La libreta de Levi

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Momento incómodo... No sé cómo describirlo. Pero hoy pasó, lo encontramos al fin, al papá de Demian. Lo recuerdo vagamente, él era un hombre reservado, casi no recuerdo que jugara con su hijo. cuando llegaba a verlo en casa era cuando Demian me invitaba a dormir, o cuando mi mamá me permitía ir a jugar los fines de semana. Él siempre solía estar con el celular y no nos prestaba atención, creo que alguna vez los escuché discutir, a sus padres.

Ahora entiendo por qué, ahora lo sé... La homofobia de Demian no viene por nada, ¿por qué nunca me lo dijo?, ¿tenía vergüenza de contarme que a su papá le gustaban los hombres? Sí, como lo lees, el padre de mi mejor amigo homofóbico es gay, o al menos eso pude comprender al verlo intercambiar saliva con otro sujeto durante varios segundos.

La cara de Demian reflejaba horror al ver a su papá con otro, aunque presiento que no es solo por eso. Su padre no nos vio en un principio, pero cuando pasó justo al frente de nosotros sí que lo notó. Se detuvo en seco y miró a su hijo con sorpresa, habían pasado algunos años pero Demian conservaba algunos rasgos propios de su infancia.

El hombre dijo su nombre, intentó acercarse, pero Demian retrocedió procurando no mirarlo a la cara. El silencio fue incómodo a pesar del ir y venir de las personas. Cuando Demian preguntó "¿por qué?" supe que no se refería al abandono, sino a lo otro.

"Porque no puedes huir de lo que eres"

Huir. El padre de Demian se había casado para intentar olvidar el hecho de que era gay, o al menos eso creo. Finalmente, tuvo que tener dos hijos y abandonarlos para descubrir lo que quería; no le aplaudo, pero hubiera sido peor para la familia en un futuro seguir viviendo una mentira así. La forma en que Demian enfrentaba la situación me hizo pensar en primer momento que él ya lo sabía, sabía que su papá era homosexual, Demian se había vuelto homofóbico al descubrir las preferencias sexuales de su padre, ¿pero de qué manera?, ¿lo había visto a escondidas con un hombre?

La conversación duró muy poco. En algún momento de este corto encuentro sentí la mirada de su padre sobre mí, pero no levanté la vista en ningún momento. Al final el hombre pronunció un "lo siento" y Demian se dio la vuelta para irse. Y una vez más estuve ahí para consolarlo.




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