Capítulo 1: El comienzo
Era un día normal en la institución en la que estudiaba, los días pasaban rápido, las tareas eran largas y aburridas para las demás personas, pero para mí, David, algunas no lo eran por ejemplo las clases y tareas de matemáticas, química, carpintería, etc. Estábamos en un recreo cuando sucedió todo...
De la nada en un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos en una isla, en ese momento todos allí nos angustiamos y buscamos a los directores, maestros, preceptores. Pero no encontramos a ninguno. Decidimos reunirnos, éramos unos 225 chicos en total de 1, 2 y 3 de secundaria (en ese momento yo estaba en 1er año de secundaria).
Por nuestras cualidades decidimos dividirnos en grupos: 50 personas estaban en el grupo de ‘‘científicos’’ (yo estaba en este grupo) y las 175 personas restantes en el grupo de exploradores. Lo sorprendente fue que aunque la institución desapareció, nosotros estábamos con nuestras mochilas, así que a los exploradores les dimos hojas blancas para que puedan dibujar mapas.
Yo con los demás científicos nos quedamos allí protegiendo las pertenencias de todos y fijándonos si había algunas pistas de porqué estábamos allí pero como era obvio no encontramos nada. Yo estaba muy alterado, por suerte ese día había llevado una pelotita anti stress ya que ese día íbamos a tener 6 exámenes seguidos.
Estuvimos como dos horas esperando que los exploradores regresaran. Ellos hicieron un mapa dónde estaba muy detallado por donde recorrieron y que encontraron. Primero se encontraron un lugar donde había muchas ovejas, después una rio con agua que podría ser potable sino habría microscopios en esta (en este río había muchas rocas). Sucesivamente se encontraron con varios cultivos y finalmente había mar con conchillas.
Entre todos decidimos irnos a la parte de los cultivos, ya que allí teníamos comida asegurada y si llegaba a llover era la más protegida porque tenía más árboles que las demás zonas. Así que eso hicimos. Les pedimos a los exploradores si nos podían traer conchas del mar y rocas del río, ellos sin dudarlo lo hicieron, todos entendían por qué el pedido de las rocas (sino lo entienden es para hacer armas para poder cazar y para al anochecer poder hacer fuego) pero lo que si nadie más que yo entendía el pedido de las conchillas de mar. Sucesivamente cuando las trajeron les explique a todos el pedido
-Cuando aplastan las conchillas de mar da un elemento el cual ayuda a porte los cultivos de organismos- dije
Ellos entendieron perfectamente y entre todos aplastamos las conchillas de mar para sucesivamente tirarlas a los cultivos.
También necesitábamos madera porque se acerca la noche y necesitábamos fogones. Por lo que los 50 que no se movilizaron a la mañana tuvieron que buscar las hojas y ramas. Después de esto prendimos 5 fogones con las chispas del choque de las rocas. Nos dividimos en 5 grupos a los cuales a cada uno integraron 45 personas, en el grupo en el cual estuve estaban casi todos mis compañeros de mi curso y algunos de otro. Por cierto en los tres años había tres cursos.
Al día siguiente los exploradores se fueron a explorar pero esta vez tardaron 5 horas y concluyeron algo estábamos en una isla