En una habitación oscura, perdida en medio de la ciudad, se encuentra ahí a una persona.
La penumbra destaca el televisor encendido a su lado, mientras éste lee lo que aparenta ser el diario.
En el televisor, se pueden ver las noticias a todo volumen, con la actual premisa que sacude al mundo:
«Presidente del OAP, Plaga N° 1, pide disculpas por broma pesada en la radio local de Pequeña Bretaña».
- Si hubiera sido una broma, no tendría que disculparse, idiotas. - Se dice el hombre a sí mismo.
«He aquí un fragmento de lo dicho en aquella transmisión de Radio realizada hace ya casi un mes.»
Dijo la noticiera, antes de poner el audio respectivo.
- ¿No debería ser ilegal mostrar ese audio en televisión abierta?. - Volvió a hablarse a sí mismo. - Ya es la octava vez que lo escucho hoy, a pesar de que ya haya pasado un mes. -
«¡No me olviden!.»
- Esa clase de convicción no sale de cualquiera, es imposible que sea una broma. -
«¡Yo soy Markus Emit!.»
- ¿«Markus Emit»? Que nombre más estúpido. - Para este punto, ni siquiera vale la pena excusar su monólogo. - Debe ser importante para el OAP, al menos lo suficiente para intentar ocultarlo. - Se levanta del sillón roñoso en el que estaba, mira fijamente a la televisión, con la imagen del presunto culpable. - Plaga 8156... «Markus Emit»... - Sin motivo aparente, su voz se vuelve más ronca, está molesto. - Este tipo podría ser un problema a futuro. -
Alejándose del televisor, se acerca a un perchero, toma una chaqueta negra, y sale de la habitación, cerrando la puerta con fuerza.
Se escuchan los pasos de aquel hombre bajando unas escaleras, yendo a un lugar más profundo de la propia casa en la que está. Baja un interruptor, y se hace la luz.
Un cuarto más espacioso, pero con bajos niveles de limpieza.
- Deshacerme de estos será más difícil, últimamente el OAP me sigue hasta en la sopa. - El hombre toma algo del suelo. - Agh, que molestia. - Se deja ver una botella con una sustancia violeta. - Si no es idiota, él vendrá por mí. Porque tenemos a un enemigo común.
«Markus Emit...». - En el mismo suelo, se puede divisar un cuerpo humano, definitivamente, no está vivo. - Será mejor no olvidarlo.
El interruptor se lleva al lado contrario y vuelve a la penumbra de la primera habitación.
«Se han llevado a cabo investigaciones y se ha llegado a la conclusión de que, después de la transmisión de Radio, cuatro barcos habían llegado a Pequeña Bretaña, sin embargo, ninguno ha vuelto»
- Está en movimiento. Ya no dejará de moverse. -
«Ante la pregunta al respecto, N° 1 ha decidido no dar una respuesta concreta.»
- Ja ja ja... Ser tan poderoso y tenerle miedo a un mocoso... -
Una puerta se abre, el hombre no reacciona en lo absoluto.
- Que raro por tu parte el estar enojado. - Le dijo el hombre recién llegado, vestido con bata blanca y lentes cuadrados.
- Tsk, sal de aquí, vejestorio. - Respondió sin perder de vista el televisor.
El recién llegado, sorprendido, le dice: - Oh, ya veo, ¿piensas...?. -
- Teniendo en cuenta que ya ha pasado un mes, no le debería faltar mucho para llegar. - Balbucea. - No le debería faltar mucho más de otro mes. Papá, iré de viaje en tres semanas. -
- ¿Vas a...?. - Intenta decir.
- Estaré muy ocupado. - Abriendo una ventana, el más joven se prepara para saltar. - Quiero que esta ciudad esté completamente limpia para darle la bienvenida. - Desde la manga de su abrigo, un bastón hace aparición. - Jejeje... «Markus Emit», haré que mi nombre te quede grabado, - Desde la punta más lejana del oscuro bastón, una cuchilla se desliza hacia afuera, convirtiéndose en una guadaña de un brillante acero. - te quedará grabado, justo en el cuello. - Y salta, desapareciendo a media caída.
- ... Espero no haya vuelto a dejar un cadáver en el sótano. -