A D O N I S
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Revise que las luces estuvieran bien ubicadas, hable con las estrellas para verificar que entendieron bien el plan. Mis amigos estaban practicando sus entradas para que todo salga como Aileen estaba esperando y me sentía contento de que todos estén ayudado para pedirle matrimonio a mi princesa. Estaba nervioso porque no quería arruinar esto temía que fuera algo apresurado pero sentía en mi corazón que debía proponerle matrimonio a Ylenia.
– Tenemos todo listo Adonis ahora tan solo respira y ve a buscar a Ylenia – me hablo Aileen apretando mi brazo para que dejara de moverme. Respire como ella me lo indico y me calme un poco más pero aun así seguía nervioso.
Saliendo del salón busque en mis bolsillos el pañuelo negro que debía ponerle en los ojos a Ylenia para que no arruine la sorpresa. Voy a asegurarme que esta vez no hacerla caer mientras tenga la venda, sino ella jamás me dejara volver a vendarle los ojos. Parado frente a la puerta de su taller temblaba mis manos me sudaban y sentía que el cuello de la camisa me estaba ahorcando. Toque la puerta con los nudillos casi blancos sintiendo las uñas clavarse en mi mano. La puerta se abre, pero no es Ylenia sino una rubia con ostras marinas en su cabello. Me sonríe dejándome pasar informándome que la princesa Ylenia está atendiendo una sirena que podía pasar.
– Hola princesa – debí asustarla porque ella tiro por los aires el líquido que tenía en las manos – Lo siento no quise asustarte – me acerque a ella algo apenado por haber arruinado lo que sea que estaba haciendo con aquel liquido y la sirena.
– No pasa nada mi príncipe – se acerco a mi para darme un beso rápido y se giro volviendo a su trabajo buscando otro fresquito con aquel liquido que por mi culpa derramo.
– ¿Estás muy ocupada? – mire por encima de su hombro viendo que estaba curando la aleta o cola de una sirena no sé qué es eso en verdad. La joven sirena esta cubriendo su rostro mientras emite sonidos extraños que no logro entender, pero al parecer mi novia si entendía.
– No mi príncipe ya casi termino te animas a alcanzarme ese frasco que dice Mareno – señalo un estante lleno de frascos de diferentes formas colores y tamaños. Caminé hacia el estante buscando el frasco que me pidió hasta que lo encontré pequeño y de color rosa.
– Aquí tienes – se lo entregue en la mano como un enfermero que le entrega los instrumentos al cirujano. Ella cambia el color de su cabello a un celeste mas fuerte indicando que esta contenta y se gira a ver a la sirena que aparta sus manos de su rostro.
– Esto curara más rápido tus escamas, pásate la loción de algas tres veces por semana y tus escamas crecerán de nuevo más rápido de lo que un tiburón se come un pez – le entrego el Mareno a la sirena con una sonrisa. La chica que me dejo pasar recoje algunas cosas que Ylenia uso con la sirena y se dispone a tirar algunas cosas y guardar otras.
– Gracias princesa Ylenia – la sirena tomo el frasco volviendo al agua con lentitud y saludo por ultima vez a mi novia no sin antes entregarle una ostra que brillaba de manera extraña.
– De nada, cuídate – guardando el artilugio en uno de sus bolsillos ella se giró para mirarme – Ahora si estoy lista para lo que necesites – se sacó los guantes y dejo que el agua envolviera sus manos con un brillo azul y luego dejo que el agua volviera al cause donde desapareció la sirena.
– Acompañame tengo una sorpresa esperándote – me puse detrás de ella vendando sus hermosos ojos azules con aquel pañuelo negro seguro de que ella a partir de ahora no vería nada hasta que lleguemos al salón.
– Una sorpresa mmm... ¿qué será? – la tome del brazo guiándola mirando cada paso que ella daba para que no se caiga – Otro regalo sorpresa por mi cumpleaños – pregunto ella aferrándose a mi mano con fuerza sabia que ella no confiaba en mi cuando le vendaba los ojos siempre terminaba tropezando con algo.
– No trates de adivinar la sorpresa porque lo arruinaras y trabaje mucho para que todo sea de tu agrado princesa – me reí por lo bajo viendo como ella fruncía su ceño decepcionada en no poder adivinar que es lo que estaba tramando.
– Está bien no intentaré adivinar es solo que ... – su voz se perdió cuando tropezó con un arco que no sé de donde salió – ¿Que fue eso? Adonis no dejare que me vendes más los ojos la próxima me matas – ella se enderezo volviendo a tomarme de la mano y con la otra intentando tocar la pared mas cercana para sentirse segura.
– Lo siento enserio no sé de dónde salió eso – la cargue en mis brazos para que no se vuelva a lastimar con otra cosa en el camino. Ella estaba siendo llevada como lo que es una princesa y se acuno entre mis brazos sintiéndose mas segura ahora que no la llevaba caminando con los ojos vendados.
– Está bien mi príncipe... mmm huelo a chocolate – apenas entramos en el salón lo primero que nos recibió fue el olor a chocolate que fue puramente idea de Demi según ella nuestro olfato nos ayuda a los recuerdos. Cada vez que percibamos el aroma a chocolate recordaremos este momento y para mi seria especial nunca olvidarme de este momento.
– Que buen olfato tienes princesa – camine hasta la mesa donde baje a Ylenia dándole señas a todos para que comenzáramos con el espectáculo en cuanto ella se quitara la venda.
– Gracias príncipe ¿ya me puedo sacar la venda? – puso sus manos en la nuca para desatar el nudo del pañuelo que ya la estaba molestando.
– Si ya puedes – me pare enfrente de ella viendo como se quitaba la venda de los ojos dejándome ver el azul marino que tanto me gustaron desde el primer día. Recordar la primera vez que nos vimos y esa conexión que surgió entre ambos me hizo sonreír como enamorado al ver que tengo a la chica de mis sueños justo frente a mis ojos.