La historia de Rosalie Williams

CAPITULO 9

Ya llevo dos malditos años aqui, mi maldita depresión se convirtió en rabia, no se para que demonios me metieron a un maldito hospital psiquiátrico, no estoy loca, ellos se creyeron que era una clínica de rehabilitación, pero no es asi, ni siquiera me dejan recibir la visita de mi hermano y es lo que mas enfurece, pero esto es culpa de la supuesta psicóloga amiga de mi madre, ella fue quien me dijo lo de mis padres, y ahora es que me vengo  a dar cuenta de que es una maldita mentira, de que mis padres no estaban en nada, pero ya es tarde, sigo en depresión.

        No se el porque algunos enfermeros me miran de manera extraña, como si yo fuera algo de comer, sus miradas me dan miedo. Hoy se supone que entrara un chico nuevo, por lo que me dijo una de las enfermera el chico es dos años mayor que yo, esa enfermera siempre me da mis supuestos medicamentos, los cuales no me tomo por desconfianza, seria estúpido confiar en las personas que tratan de hacerte ver como si estuvieras loco o loca.

       Pasear en el jardín de la clínica nunca esta demás para mi, siempre lo hago para calmar mis pensamientos, recuerdo que había escuchado a mi hermano tres días antes de yo ingresar aqui, estaba muy preocupado, y lo siento preocupado incluso ahora, pero se que se tranquiliza cuando yo lo estoy, no tanto, pero lo hace, no quería perder la comunicación, pero mis padres son un tanto manipulables.

    Caminaba tranquilamente, como todos los días, pensaba en lo que vendría después de que salga de este lugar, necesitaba salir antes de mi cumpleaños numero dieciocho, faltaba un tiempo pero aun asi necesitaba salir antes de ese tiempo.

   -Tengo curiosidad de saber ¿Qué hace una chica tan linda como tu en este lugar?- men tense al escuchar la voz de un chico a mis espaldas, nadie en este lugar me habla... ningún chico, para ser mas exacta.

   -Eso no es asunto tuyo, y no sabes si soy linda o no- le conteste a quien sea que estuviese detrás de mi, me había tensado al escuchar su voz y aun mas al escuchar el acento tan extraño pero exótico y sexy, si, no soy una blanca paloma, se reconocer a un chico sexy y aun mas por su voz.

          -Eso se podría resolver si aceptas que camine a tu lado- dijo el, yo me di la vuelta para enfrentarlo, pero me que prensada en esas orbes de color verde, sus ojos me llamaron mas que cualquier cosa, tenia un porte de chico malo, pero creo que le paso lo mismo que a mi- Tienes razón, no eres linda- fruncí el ceño ante su comentario- Eres hermosa, la chica mas bella que había visto en mi vida- dijo acercándose a mi y acariciando mi mejilla derecha, yo cerré los ojos ante su calidez que me hizo estremecer.

   Me quede un momento sintiendo su mano en mi mejilla, para luego apartar su mano de mi cara de una manera un poco brusca, no quería que nadie se acercara a mi y este chico no puede ser la excepción, necesito que me deje sola y no se como hacer para que se valla. Me le quede mirando con curiosidad, quería saber por que se acerco a mi, pero no le iba a preguntar, prefería quedarme con la intriga.

   -Entonces, ¿aceptas que camine a tu lado?- dijo con una sonrisa estúpida en su rostro, pero parecía una sonrisa seductora.. bueno, un intento de sonrisa seductora.

    -No, no acepto que camines conmigo, quiero estar sola- le dije fría, tal vez si continuo siendo asi con el me deje tranquila y se valla a molestar a las enfermeras.

     Me di la vuelta y continue mi caminata hacia cualquier lado del jardín, no pasaron ni dos segundos cuando el idiota ese se posiciono a mi lado y comenzó a caminar conmigo, rode los ojos ante su estupidez, pero sonreí al ver que el chico no acepta un no por respuesta, aunque si lo ignoro y hago como que el no exista, tal vez asi me deshaga de el.
 

     Ya pasaron dos malditas horas y este chico me sigue hacia donde sea que valla, me estoy cansando de esto, quisiera que las enfermeras que se lo comen con la mirada me lo quiten de encima, que lo mediquen, que lo encierren... QUE HAGAN ALGO, ya estoy irritada de que me siga donde quiera que valla.

    -¿No tienes que molestar a las enfermeras?- le dije molesta, en serio me fastidia su presencia.

    -Nop, tengo tiempo de sobra para pasármelo contigo- dijo con una sonrisa estúpida, estoy comenzando a odiarlo.

    -Déjame sola, entiende que no quiero que me sigas como un perro- le dije molesta y tratando de caminar mas rápido hacia otro lugar.

    -No, yo quiero estar contigo, además, es un poco divertido cuando te enojas- lo mataría si pudiera, pero eso me daría mas tiempo en este lugar o tal vez me enviarían a la cárcel por ello.

   -En serio eres irritante- le dije con los ojos entrecerrados- Ahora, chucho, déjame sola.

   -No, ya te dije que me gusta estar contigo- Agh, es un dolor en el culo.

    El dia paso conmigo y ese chico peleando por lo mismo, necesitaba estar sola, no quería que nadie estuviera a mi lado, quería estar sola, asi como llevo dos años, sin nadie a mi lado, no necesito que nadie se me acerque y me haga compañía, la soledad es lo único que me ha acompañado durante mi encierro y es lo único que quiero y necesito.
 



#45299 en Novela romántica
#3861 en Detective

En el texto hay: manicomio, primer amor, perdida

Editado: 09.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.