CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS

— ¡ERES UN MALDITO BASTARDO HIJO DE PU…! ¡PENDEJO! ¿QUE TIENES EN LA CABEZA? ¿AIRE? ¿NADA? —Mark estaba bajo el escrito evitando la tanda de proyectiles dirigidos a su persona.

— ¿Podrían ayudarme? —grito desesperado, valiéndose que su imagen de macho quedará destruida.

—No —contestaron al unísono sus rubias hermanas.

—Creo que eso debí haberlo hecho yo ¿No crees Jane?

—Cierto, me sorprendiste con esa civilidad.

Mark asomo los ojos por encima del escritorio mientras Miranda lo fulminaba con la mirada.

—¡Vas a morir maldito pendejo!

— ¡Ya basta Miranda! —Kate entró como salvadora del rubio que casi lloró de alivio.

—Relájate Kate, sabes que se lo merece, ya no voy a dejar que te juntes con ese pelinegro parece que te está ablandando —la morena se sonrojo y fulminó a Jenna con la mirada, pues seguramente era quien la había dado santo y sueña de su vida.

Mark aprovecho eso para poder salir de debajo del escritorio y recomponerse un poco.

—Jamás me imaginé que pudieras hacer algo así Turner. De todos modos, ese Liam no me gusta —las gemelas iban a protestar— está jodidamente ricolino algo así como para lamerlo toda la noche.

—No me ayudas mucho —murmuró malhumorado.

— ¡Oye! Déjame terminar perro, sin embargo Mark esta para montarlo toda la noche.

— ¡Iugh! —chillaron las gemelas mientras Kate y Mark estallaba en carcajadas.

—Bueno señoras, Emma no tarda en llegar, así que preparémonos —anuncio Jane para que se calmara.

— ¿Quien? —pregunto Mark, pero fue ignorado, Miranda, Kate y Jane entraron a su baño. El sueño de cualquier hombre menos para él, estaba su hermana y aquello no era alentador.

¿La cuñada de Bianca venía? No tenían mucha relación, pero definitivamente se llevaba mejor con ella que con Luke. Jenna lo ignoro por lo que Mark aprovechó para terminar los contratos que tenía.

Miranda había llegado hace unas horas por lo que él le contó todo lo sucedido con Bianca, generando que casi quisiera matarlo.

— ¡Papá!

Mark se topó con sus dos hijos corriendo hacía él. Los dos niños iban vestidos como exploradores ¿Acaso Bianca los había inscrito y no le dijo?

—Hola hijos —los abrazo y fue cuando noto que también estaban Emma y Leila quienes venían con la misma ropa de sus hijos.

Entonces Jane, Miranda y Kate salieron del baño usando ese ridículo traje.

— ¡Doy por iniciada la sesión! —dijo su mejor amiga aplaudiendo, Mark se sentía en una extraña nube de irrealidad. Andrew fue a sentarse junto a su tía Jenna

—Yo no estoy totalmente de acuerdo —soltó el pequeño rubio mirando a su tía.

—Alguien me puede explicar ¿Qué es toda esta locura?

Sus "invitados" se formaron en una fila por estaturas frente a él.

—¡Andrew! —chilló Amber, el niño rodó los ojos y se coloco entre su hermana y Leila— Bueno papi, estás viendo a la C.E.P.M. 

—Comisión Especial Pro- Mark, Presidente: Amber Turner, Vicepresidente: Leila Sullivan, Tesorero: Andrew Turner.

Mark no podía creer lo que su hermana le decía ¿Comisión especial pro- él?

—No lo entiendo, para empezar ¿Su madre sabe que están aquí?

— ¡Papá! —definitivamente aquel tono de regaño lo había heredado de Bianca—mamá ignora muchas cosas, no tiene porque enterarse de esto —Mark se sorprendió ¿Que su hija no tenía siete años?— déjalo todo en nuestras manos, iremos a tener la primer reunión.

Toda la tropa salió de su oficina dejándolo con la boca abierta.

—Bueno hermanito iré a ver que no hagan estupideces, todo lo orquestaron tus hijos y al parecer esas 4 mujeres no piensan. No te ofendas, sabes que siempre tendrás mi apoyo, pero también quiero ver a mi amiga feliz y sí lo es con Liam deberíamos respetarlo.

—Lo sé Jenna, lo he entendido y estoy dispuesto a hacer lo que sea para aceptarlo y dejarla ser feliz.

Jenna miró la derrota escrita en su hermano, era la primera vez que veía esa expresión en el rostro.

—Dejémoslo en que soy Suiza.

Mark sonrió ante las palabras de su hermana, estaba feliz de haberla recuperado al cien por ciento, su familia siempre lo había sido todo para él, realmente le había costado demasiado esos años lejos de ellos.

—No creo que hagan algo realmente peligroso, deberías ir con tu prometido y ponerse a hacerme sobrinos, que tú y Jane ya se tardaron demasiado.

Esta vez un cojín que Miranda no lanzó, logró aterrizar en su rostro, mientras el se reía.

—Eres un estúpido.

Con eso Mark se quedó solo y entonces recordó que Kate se había dado el día libre sin consultarle.

****** 

 

Bianca aparcó el coche en el lugar de los Turner, Lucille había pedido hablar con ella así que ahí estaba.

—Bianca —la mujer se levantó para saludarla, estaba en el jardín— me alegro que vinieras, desde hace bastante que no podemos tener un momento a solas ¿No crees?

Bianca asintió y se sentaron en la mesa del jardín.

—Lo sé todo ha sido muy extraño desde que volvimos.

—Entiendo, pero tengo que decirte que estoy muy agradecida que lo hicieras, tener a mis nietos cerca es el mejor regalo, ya no somos unos niños y me facilitaste la vida, probablemente no debería decirte esto, pero tambien le regresaste la vida a mi hijo, estuvo buscándote varios años, nosotros nos negábamos a cooperar, el día que apareciste, estábamos a punto de confesarle todo.

Bianca desvió la mirada, realmente no había pensado en nada de eso y se había negado a hablar con Mark todo ese tiempo.

—Lo entiendo.

—Corazón no te digo esto para que te sientas incomoda, solo quiero que sepas lo que significas para esta familia, esto va más allá de tu relación con Mark, tú siempre vas a ser parte de nosotros.

— ¿A qué te refieres?

—Se que estas con Liam —Bianca abrió los ojos con sorpresa y se sonrojo— tranquila Bianca, yo no soy quien para reclamarte también soy madre, entiendo de los sacrificios que una madre tiene que hacer, si tú eres feliz con Liam nadie te juzgará. He hablado con mi hijo y está poniendo de su parte para aceptarlo, nadie de la familia te dirá algo al respecto,  yo estoy feliz por ti, conocemos a Liam y sabemos el gran hombre que es, adora a mis nietos, se que podrá hacerte feliz, el hombre que sacrifique mucho por ti será el indicado, amor, no te mereces menos, tal vez él sea el indicado para estar a tu lado, tal vez más adelante conozcas a alguien más, nadie sabe, pero siempre estaremos aquí para ti.