Yago
El vestido blanco le resaltaba en su piel, los guardias siempre a su costado y atrás de ella. Aura sostenía la copa de champagne, mientras sonreía con una sonrisa de oreja a oreja y con los ojos aguados a todos los invitados.
Sabía que el teatro de mi hermana ya había empezado.
—¿Qué haces?
Preguntó Tayden al ver los bocadillos que traía en un plato junto con una copa de champagne.
—Lo bueno estás por empezar así que prepárate.
Alcé mi copa a mi hermana, que al verme respondió con una gran sonrisa.
—Gracias a todos por venir —sonrió—. Y acompañarme en esta nueva experiencia, tan alegre para mí.
Borró su sonrisa al instante.
—No claro que no, a quién engaño —habló—. Me duele los músculos de la cara por fingir una sonrisa. Mi padre me está viendo molesto y con el ceño fruncido, alguien que le diga que se relaje, no te tienes que preocuparte soy la reina ahora tú deber acabó. Sabías que hacer eso hace que envejezcas más.
No contestó.
—Con más razón debes dejar de hacerlo.
Algunos rieron otros no, Rodrick rio incómodamente lo que causó una burla de Aura. Alzó su copa en señal de brindis haciendo que todos los presentes la acompañaran.
—Quiero brindar, por aquellos que no están, por personas a las cuales le arrebataron su vida y uno de ellos su alteza mi hermano el Príncipe Aarón.
» Aunque no esté con vida, su alma sigue con nosotros. Haré pagar a todos aquellos que le arrebataron su vida y que mejor que empezar por el rey Rodrick.
Lo miró con una sonrisa, mientras este quedaba sorprendido en su lugar.
—Algún día todo el telón del teatro que hacemos se cae, mostrando a los verdaderos personajes detrás de todo el papel que jugamos.
Ella rió con cinismo.
—Vamos a contarle a los presentes el arduo trabajo que me costó descubrir todo esto y lo duro que fue estar fingiendo una sonrisa con el asesino de mi hermano.
Los guardias se pusieron tras de él sin tomarlo.
—Brindemos porque todo tiene un principio y un final.
Habló seriamente sin quitar su vista de él.
—Les contaré una historia.
» Había una vez, una bella chica, que obviamente soy yo. Un día sin explicaciones su hermano muere en una emboscada, él no tenía enemigos así que todo fue confuso, pensaron que fueron pobladores que no estaban de acuerdo con las normas. Los periódicos culparon a la muchacha de traición, para que así ella pueda tomar el trono, que curioso ¿no? Así que el caso del príncipe quedó inconcluso, con una gran duda entre algunos. Y ¡oh! Qué casualidad que justo presenten al príncipe Rodrick como él prometido de la próxima reina, ¿casualidad o trampa? —suspiró—. Porqué ser rey de dos reinos cuando ya tenías uno ¿avaricia o destino? Vamos a suponer que fue el destino, pero entonces ¿también estuvo en tus planes matar a la reina luego de casarse y que te coronen? ¿hubieras matado a su alteza el príncipe Yago si él tomaba el poder?
Todos quedaron en silencio escuchando atentamente.
—Déjame contestar por ti, porque esa respuesta ya me la sé, cariño.
» Sí y sí. Pero ¿por qué? Simple. Tierras, corona, avances, lujos y todo eso en un solo reino. Me sorprende lo inteligente que fuiste, matar al futuro rey, casarte con la hermana que heredó el trono y manipularla como quisieras, respaldarte en el príncipe porque si salía algo mal era tu único escape de toda tu enredadera. Hay que darte créditos, fue inteligente tu jugada y lo acepto me sorprendió ese modo tuyo de pensar. Y sí, este siempre fue mi teatro. Un teatro que sabían algunos miembros del consejo, estos guardias que vez acá —los señaló— y mi hermano.
Alcé mi copa y me di a mostrar frente a él.
Tayden a mi costado nos miraba sorprendido.
—¿Tú sabías de esto?
Preguntó.
—Es mi hermana, soy el primero en enterarme sobre sus planes.
—No lo puedo creer.
—Sí, yo al principio tampoco.
Mamá se acercó al frente con la mejilla mojada.
—Lo lamento por aquellos que les dolió. Lo lamento mamá.
Suspiró.
—Pero algo salió mal en tu plan Rodrick, estabas tan ciego que no veías como eras perseguido por nosotros y sin querer te metiste a una cueva sin salida.
» No consideraste varias cosas. ¡ESTAS BAJO MIS GUARDIAS, ¡BAJO MIS REGLAS, BAJO MI REINO!
Gritó tan fuerte que tuve miedo por él.
Ella estaba tan enojada que se notaba a miles de distancia.
—No puedo creerlo es la primera vez que digo y hago esto
Chilló con una falsa emoción.
—Guardias —levantó la mano, canturreando dijo: —. ¡Arréstenlo!
Lo agarraron arrastrándolo mientras este forcejeaba.