La Hija De Poseidon [1.1]

Capítulo 27| Mirra

D E M I

D E M I

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Fuera estaba siendo un tormentoso día de lluvias y yo estaba en mi casa caminando de un lado a otro en mi habitación siendo observada por Austin y Alida. No estábamos aburridos porque nuestras mentes estaban trabajando para saber como destruir a la familia real olímpica. La única ventaja que tenia sobre Ylenia se arruino ya que ella dejo de venir al liceo.

– ¿Qué te parece si metemos a Adonis en esto? – mire a Alida que estaba enredando un dedo en su cabello – No el hijo de Nyx yo hablo del hijo de Mirra¹ quien fue maldecida por Afrodita. El niño que nació luego de diez meses del árbol de mirra y que enamoro a la diosa del amor, el papá de Alysa – ya conocía la historia en el campamento nos hacían aprender todas y cada una para luego ponernos exámenes de historia. Nunca me gusto aprender sobre maldiciones vivo con la de mi madre día a día.

– Se quien es ¿de que nos sirve que él este aquí? – no entendía para que traer al egocéntrico papá de Alysa si el ya tenia sus propios problemas con la diosa del amor y la reina del inframundo.

– Su cautivante belleza podría enamorar a las primitas que entrarían en una discordia así me dan paso a poder ir al olimpo y podremos atacar desde adentro – les aseguro que si hubiera alguna forma de poder casarme con el cebero de Alida lo haría sin dudar. Tiene una mente malvada que me asombra cuando piensa en planes como el que acaba de decir. 
– Eres un genio Alida y pensar que debajo de esa melena roja tienes un cerebro malvado – mi novio puso una mano en el pelo de la pelirroja desordenándolo para molestarla. Y funciono.

– Déjame en paz cerebro de ardilla – ella golpea con su palma la mano Austin continuaba intentando alborotar los pelo de la pelirroja.

– Ash ya deténganse parecen dos niños de kinder y no dos adolescentes normales – hable dándoles una mirada desaprobatoria si no fuera por que los conozco pensaría que estoy a cargo de niños.

– ¿Desde cuando somos adolescentes normales? – con un tono de obviedad Austin arqueo las dejas mirándome.

– Yo soy hija de una Diosa, tu eres hija de una doncella maldecida y Austin bueno él es tu novio y tiene el cerebro del tamaño de una nuez – responde la pelirroja que tapa su boca conteniendo la risa. La imite viendo a mi novio que no parecía haber captado el insulto todavía.

– Cierto es cierto... oye mi cerebro es más grande que el tuyo cabeza de manzana – otra vez con lo mismo no entiendo como logro sopórtalos no pueden estar ni diez minutos sin pelear.

– Basta ahora, ¿díganme como podremos convencer a Adonis de que nos ayude? – no estaba segura de que Adonis nos ayudara él solo piensa en si mismo. Tampoco podíamos usar a su hija como una garantía porque no nos tomaría enserio.

– Puedo hablar con Alysa me debe un favor – viendo los ojos chocolate de Alida vi una chispa de maldad que me hizo tener una mínima esperanza. Ahora mi cabeza estaba trazando un plan simple pero muy arriesgado.

– Entonces ese será el plan – me senté enfrente de ellos – Si Adonis nos dice que sí le daremos una manzana del caos que él imprentara en el olimpo. Esa será nuestra tarjeta de aseso VIP y podremos comenzar a destruirlos desde adentro. – aun no cantaba victoria pues no sabíamos sin contábamos o no con Adonis. Lo único que nos queda es cruzar los dedos y que la diosa Némesis² escuche nuestros ruegos.

– Solo déjame hablar primero con Alysa no creo que se niegue a hacerme este favor. Además estuve plantando algo de celos en su mente y esa será mi carta de ventaja si ella no quiere colaborar – caer en las manos de Alida es como encontrarse en las fauces de un león hambriento. No tienes salida y al final sabes que lo mejor es rendirte.

– De igual forma voy a buscar otra forma de entrar no me fio de Adonis.

A L Y S A

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Mi hermana menor Helen estaba enfadada conmigo porque rompí su celular, “por accidente” lo atravesó una flecha. Me tenía harta con grabar cada broma que hacían en el campamento y por estar haciendo esas cosas no entrenaba mucho, me sorprendía que pudiera dominar tan bien sus poderes. Eso no me molestaba tanto como que Artemis no me hablara ni me visitara tanto por tener que cuidar a la hijita de Zeus desde que sufrió un atentado en el campamento.

Con la ausencia de Agatha soy la nueva capitana de la cabaña de Afrodita a mi hermana mayor no le gustó mucho eso, pero no me podía decir nada ella está en olimpo. Quedamos pocos en la cabaña contando a Helen, Penny y yo. Eros no estaba viniendo ya al campamento y Damián murió queriendo proteger a la princesa, ella es quien debió morir ese día y no mi hermano.

Por eso decidí realizar algunos cambios para poder estar preparados si algo como el atentado volvía a repetirse nosotras debíamos saber como luchar con espadas o peleas cuerpo a cuerpo. Mi preocupación es perder a una de mis hermanas porque no sabe como defenderse. Aprenderán les guste o no a luchar los monstruos ya nos arrebataron demasiado es tiempo de comenzar a defendernos.

Viendo mi blanco suelto mi flecha que da directo en el centro justo donde se supone que esta el corazón. Los hijos de Apolo aplauden mi tiro, no me siento satisfecha con el falto un poco mas de precisión. Si Adara estuviera aquí me diría que fue un excelente tiro y Agatha me marcaria mi error como siempre.

– Magnifico tiro cabeza de uva – desde mi espalda se escucho la voz tranquila de mi vieja amiga y compinche de bromas, Alida Krasnyy.




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