CAPITULO DOS: vecina nueva

Veinte siete        

          No lo va a impedir. Así se sencillo se va a rendir, es lo que va a hacer Charlie. A pesar de que eso rompa su corazón. Él sabe, que su deber no era seguirlos y escuchar a escondidas no es parte de su esencia, mas ellos deben saber no hay pared, que no tenga oídos. Además, puede a haber un posibilidad de separarlos. La última vez. Lo prometo.

—Le voy a pedir que se case conmigo.
         Walter se paraliza y empieza a analizar detalladamente cada palabra. Sin embargo a Paul, no le extrañaba, con esa llamada de: chicos ayúdeme que no puedo, Derek no es de pedir ayuda.
         El hermano de la futura "novia", no tiene más nada que pensar sino que, A la mierda rendirse, voy a impedir está boda.

—Charlie, no le va a gustar—dice Paul

—Que se conforme—le contesta Derek.

—Hermano, Charlie no es conformista. Él va más allá de eso. ¿Cuando se lo vas a decir?

—Cuando sea el momento

Walter termino de procesar y volver la realidad.

—Si te hace feliz, adelante—comenta—Pero tu padrino no voy a hacer. Además puede ser hoy—le sugiere Walter.

—No.

—Mañana—interviene Paul.

—No—repite Derek.

—Oye, miércoles nos reunimos, falta cuatro días.
         La sugerencia de Walter, es buena, ya que sería el lugar indicado; Charlie rodeado de comida, no se puede enojar. Y dándole tiempo necesario. Para práctica como se lo va a decir.

—No.

—Que esperas el día de la boda—bromea Paul, Walter se ríe, a Charlie quien todavía escucha a escondidas le causa gracia.

—No se—vaciló.

—Vacilaste. ¡Estás loco! No puede esperar ese día—expresa Walter.

—No, no, mejor a un el día que Carlota llegué y diga—Paul, intenta imitar la voz de la rubia oxigenada de la hermana de Charlie —: familia, va a haber un nuevo miembro en la familia.
          Los ojos chocolates, tornan un brillo de triztesa y enojo. Como no es propio de el molestarse, suspira profundo.

—Ella no quiere hijos—dice finalmente—, dice que va a desviar su a atención de lo importante.

—¿Trabajar?—pregunta Walter.

—No.

—¿El dinero?—esta vez es Paul.

—No.

—Amigo al punto—le exige Walter

—De ella. Y los niños me van a tener como un esclavo.

          Como si con ella no bastara, mi hermana está mal de cabeza. Ahora dudó de mi madre. Se le cayó quedando con un tornillo flojo.

—Amigo—A Walter no le sorprende, él conoce a Carlota, como no, si una vez fue su novia por cinco días, hasta que ella dijo que él era poca cosa. En señal de consuelo toca el hombro de Derek —, lo siento. Sé que quieres hijos.

—Yo iba a decir esa, solo pensé que te podías molestar. Porque es una put..—sé detienen Paul, al darse cuenta de que no es el momento—¿extraña persona?
          Charlie, No está tan enojado con su amigo. Si no por la clase de mujer que es su hermana, si ella fuera otra aceptaría la relación.

—A veces, pienso que no es la mujer correcta—añade Derek.

—Pero se supones que la amas ¿cierto?—dije

—Supongo.
...
Tres días

          Charlie golpe la puerta, aumentando los fuertemente los golpes

—Derek, Necesito el baño—exige.
          Gracias al ruido de la regadera, Derek no escucha lo dice, mas los golpes si. Y como sabe que Charlie es la otra persona que está en hogar. Le responde.

—No te escucho, me estoy bañando.

—¡Que necesito usar el baño!

—¿Qué?

—¡Que necesito usar el baño!—grita y exige al mismo tiempo.

—No te escucho, me estoy bañando.
          Charlie, molesto por falta de interés de su amigo, a darle paso a usar el baño. Abre la puerta.

—¡Olvídalo! ya entré, tengo una mala indigestión—Derek, se asoma por la cortina, de flores azules que         Carlota compró.

—Charlie, me estoy bañando, sal.

—Comí chocolate, sabes lo que me causa, amigo deja la pena tu no tiene nada que no haya visto antes.

—Eh, Charlie no estoy solo.

           Charlie está en el proceso de quitarse los pantalones y se detiene al escuchar lo que dice.

—Le estas siendo infiel a mi hermana, ella está en Sídney—Para este hombre de un mal momento, se acaba de convertir, en un buen momento—. Te amo, te amo, ¡Te amo!
Otra persona se asoma por la cortina.

—Hermano mayor, mamá se va a entera de eso. Pareciera que no aprendes, bien la lección.