— ¡Papi! ¿Esto también?
Mark miró a Amber quien tenía una caja llena de fotos.
—Son demasiadas ¿Te parece sí escogemos las mejores?
—¡Sí! llamaré a Andrew.
Cuando los mellizos regresaron, Mark comenzó a sacar las fotos, ellos se encargaron de hacer dos montoncitos, uno para que se llevará y el otro para que se guardara.
Mark sonrió al ver que sus hijos escogían todas la fotos en donde salía abrazando a su madre.
— ¿Que es esto Papi? —Mark sonrió y tomó la foto de las manos de Amber.
—Son ustedes —los dos niños abrieron los ojos e inclinaron la cabeza para ver a la foto.
— ¿Nosotros?
—Así es, esto se llama ultrasonido, es la primera foto que le dieron a su mami, cuando supo que estaba embarazada, ¿Ven ese puntito blanco? —los niños asintieron — bueno esos son ustedes, aunque para ese tiempo, todos creíamos que eran uno.
Los niños estaban impresionados con la fotografía, los tres se giraron cuando la puerta se abrió y apareció una Katrina llena de bolsas y cajas dobladas.
Andrew fue el primero en levantarse a ayudarle.
—Gracias guapo —Amber vio con fastidió el que su hermano se sonrojara.
—Muchas gracias por traerlas Katrina —la chica sonrió y le entregó las llaves a Mark.
—No te preocupes tenía que comprar unas para mí.
— ¿Quieres quedarte a cenar? —pregunto Andrew.
—Sólo sí a tu papá no le importa —Andrew sonrió al ver que Katrina le ponía atención y miró a su padre con ojos de cordero.
—Claro que sí.
Entonces Amber entro a la escena.
—Hola Katrina ¿Quieres ver unas fotos? Mi papi las está separando para ver cuáles se va a llevar ¿Verdad que son hermosas? Mira esta es de cuando papi y mami se conocieron, esta de cuando se casaron, está de cuando papi y mami... —Amber empezó a pasarle todas las fotos— y esta es mi favorita, nuestra última fiesta de cumpleaños, espero y papi esté aquí para la próxima, faltan solo un par de meses.
Katrina le sonrió a Amber, estaba más que claro que no le agradaba ni un poco a la pequeña pelirroja.
—La cena estará dentro de poco
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MT Corp tenía cuatro socios, empresarios dueños de cuatro multimillonarias empresas, sin embargo no poseían más que el cinco por ciento cada uno, siendo Mark el socio mayoritario. MT Corp les generaban ganancias exorbitantes comparada con otras empresas donde su capital era mayor.
— ¿Entonces te vas? —pregunto McLaren— ¿Va a afectarnos?
—Por supuesto que no, primeramente no me voy de forma permanente, sólo mientras se consolida el proyecto. Durante mi ausencia la ingeniero Miranda Fuller se encargara, apoyada como saben por Kate Jones —Mark sabia que mencionando a Kate los tendría en la palma de su mano.
—Sí la señorita Fuller es tan buena como para quedarse al frente de la matriz ¿Por que no mandarla a ella? —Preguntó Simmons.
—Como saben el proyecto Anbiam sería el mayor logro del consorcio, no sólo es la construcción de un complejo en otro país, sí no que estamos expandiéndonos al otro lado del mundo, invirtiendo en un país competencia del nuestro y una de las potencias mundiales, no es que no confíe en la señorita Fuller, simplemente quiero ser yo él que lo supervise.
Los cuatro hombres miraron al mas joven de la sala, Mark no se inmutó, sabía que aquellos hombres esperaban que cediera en su número de acciones pero eso no sucedería.
—Bien, mientras tengamos contacto directo contigo y Jones este involucrada, no le veo el problema —Una vez que McLaren opino, los otros tres aceptaron.
—Muy bien, en seis meses nos volvemos a reunir.
******
— ¿Como fue? —preguntó Katrina y Mark sonrió.
—Todo bien, pasa necesitamos arreglar ciertos asuntos del viaje.
Katrina entro a la oficina y se sentó junto a él. La chica miraba fascinada su rostro, pues cuando estaba relajado Mark era muy expresivo. Y hermoso…
El rubio levantó la vista y atrapó a Katrina mirándolo, ella solo se sonrojo.
—Bien en dos semanas nos vamos ya lo sabes, esta es dirección de tu apartamento, tendrás un automóvil a tu disposición, el complejo está bastante cerca de nuestras oficinas así que no tendrás muchos problemas.
Katrina miró a Mark y después a todo lo que le había entregado.
— ¿Y tú? ¿Seremos vecinos? —la pelinegra trato de ocultar su interés.
—No, mi departamento está en otro distrito, tampoco muy lejos de ahí.
Mark volvió a concentrarse en el portátil frente a él.
— ¿Por qué? —Mark miró a Katrina confundido— ¿Por que parece que huyes de mi? ¿Por qué ni siquiera podemos ser sin vecinos?
—Yo no huyo de ti.
—Claro que lo haces, pero Mark, Dios yo iba a mantener mi distancia, pero tal vez sea el momento de cambiar, de volver a vivir, déjame ayudarte, no puedes pasar toda la vida prendado a ella, no puedes echarte al olvido por eso —Katrina se levantó y rodeo el escrito, hasta quedar frente a él— Déjame ayudarte, déjame entrar, permite ser parte de tu vida.
—Katrina, tú eres mucho más joven, hay cosas que tienes que hacer, vivir y experimentar en lugar de intentar cambiar algo en mi.
La pelinegra negó.
—No, me niego a ver cómo te acabas —la chica tomó las manos de Mark— quiero estar contigo, se que no te intereso de esa forma, pero quiero ser tu amiga, eres un hombre extraordinario, quiero que superes esto, que seas feliz, este viaje podría ser el comienzo para algo mejor.
Mark la miró a los ojos, tal vez sí se esforzaba lograría tener lo que Bianca ya disfrutaba con Liam. Pero no.
—Katrina yo...
El teléfono interrumpió aquello que Mark iba a decir y solo eso cambiaría todo lo que había planeado.
— ¡¿P...Pa...Pa-pá?! —escuchar la voz aterrada de Amber hizo que la sangre se le congelara en las venas.
Mark sintió como su cuerpo se detenía y después comenzar a trabajar a toda velocidad.