La Propuesta

La Despedida

Cristhian se ve frente al espejo con traje y corbata. Sale de su cuarto, vive en un pequeño apartamento de dos habitaciones, su amigo Víctor lo espera en la sala.

-Amigo en algún momento tendremos que hablar de todo esto – le dice Víctor.

-No hay nada de qué hablar.

-Siempre te gusta hablar de todo, guardarte estos sentimientos no es bueno.

-No hay nada que yo pueda hacer, ella ya está muerta

-Si lo sé, pero no te culpes ¿sí? – le dice dándole una palmada en la espalda – a su tiempo lo superaras y estaré aquí para lo que necesites

-Gracias, pero intentemos hablar lo menos posible de esto.

-De acuerdo.

Ambos de traje salieron del apartamento y caminaron hasta el ascensor, el apartamento queda en el decimo piso, se escucho un sonido que anunciaba que el ascensor había llegado, primero entro Víctor y luego Cristhian.

- ¿No se te queda nada? – dijo Víctor mientras presionaba el botón para ir el piso uno.

-Creo que no

- ¿Y tus padres?

-Nos veremos allá.

- ¿No has hablado con ellos?

-No, creo solo he hablado contigo.

- ¿Y con los padres de ella?

-por teléfono, escuche como se les quebró la voz por teléfono – Cristhian dio una pequeña pausa – mejor no hablemos.

El ascensor quedo en silencio y solo lo interrumpió el sonido que anunciaba que ya estaban en el primer piso, las puertas se abrieron y ambos salieron. Caminaron hasta llegar al parqueadero, en el lugar en el que siempre Cristhian estacionaba su coche esta el coche de Víctor un auto azul dos puertas.

- ¿Puedo conducir? – pregunta Cristhian.

-No sé si esa sea una buena idea – respondió Víctor.

-Puedo conducir no te preocupes.

-Mas vale que sea verdad – dijo Víctor mientras le lanza las llaves.

Cristhian entro al coche y puso la llave, paso por su mente como vio a Lucia muerta al lado de él.

- ¿Cris?

-Dime – dijo algo extrañado.

- ¿Todo bien? Puedo conducir yo.

-No todo está bien, tranquilo.

Cristhian encendió el auto y condujo hasta la portería que se empezó abrir lentamente.

- ¿Sabes dónde es? – Pregunto Cristhian

- ¿No sabes dónde es?

-Sé que es hoy.

- ¿Cómo es que no sabes?

-Lo están planeando sus padres.

- ¿Y?

-No he hablado con ellos.

-Bien pues llama los ya.

-No ¿Qué les diré?

-En donde es.

-Me preguntaran como estoy o como fue que paso, no puedo lidiar con eso ahora.

-Bien ¿tus padres deben saber dónde es no?

-Supongo.

-Llama los.

-Lo podrías hacer tu? No quiero a hablar con ellos ahora.

-Bien – dijo extendiendo la mano – dame tu teléfono.

Cristhian saco su celular del bolsillo y se lo entrego a Víctor. El busco el contacto en el celular y llamo.

-Hola… No, soy Víctor… si cuanto tiempo… estoy con él, ya vamos para haya, pero estamos algo perdidos… si nos puedes dar la dirección… muchas gracias.

Cristhian cuelga el celular y lo pone en la guantera.

-En una iglesia por el centro.

-Bien.

-Yo te guio.

Luego de unos treinta minutos llegaron a la iglesia, estaciono el auto y ambos bajaron. Caminaron en silencio hasta la entrada y ahí los recibió los padres de Lucia que tenían una expresión muy triste que intentaban ocultar con poco éxito.

- ¡Cristhian! Hola – dijo María la madre de Lucia.

-Hola.

- ¿Dónde has estado?

-Necesitaba estar solo, lamento todo lo que paso.

-Lo sabemos.

Cristhian guardo silencio.

- ¿Puedes decirnos que paso esa noche?

-Pues esa noche le pedí matrimonio – Cristhian hizo una pausa para no llorar – y acepto, pasamos un rato y luego íbamos a casa y sucedió eso.

-Cristhian eres un buen chico.

-Gracias, si me disculpan tengo que ir al baño.

Cristhian camino hasta la iglesia la cual apenas tenia pocas personas ya que aún faltaba tiempo por iniciar. Camino a un paso rápido hasta otra entrada que daba a la calle, a una zona en la que no había nadie, se recostó sobre una pared y tapo su cara con sus manos y dio un gran respiro y se dijo para el mismo “Todo esta bien”. Víctor salió por la puerta y vio a Cristhian.

- ¿Necesitas un minuto? – Pregunto Víctor

-Solo unos segundos ya voy a entrar.

-Claro amigo.

Cristhian dio otro respiro y volvió a entrar a la iglesia.

-Vaya esto se lleno en un instante – le dijo Cristhian a Víctor.

-Si, bueno a nuestros asientos.

Cristhian siguió a Víctor hasta una de las primeras bancas de la iglesia, se sentaron justo al lado de sus padres los cuales no había visto en un buen tiempo.

-Hola hijo – dijo su madre mientras se paraba para darle un abrazo.

-Hola, mamá.

-Hola hijo – dijo su padre extendiéndoles su mano para un fuerte apretón.

Todos se sentaron y comenzó la ceremonia. El padre hablo para luego invitar a los que quisieran decir algo sobre Lucia, su padre y madre lo hicieron. Luego se quedo todo en silencio esperando al próximo.

-Cris tienes que hacerlo – le dijo su madre.

-No lo sé mamá.

-Créeme es importante que lo hagas.

-Está bien.

Todo estaba en silencio, Cristhian se levanto de su puesto y camino lentamente hasta donde se encontraba el micrófono, solo se escucharon sus pasos, todos lo siguieron con sus miradas, cuando llego cogió el micrófono algo nervioso.

-Hola – dijo Cristhian a todos en la iglesia – yo soy Cristhian fui novio de Lucia seis años y esto es algo que muy pocos saben es que ese día pedí su mano, lo pensé mucho tiempo y ese día fue el que escogí para eso, y acepto, jamás estuve tan feliz en mi vida – hizo una pausa – para luego experimentar el peor dolor que e sufrido en esta vida – Bajo su mirada como si pensara – Lucia era una gran mujer, era amable, cariñosa, se preocupaba por los demás, ella no merecía esto, ella merecía una vida larga y llena de alegrías – Cristhian dejo el micrófono en la base y fui hasta su asiento lo más rápido que pudo.



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En el texto hay: romance drama, sufrimiento y amor

Editado: 31.01.2023

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