Un pastel, una sonrisa, así era como funciona la repostería Dulces Orquídeas.
En la ciudad de Tenerife España cerca de un pueblo muy transitado por turistas y mismos españoles está la conocida Pastelería Dulces Orquídeas, con sus paredes rosas claros y sus muebles con una combinación de negro y blanco, sus meseros en patines como en los conocidos años 80 y sus famosos pasteles hechos al gusto del cliente es una de las reposterías más conocidas de toda España.
Sus dulces, galletas, caramelos y pasteles son el sueño de todo niño, anciano y padres, sus barras de chocolates son tan conocidas y queridas como las mismísimas galletas Oreo que dieron la vuelta al mundo, pero a pesar de ser una exquisitez de repostería eso no fue lo que llevó a nuestro protagonista a esa pastelería, no.
El motivo por el que Ryan Hood cruzó las puertas de Dulces Orquídeas era uno muy distinto al de otros, pero el destino quiso que entrara allí, quiso que formara el caos en ese lugar tan tranquilo y quiso que conociera a nuestra adorable Leyla Norton, aquella chica tranquila y de sonrisa encantadora.
Eso, eso fue lo que atrajo a Ryan a conocer a Leyla, su sonrisa. Si Ryan tuviera que describir la sonrisa de Leyla en una sola palabra sería Paz, la sonrisa de Leyla le daba paz, algo de lo que en mucho tiempo no había podido disfrutar, no había podido tener gracias a sus tortuosos recuerdos y sus pensamientos negativos.
Leyla tampoco sabía que aquel chico extraño y de mirada perdida formaría una parte muy peculiar de su vida, pero ella solo necesitaba un empujoncito para atreverse ¿no?. Solo que ellos no contaban con un factor muy importante en sus vidas: el destino.
Pero que el destino haga que sus caminos se crucen no significa que sigan por los mismo senderos ¿no?
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Editado: 17.08.2021