"El combate se terminará apenas mis manos entren en contacto con él, si consigo copiar [Retroceso Absoluto], no puedo perder. Como siempre, piensa iniciar la pelea con [12:30] y una patada directamente a la cabeza, los débiles son predecibles".
Y entonces, 8156 dió el salto y desapareció, un segundo después, tal y como predije, reaparece frente a mí, a punto de darme con la pierna derecha. Estiré el brazo antes de que pudiera darme, así, podría asegurar el copiado.
"¡Por quedarte en tu zona de confort, condenaste tu pelea!."
Pero, justo antes de dar la patada hacia mi mano que cubría mi cabeza, volvió a desaparecer. "¿C-cómo? No puede ser posible, ¿malgastó el segundo que utiliza para volver?."
- Parece que uno de nosotros sigue siendo predecible. - Resonó su voz detrás de mí.
Aprovechando que estaba distraído, aprovecha mi desequilibrio para tirarme al suelo de un empujón.
Antes de darme cuenta, volvió al reloj marcado en el piso.
- No puede ser... Dejaste de practicar hace años... ¿Cómo...?. - Intenté preguntar entre suspiros.
- Recibí un poco de ayuda de alguien. - "¿Ayuda...? ¿Quién...?."
- Podrías matarme ahora mismo, imbécil. - Provoqué.
- Me encantaría, pero no puedo matarte de un golpe, y ya no puedo arriesgarme a acercame de nuevo. - "Se dió cuenta... ¿Desde cuándo piensa durante una pelea...?." - Espero no seas alérgico a los animales o algo así. - Se burló inentendible.
- ¿Animal...? - "No puede ser... ¿¡El animal de antes!?."
Destrozando una pared, hace aparición un bulldog del tamaño de un auto.
- Me encontré a este «pequeñín» de camino aquí. Le estaba dando una paliza a tus... Amiguitos. - "Después de todo, hasta vine por nada." - Ahora que lo pienso, ¿porqué llevas el uniforme de Humano? No me digas que es por humildad. -
El perro se acercaba cada vez más a mí, respirando tan fuerte que me costaba más levantarme.
En ese mismo momento inesperado me dí cuenta.
"No es un perro normal, por lo que, si tiene Gen Plaga...".
Antes de que ninguno pudiera reaccionar, me levante y corrí hasta tocar al animal, aumentando mi peso, pero ganando su Poder.
- ¡Idiota! Teniendo en cuenta mi capacidad física, dependo completamente de un Poder enemigo, ¡y me regalaste uno!. - "¿¡Qué haras ahora, bastardo!?".
- Genial, esto significa que tengo unos 5 minutos para ganarte... - Respondió, alargando la última palabra, viendo a otro lado y contando con los dedos.
"N-no puede ser, no pensé que recordaría que no puedo pasar de un Poder a otro, ¿en que momento se volvió tan listo?."
- Buen trabajo pequeño, - Acariciando al animal. - vuelve con tu dueño... Sea quién sea. -
"Maldición, tendré que aguantar 5 minutos con este Poder... Sé que se hace gigante pero, ¿cómo?." - ¿Desde cuándo eres tan astuto?. - Me forcé a verlo directamente.
- Desde que... Cierta persona me enseñó que es posible ganar antes de comenzar. - Respondió apuntando a su frente con el dedo índice.
- ¿Así que crees que ganaste, ¡eh!?. -
- No sabía que leías la mente. - Marcando el reloj en el suelo. - Todavía puedes redimirte, Owyn. -
- ¡Deja de llamarme así...! - Movido por la rabia, logré forzar mi cuerpo para acercarme a él.
Levantando el brazo y cerrando el puño, intento golpearlo directo en el rostro. Debido a la ralentización de mi peso, evita el ataque, y yo caigo al suelo.
- Bueno, al menos lo intenté. - Se burló.
Gracias a mi caída, tragué la tierra que había en el pavimento. "Maldita ciudad asquero...". Pero, por alguna razón, sentí mis huesos expandiéndose dentro de mí.
8156 dió un paso atrás en cuanto se dió cuenta.
"Esa... ¡Esa es la clave de este Poder!."
- Pensaste que me tenías acorralado... Pero ahora, ¡yo tengo la ventaja!. - Empecé a darle palmadas al suelo, levantando polvo y tierra a mi alrededor.
- Y el enfermo era yo... - Exclamó dando más pasos hacia atrás.
Cuando dejé de comer tierra, me levanté, con el doble de su altura, y probablemente el doble de mi fuerza normal.
- Estás enfermo en sueños infantiles, yo, ¡estoy enfermo de victoria!. -
- ¿Todavía podemos negociar la alianza?. - Deteniendo sus pasos en reversa.
- Para este punto... No dejaré que alguien más te mate. Lo haré yo mismo. -