Eran las 8 de la mañana sentada en mi computadora jugando a los videojuegos de repente escucho el sonido de la puerta, bajo lo más que puedo asomándome a abrirla puerta.
―Hola carito―sostuvo mi mejor amiga alegremente.
―ay, hola mariana ya volviste― sostuve yo, mínimamente sorprendida con las fuerzas que me quedaban de que ella volvía de su viaje.
Con una voz común, un poco deprimida ya mi vida no tenía sentido.
― ¿qué te pasa?―exclamo ella mirándome a los ojos, mientras se ataba su pelo moreno. Con un aire novedoso.
―no le encuentro sentido a mi vida, todo es igual de que sirve― Sostuve yo con una mirada penetrante en el suelo, con un corazón destrozado.
No me importaba decir la verdad nada, iba a cambiar.
― Bueno solo te voy a dar esto. (Entregándome una flor)
―Es un clavel esto formara parte de lo que tengo pensado para vos―Sostuvo ella con un tono misterioso y atrayente al mismo tiempo.
― Para mí, olvídate nada me alegraría ya el día.―Ciertamente mi destino parecía ya estar sellado.
―ahora sígueme _ mientras me toma de la mano y me gala para afuera, mientras todo el viento parecía cerrar la puerta bruscamente.
― ¡yo la cuidare no se preocupen!_ parecía gritar desde ventana, mientras me llevaba.
Mientras me llevaba a caminar notaba como estaba cada vez más lejos de mi hogar, en un momento nos detenemos frente a un templo con unas cruces a sus ventanas, una puerta de mármol marrón, se sentía un aroma a tranquilidad como el de una flor cuando florece.
―no tengo ganas de rezar por favor, ya me quiero ir y hundir en mi miseria―sostuve sofocada en completa agonía y miseria
―ya basta (mientras me da una cachetada) ¿Por qué estas así contame?_ mientras me señala la mano en un árbol queriendo que me siente en esas ramas marrones las cuales estaban rodeadas de flores.
―está bien, todo empezó hace un mes, mientras vos estabas de viaje yo me sentía agobiada en eso me dirijo al vecino Matías para invitarlo a pasear, el acepto en medio del paseo no pude evitar ver lo galán que era, sus ojos color azules me quede enamorada de él .Al siguiente día el me invita a salir otra vez y no dejo de coquetearme en todo el día, era el chico indicado verdaderamente lo tenía todo daba los mejores besos y decía siempre palabras indicadas y cocinaba de forma extraordinaria―mientras me pongo a llorar en el hombro de mariana.
― ¿pero qué pasó?―sorprendida me da palmadas en la espalda.
―bueno al día siguiente me vestí con mi mejor vestido rosa, me peine bellamente con la planchita, puse por primera vez después de tanto tiempo la cruz que me regalo mi tío( era una costumbre usarlo cada cumpleaños suyo) y al tocar la puerta de él, me abrió y me dijo sos hermosa y todo pero nunca sería novio de alguien que carga con esta cruz, mientras se reía de mí, solo me fui sin más nada que hacer, allí llegando a mi casa me encuentro con noticia de que mi primito estaba demasiado enfermo en santa fe y nos iremos de viaje en dos días, ya todo va mal y con todo eso lo único que encontré es jugar en mi computadora.
―Lo siento caro―Mientras me abraza fuertemente.
―Debe ser difícil tener que alejarte, de todos tus amigos y en especial de único amor que tuviste más que nada de tu hogar es como empezar una nueva vida.
― ¿pero sabias quien tuvo que empezar una nueva vida?
― ¿no quién?
No comprendí a que se refería, solo me invito a levantarme nuevamente mientras me hacía entrar en el templo .Al entrar allí había unas imágenes pegadas por varios lado de un templo grande.
― ¿Qué es esto?
―El templo de Jerusalén lugar donde Jesús y Nicodemo tuvieron una charla, bastante enfocada en lo que te sucedió a vos.
―pero para comprender mejor lo que tendré que decir, quiero les saque foto a estas imágenes con tu celular.
No comprendía que pasaba, simplemente tome mi celular y salí hacia afuera.
―carolina sos una persona hermosa de verdad, Recordas cuando nos conocimos vos me invitaste a formar parte de tu grupo de baile, casi ni te podía seguir el ritmo.
―seguirme.
Aun no comprendía a donde me llevaba solo me puse a cantar mientras caminábamos, cantar era algo que me encantaba y mariana nunca le había molestado, creo que cantar era algo que sentía que nadie me podía quitar. En eso escucho suena el celular de mariana.
― sí, dale ya voy para allá.
― ¿Te vas?
―No vamos .Las dos eso forma del viaje este.
Solo la seguí no comprendí a donde me quería llevar, solo sabía que sin importar lo que fuera, no se iba a ir el dolor que sentía en mi interior.
En eso llegamos a lugar parece era una parroquia, la verdad no tenía ganas me estaba a punto de ir, hasta que escucho conversación de mariana con un señor.
― por fin llegaste ¿crees poder cantar?
―Yo toco no canto, lo siento, ¿y la chica que vino con vos?
―Está demasiado mal, no creo pueda.
No lo podía creer, mira hacia el frente y veo una gran cantidad, la verdad aunque este mal no creo que deba dejar de lado esto. Dirigiéndome hacia mariana y el señor firmemente.
― Yo lo hare
― ¿pero? (sostuvo mariana)
―Pero nada, me necesitan y lo hare.
―Sé que estamos necesitando pero segura podes cantar por lo que dijo tu amiga no estoy segura.
La verdad no estaba segura, yo tampoco solo respire hondo y comencé.
―Junto a ti María. Como un niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi caminar―Comenzó a cantar ella.
― ¿cómo sabias esa canción? (sostuvo mariana)
―Ay, si disculpa, esa canción cantaba siempre mi mama, cuando yo era pequeña, no podía dejar de escuchar.
―bravo bravísimo, seguro podrás vallan para allá _ sentándose en un lugar.
La verdad no podía creer lo que iba a hacer pero sentía que algo en mi corazón cambiaba, algo diferente como si miles de guerreros en mi corazón lucharan contra otros por algo mejor, el coro por así llamarlo, salió todo genial.