La profecía

Capítulo 4. La inteligencia puede ser peligrosa.

Airtya:

—Cuidado con tus libros, nerd — siento como estos abandonan mis brazos en un segundo, para después verlos caer al suelo.

Recojo mis pertenecias tan rápido como mis pequeñas manos me lo permiten, una vez lo hago, camino sin mirar atrás.

Estoy tan harta de esto, quisiera poder golpearlos algún dia, miro unos maestros charlando a lo lejos.

Perfecto.

¿Que necesidad tienen de hacer sentir mal a otros que dan lo mejor de ellos para hacerse un hueco en este cruel mundo donde si no demuestras que tienes la capacidad para adaptarte, te deshechan como basura?, de pequeña siempre escuchaba a mi madre decir: "los que no trabajan, no comen", ella murió hace 3 años, trabajó incansablemente hasta el último de sus días, para traerme el alimento a la mesa.

Muerdo mi labio inferior y paso saliva por mi garganta, tragandome el nudo que se estaba formando en ella.

La extraño tanto.

—Hey, ¿quien te crees para ignorarnos? —pregunta una de mis abusadoras.

—¿Una persona normal que no se detiene a pelear con gente que no le va a poder seguir el paso, ya que una persona como tú, que su coeficiente intelectual es de 80, no le va a seguir el paso con buenos argumentos? — suelto mi veneno.

Si hay algo que me define es que no me dejo amedentrar por nadie, podré ser muy débil fisicamente, pero eso no me quita el placer de ganarle en las discusiones a todo aquel que osa tener una conmigo.

—Ah, ¿te crees que tienes el derecho de responderme, rata asquerosa?— se acerca peligrosamente hacia a mí.

—Ah, ¿te crees que tienes el derecho de abusar de los demás? — contraataco—. ambas sabemos quien es más inteligente aquí — la miro como si fuese un parásito.

Eso son los abusadores, unos parásitos en la sociedad que si no hacen sentir inferiores a los demás, no pueden vivir felices. Ojalá se pudran.

—¿Pero que mierd—se corta al darse cuenta que los maestros han visto todo.

Festejo internamente mi triunfo, siempre voy un paso más adelante que todos. Aveces la inteligencia puede ser un arma muy peligrosa.

—Hasta que se da cuenta de nuestra presencia, señorita Hope — habla la maestra Paula.

—Y-yo — mueve sus manos desesperadamente, señalandose a ella misma y a mí — E-esto no es lo que piens— la interrumpen de nuevo.

—Lo hemos visto todo — oir de la boca del maestro Daniel esas 4 palabras, me hace sentir tan bien, él no es conocido por ser alguien que se toma las cosas a la ligera, cuando hay algo mal y se percata de eso, no descansa hasta darle fin.

—Ella tiene la culpa —me señala tontamente.

¿No se da cuenta que ya todo está perdido para ella?

—Acompañeme con el director Pol, debemos informarle de su inaceptable comportamiento— ordena la maestra.

Ella niega con su cabeza anonadada, que cansancio me produce su terquedad.

—Señorita Airtya, hagame el favor de incorporarse como lo hace normalmente a sus actividades escolares, y cuando hayan terminado las clases, venga a dirección para darle lo detalles de lo que va a ocurrir con la señorita Hope— informa el profesor Daniel.

—Claro— asiento mostrando una actitud dócil en un intento por darles una buena impresión, como siempre hago con todos los docentes.

Giro para encaminarme en dirección al aula 13, donde tengo la primera clase.

 

***

Estiro mis brazos por sobre mi cabeza. Por fin han terminado las clases y puedo saber lo que le ocurrió a la bella de Hope. Sin más dilación, camino hasta la dirección, al entrar me topo con la secretaria del director.

—D-disculpe, el maestro Daniel me dió instrucciones de venir aquí en cuanto las clases terminaran — hago uso de un tono suave y finjo temor.

Ella levanta la vista de su vieja computadora y en un segundo puedo ver el reconocimiento surcar todas sus facciones.

—Oh, cariño, no tienes nada que temer — avanza hasta ponerse en frente mio al ver mi fingido temblor.

—Gracias a dios que no, no quisiera manchar mi expediente — suelto una verdad —, ¿sabe si él se encuentra aquí?

Ella asiente muy energicamente para la edad tan avanzada que tiene.

—Pasa, te aseguro que esta esperandote dentro.

Le hago caso y al tomar con una mano el pomo de la puerta, la giro esperando abrirla pero algo no me permite cumplir con mi cometido. La puerta se abre dejando ver a una chica muy agradable visualmente y de cabello castaño. Creo que la conozco. 

—Espero que no se vuelva a repetir otra vez esto, Sanae — pronuncia la voz del director.

—Ajá — responde secamente.

Me hago a un lado para que pase, al escuchar su nombre me di cuenta, es la chica que no hablaba con nadie en la escuela, hasta que Jayt se acercó a ella.

Todos en la escuela sabíamos que él se le había acercado con el único propósito de llevarsela a la cama.

Pobrecilla.

Pasa tan rápido como una flecha y sale de la dirección manteniendo la misma velocidad.



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En el texto hay: humor, dioses, amorverdadero

Editado: 30.06.2018

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