La Leyenda de Ailur

Cap.13-Los Niños

Para quien se lo esté preguntando, la población actual en el Valle de Ailur es de cincuenta y tres personas, la mayor parte mujeres, niños y algunos hombres que viven en la Aldea, mientras que en la Villa y sus alrededores viven los jugadores y cuatro niños: Trigun de doce, Grei de siete y los gemelos Nico y Arda de seis años.

 

La extraña naturaleza de su entorno les había cultivado cual espíritus libres, Trigun era una bebe cuando su padre y su tío le trajeron pero había pasado la vida entera oyendo historias sobre el mundo exterior, sobre mares interminables y lugares donde la naturaleza se regía por sí misma, anhelaba conocer ese mundo y tenía el firme propósito de convertirse en un jugador algún día, para ser libre y conocer a su madre.

 

-¡Atrápame!-Nico empujo a su gemelo y echo a correr.

-¡Vas a ver!

-¡Con cuidado!-les dijo Trigun, de pronto los dos se detuvieron-¿Qué pasa?

 

Aquel prado les encantaba para pasar el día, era amplio y ondulado, contaba con un frondoso árbol sobre la colina para descansar y resulto que bajo el árbol se encontraron a Nicolay y Yuoko.

 

-¡Hola!-saludo-¿debo irme?

-No hace falta-dijo Trigun-es un buen sitio.

-Lo es, he estado reparando mi cabaña y quise tomarme el día-los niños habían retrocedido-¿me tienen miedo?

-Es ella-Yuoko les observaba-nunca la habíamos visto tan de cerca.

-Yuoko no va a hacerles daño, ¿verdad que no?

-Cachorritos… ¿puedo jugar con los cachorritos?

-¿Es seguro?-pregunto Trigun.

-Raro pero seguro, le gusta atrapar cosas.

 

Los voluntariosos gemelos tomaron el reto, uno arrojaba un palo y el otro corría junto a Yuoko a ver quien lo cachaba primero, Trigun los vigilaba y Grei, tras recoger un montón de flores, se sentó a trenzarlas junto a Nicolay.

 

-¿De dónde sacaste eso?-la niña llevaba un adorno de plumas en el cabello.

-Papá me lo dio.

-¿Tu papá?

-No es mi papá-aclaro-era su amigo, dijo que podía llamarlo así.

-Entonces…tu padre era, ¿Merhs?

-El viejo Ladrón-confirmo Trigun-tu no vas a romper las reglas, ¿verdad?

-No ahora ni en cincuenta años.

-Lo que paso fue espantoso, pero se lo buscaron, todos ellos, no puedes ganar si rompes las reglas.

-¡Es mi turno!-Arda tomo el palo-¡Aquí, Yuoko, aquí!-ella le ignoro.

 

Siguiendo la trayectoria de su vista encontró una magnifica cierva blanca en la linde del bosque, llevaba una bufanda plateada y tenía una mancha en forma de luna en el flanco.

 

-¿Ailur?-se quedo atónito-es increíble.

-Es hija del Dios Loki-dijo Mitzah, apareciendo de atrás del árbol-el cambio de forma es algo que heredo.

-¡Un día vas a matar a alguien del susto!

-¿Cómo sabes que no ha ocurrido?-Nicolay se levanto negando, exasperado.

-Yuoko…Yuoko, ven, por favor.

-Está ahí…esa ahí, puedo atraparla…

-Yuoko…

-Es mía, si-se lanzo a la carga-¡Es mía, mía!

-¡Yuoko!-y no tuvo más opción que perseguirla-¡Yuoko, no!, ¡Vuelve!

-¡Suerte!-grito Mitzah.

-¿Falta mucho para el otoño, papi?-pregunto Grei, que parecía disconforme con sus collares de flores.

-Falta lo que tú quieras, mi niña.

 

Sigamos a Nicolay, que experimentaba por vez primera la parte activa del juego, Ailur se paseaba por el valle y los jugadores tenían la oportunidad de darle caza pero él no había pensando en hacer un intento tan pronto.

 

-¡Yuoko, mala!, ¡¿Cómo es posible que corras con las manos?!

 

En ese momento paso algo asombroso, los arboles comenzaron a cambiar de color, el pasto se seco, el aire se torno frio, ¡era otoño!, ¡de la nada estaban en pleno otoño!, el cambio fue tan brusco que la propia Ailur redujo la carrera, en apariencia desconcertada.

 

-No puedo creerlo-dijo, tan sorprendido como maravillado.

 

Por mirar los cambios en el paraje descubrió a Thormu tras unos arbustos, lo vio golpear algo con su hacha y del suelo se levanto una red que hizo alzado al ciervo desde medio cuerpo, dejándole colgada.

 

-¡La atrape!

-¡No, es mía!-Yuoko le salto encima-¡Mi presa, mía!

-¡Suéltame, loca!, ¡Va a escapar!

 

En efecto, tras removerse un poco en pánico, Ailur se convirtió en un gato y pudo salirse de la red, cayo de pie, como buen gato, y se encontró justo al lado de Nicolay, se encogió del susto.

 

-Aww, eres adorable-le bufo-¿te hiciste daño?

-…-eso la confundió, Nicolay se agacho y puso un adorno de plumas en el suelo.

-Es una ofrenda de paz, sé que he sido grosero y quiero que nos llevemos bien, vete mientras están distraídos.

 

Muy despacio y sin quitarle la vista de encima, tomo el adorno y escapo, Thormu logro empujar a Yuoko a un lado y levantarse pero ya era tarde, la Diosa se había ido.



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En el texto hay: luna, mitologianordica, cuarta pared

Editado: 15.10.2019

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