La promesa de las almas (mini trilogía)

⚜️Cap. 3 Revelaciones⚜️

 

Al bajar de Angus sintió una mirada como si alguien le estuviera observando, volteando hacia la plaza observo a todas las personas quien la podría estar observando cuando entré todas ellas encontró quien la miraba, parecía algo irreal, Gilbert parado entre toda la multitud le brindaba una gran sonrisa – Pero que – dijo entre susurros Elizabeth ante el asombro. Todas las personas parecían no percatarse de la presencia del joven, era como si ellos no lo vieran, incluso cuando este tenía ropa y piel en tonos azules, las personas lo atravesaban sin problema – ¡Gilbert!! ¡Gilbert!! – exclamó para terminar corriendo hacia él, su mente estaba confundida, pero su corazón ignoraba todo – Tengo que llegar a él – decía en su mente – Tras verse imposibilitado el paso por la ajetreada gente, cuando por fin pudo llegar al lugar se llevó la gran sorpresa que el joven ya no estaba – Sé que lo vi – decía – No fue mi imaginación, yo lo vi, tiene que ser real – tras unos segundos logró recuperarse y volver a donde estaba Angus para llevarlo a la parte trasera de la biblioteca a un pequeño establo – Sr. Raymond, ya llegué – exclamó la joven entrando a la biblioteca, que a pesar de ser enorme su interior era cálido.

 

-        Estoy aquí Elizabeth – contestó el Sr. Raymond desde el último cuarto quien se hallaba sentado en un cómodo sofá al lado de la chimenea.

 

-        Con que aquí está – sonrió la joven ya acercándose a la habitación – Dígame, ¿Le gustaría pasar nochebuena junto a mi familia? Mi padre dijo que lo esperaba en la mansión, pero necesitamos volver pronto antes de que llegue la tormenta, lo aguardan los regalos de Edmund y Arnold – sonrió amable.

 

-        Gracias, pero no pequeña, dale mis agradecimientos a tu padre, me gustaría pasar nochebuena leyendo libros y recordando a mi querida Amelia – agradeció amable el Sr. Raymond, un viejo de ya de 70 años de ojos grises, piel blanca cubierta de arrugas y cabello repleto de canas, desde hace 9 años que falleció su esposa de un paro cardíaco se refugió en sus recuerdos con ella y en la inmensidad de libros de su biblioteca, gracias por la invitación de cada año, pero como siempre saben que los visitare mañana a primera hora, Ohhh!! antes de que lo olvide, tengo un regalo para ti, espero que te guste – expuso alegre mientras tomaba unas cosas de la mesa de al lado del sofá. 

 

-        No debió de molestarse – le agradeció Elizabeth – también tengo algo para usted – sonrió a medida que desempacaba de su morral una bolsa con galletas, un termo con chocolate caliente y un par de chuletas de cordero y los ponía en la mesa central – Y por supuesto también le traje un regalo, feliz navidad Sr. Raymond – exclamó mientras le entregaba un reloj de bolsillo acompañado de un libro que ella había escrito - No es mucho, pero espero que sea de su agrado. 

 

-        Muchas gracias Eli – le agradeció mientras tomaban los obsequios con una mano y le extendía la otra con los regalos para ella – No es nada ostentoso, pero creo que te gustarán – sonrío el anciano desde su lugar.

 

-        De hecho, me encantan – agradeció eufórica la joven – Son hermosos – reconoció al notar los pequeños detalles de rosas en la pluma y diario 

 

-        Sabía que te gustarían, pero eso no es todo, toma – extendió un libro – Ayer llegaron nuevos libros, este se llama Tinieblas, leí el prólogo, creo que te gustará. 

 

-        Muchas gracias, pero díganme algo ¿Aun sueña con la señora Amelia?

 

-        Claro, desde la noche del 23 al 31 de diciembre sueño con mi querida Amelia, desde que murió ella me visitan mis sueños para estas fechas, aunque sea por poco tiempo puedo estar con ella, siempre me dice que me ama y que me esté esperando, así que durante este último año estuve investigando, mira – dijo mientras se ponía de pie y se dirigía a un estante para tomar varios libros y cartas – hace 15 días recibí dos cartas una de la Baronesa Evelina de la ciudad de Forth y otra del Vizconde Elior del estado de Thur, ambos aseguran sentir la presencia de sus familiares, que ya fallecieron e incluso verlos y platicar con ellos.

 

Mientras Elisabeth permanecía sentada en el piso a un lado de la chimenea sin poder contener su asombro el Sr. Raymond se volvió a poner cómodo en el sofá para seguir explicando.

 

-        En el caso de la Baronesa su hijo de 7 años murió hace 3 años, en la carta explica que por las noches de 24 escucha las risas de su hijo y lo ve buscar y jugar con sus obsequios bajo el árbol de Navidad, por su parte el Vizconde perdió a su hermano mayor por una herida de bala y asegura que al término del año mientras duerme su hermano lo visita en sus sueños y le aconseja sobre asuntos políticos y lo más sorprendente es que ambos coinciden con las fechas ambos dicen soñar con ellos desde la noche del 23 al 31 de diciembre.

 

-        ¡¡Yooo!! La verdad no sé qué decir o qué pensar, todo esto es tan... tan extraño y fascinante – dijo Elizabeth poniéndose de pie y caminando de un lado al otro – tal vez lo que acaba de suceder también tiene que ver con eso.

 

-        Lo que acaba de suceder – pregunto algo confundido el Sr. Raymond y Elizabeth procedió a explicarle desde que soñó con Gilbert hasta lo recién vivido en la plaza – Vaya, eso tiene mucho sentido, mira estos libros los mande a pedir hace 3 meses a la biblioteca del Ziur en la ciudad del Lost casi al otro lado de la ciudad.



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En el texto hay: romance y fantasia

Editado: 16.03.2024

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