¿cómo... —no termina la pregunta.
—Mi papá y Nix nos dijeron —le respondo.
Se escucha una voz, la voz que extrañaba oír—. ¿Tía, quién es? —baja y Ayla se queda sorprendida al verme—. Percy... —susurra—. Percy, te extrañé —corre a abrazarme y le correspondo su abrazo.
—Yo también te extrañé mi lobita —le decía así por su habilidad de convertirse en lobo. Ella abraza a los chicos y le presento a mis padres, ella trae puesto un abrigo de unas tallas más grandes que la suya.
Le explicamos que papá y su mamá nos habían informado de todo, y le dijimos que solo nosotros sabíamos que estaba viva, a lo cual ella soltó un suspiro.
Entra a la sala la tía de Ayla, y trae una bandeja con comida—. De seguro han de estar hambrientos.
Entonces recuerdo que mi papá dijo que ella tenía una sorpresa que darnos—. Ayla, papá dijo que tenías una sorpresa que darnos.
—Oh —hace un gesto de sorpresa mientras deja su tasa de té.
—No tiene que ver con el abrigo que traes, ¿cierto? —pregunta Annie.
—Pues si tiene que ver —muestra una hermosa sonrisa.
—Dinos, nos dejas intriga niña —habla con mucha emoción Piper.
—Pues la noticia y sorpresa es... Que estoy embarazada —alza sus brazos.
—¡¿Queeeeé?! —exclamamos todos al mismo tiempo. Se quita el abrigo y nos muestra su vientre.
—Felicidades querida —mi madre la felicita, se levanta y le da un abrazo.
—Tengo una duda... —habla Hazel—. ¿Quién es el padre? —todos miramos a mi hermana.
Su rostro mostraba una expresión en dónde se debatía si decirnos o no.
—El padre es Nico —responde la pregunta y nos sorprendimos aún más.
—Aaaah, Alice y yo seremos tías —grita muy feliz Hazel.
Le iba a preguntar que cuándo pasó pero me ganó al hablar. —Detalles no voy a dar Sesos de alga, porque no recuerdo del todo.
—Y qué es, ¿niña? ¿Niño? —pregunta Jason sin quitar su expresión de felicidad.
—Esa es otra sorpresa —se empieza a reír—. Son trillizos —contesta, y al parecer no era todo—, y son dos niñas y un niño —en esos momentos me desmayo, y lo hice.
Ayla
Percy se desmayó por la noticia, pobre, no venía preparado para esto. Lo acostaron en el sofá.
—Felicidades Ayla —me abraza Annabeth—. No sabes lo feliz que estoy por ti. ¿Y cómo los piensas llamar? —me mira.
—Sí, dinos. Tengo mucha curiosidad —dice Piper.
—He pensado llamarlos, Gina, Bianca y... Nico —sonrío.
—Que lindo, pronto podré ver a dos mini Ayla y a un mini Nico —comenta Jason mientras me da un abrazo.