Shun no perdía la esperanza de que algún día lograría producir la energía para ser un inmortal, para ayudar a este mundo a ser un lugar mucho mejor, pero al paso que iba ese sueño parecía muy distante. Dieciocho años han pasado, desde que lo abandonaron siendo un bebé, el maestro Hiroki lo recogió y se dedicó a entrenarlo, para convertirlo en un inmortal, pero a la edad de seis años se descubrió que no tenía habilidad para generar la energía interna.
Su maestro no se rindió estaba seguro de poder ayudarlo a producir energía interior, pues ya lo había logrado anteriormente con cuatro de sus discípulos más antiguos, no obstante, pasaron los años y Shun no pudo generar la energía interior, todo el conocimiento, los entrenamientos físicos y mentales no realizaban efecto en Shun. Su maestro dejo de insistir en alguien que no era capaz de hacerlo, pues lo había intentado nueve veces cada una con un procedimiento diferente y nada parecía servirle, al ver que simplemente no podía hacerlo dejo de insistir, proponiéndole dos cosas una irse al mundo mortal y vivir como uno de ellos o quedarse como uno de los sirvientes del santuario.
Shun decidió quedarse con la esperanza de `poder convertirse en un inmortal, a pesar de que era un sirviente, constantemente humillado por los que alguna vez fueron sus compañeros no dejo de seguir insistiendo en convertirse en un inmortal. Todos los días trabajaba como sirviente y en secreto entrenaba intentando acercarse a su propósito, pero nunca podía hacerlo incluso llego a momentos que, él mismo pensó que era una pérdida de tiempo insistir en algo que no era posible y que lo mejor era volver al mundo mortal y en esas ocasiones que estaba partiendo fue su maestro se acercó para intentar otra forma. Siendo inútil como siempre. Y su maestro desistió de una vez, no era posible.
—Controlen su respiración y sincronícenla con su energía interior —hablo el maestro Hiroki.
Todos los estudiantes estaban envueltos en un aura verde, todo el lugar estaba cubierto de energía, desde lo más bajo alguien miraba aquello con asombro y también con envidia deseaba estar ahí, peor no era posible. La energía que generaban los ayudaban no solo a volverse inmortales también a mantener el equilibrio del mundo.
—Prepárense —dijo el maestro.
Sus manos unidas se movieron sin separarse en sus direcciones dos veces levantando sus manos toda la energía que habían generado regreso a su interior. Esa energía era la que mantenía al mundo, solo un inmortal completo podía generar mucha energía, para mantener el equilibro del mundo.
—Esta es la lección de hoy practíquenla —hablo el maestro levantándose para custodiar el progreso de sus estudiantes.
—Maestro —Lin se acercó a él.
—¿Sucede algo Lin? —pregunto.
Ella miro hacia abajo donde seguramente seguían Shun intentando hasta lo imposible, para que su maestro lo vuelva intentar.
—Es sobre Shun —dijo con pesadez.
—Ese sueño, todavía te inquieta —dijo su maestro. Ella asintió —el señor de la nada. Es un nombre algo ostentoso, ¿Por qué piensas que él será quien destruya el mundo?
Ella se acercó al filo de la montaña y vio que todavía seguía ahí de rodillas —ese sueño fue tan real. Shun y esos tres guardianes eran reales, la batalla que desataron en ese lugar fue como nunca antes. me atrevo a decir que ni siquiera los doce inmortales podrían equipararse ellos juntos. No talvez ni siquiera contra uno solo.
Su maestro noto el temor en sus palabras, nunca antes la había visto de esa manera —no hay nada que los doce maestros juntos no podamos hacer —dijo acercándose a ella —incluso con uno de nosotros somos capaces de dejar seco este mundo —Lin no respondió —pero talvez lo que ese sueño te dijo es que no debemos enseñarle a él a cómo generar la energía de su interior. Si lo que dices es cierto. Es probable que Shun se embriague con el poder que puede generar y ese sea la razón por la que se convirtió en el señor de la nada como dices.
Lin hizo memoria de lo que los tres guardianes le dijeron.
~Sera expulsado, perseguido y perderá sus dos soles de su oscuridad.
—Supongo puede tener razón maestro. Los guardianes me dijeron que iba a ser expulsado, seguramente porque se embriago con el poder, entonces si sería justo que no le enseñara, a generar la energía interior. Sin embargo, si usted lo guía correctamente, podríamos evitar ese futuro —comento Lin.
—Su tenacidad es impresionante —dijo el maestro Hiroki mirando hacia abajo —lo intentare una vez más, pero a cambio quiero que me digas más sobre ese sueño.
Lin sintió un alivio —clara que si maestro —respondió ella alegre.
Su maestro sonrió y volvió la vista hacia abajo notando como Shun se levantó cayendo contra el suelo —continua con el entrenamiento —dijo bajando de la montaña llegando con Shun.
Estaba en una alta fiebre, lo levanto y lo llevo a la cámara de recuperación. Dejándolo descansar, pidió que lo atendieran correctamente. Llegada la noche el despertó encontrando a su maestro sentado bebiendo una taza de té.
—Maestro —dijo con la voz débil.
—Despertaste —dejo su taza en la mesa acercándose a él, poniendo su mano en la frente —la fiebre bajo.
—Usted me curo. Se lo agradezco maestro —respondió Shun.
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inmortales y poderes, batalla entre luz y sombras, profecía de destrucción
Editado: 24.04.2024