La reyna mitica

Parte 2

Me quedo pensando en todo lo que este chico a dicho, sé que en algún momento tendré que ponerme a pensar en todo esto, pero ahora solo quiero saber que puedo dar de mí, y si más tarde despierto abre disfrutado de todo esto.

-Bueno enséñame como sacar los poderes que tengo. -se nota a millas mi sarcasmo, pero veamos.

Él se acerca a mi viene a paso lento, y yo solo observo, cuando está demasiado cerca de mí se detiene y me pasa su mano por el pelo, casi cariñosamente, pero de repente me da un fuerte golpe en la espalda que me manda al suelo de inmediato.

- Pero ¡¡¿qué haces maldito fenómeno!? -le grito aun desde el suelo, me pego muy fuerte el estúpido.

-Ves no estas durmiendo, deja de comportarte así, sabes que no te estoy mintiendo, muy en el fondo sabes que no eras una persona normal.

-Bueno, pero no tenías que pegarme animal. -le digo indignada, el medio sonríe y me alienta a levantarme con un movimiento de cabeza.

Me levanto en silencio y lo sigo, vamos hacia el lago tal parece, es muy hermoso, la verdad.

-Bueno ya que puedes controlar el agua has tu trabajo controla el agua. -me dice el muy estúpido ese

-Y como se supone que voy a hacer eso fenómeno.

-Tu deberías saber y ya deja de llamarme así o no te va a gustar lo que voy a hacerte.

-Y que vas a hacer eh? -lo reto mirándolo fijamente.

-Pues are esto. -se me acerca y de pronto siento mis pies muy fríos, cuando miro hacia abajo tengo dos bloques de hielo en mis pies y no los puedo mover.

-Quítame esto maldito fenómeno. -le digo enojada

-No lo are hasta que te disculpes. -me dice con una sonrisa malévola.

-Jamás me voy a disculpar.

Pero ya me estoy arrepintiendo, porque el hielo sube un poco más a cada segundo ya lo tengo por la cintura, pero que mierda, siento que se me congela el cerebro, por dios.

-Discúlpate Katia.

-Jamás maldito lunático.

-Pues buena suerte, no te vas a morir, pero te dejare un rato hay para que sientas lo que hace el orgullo.

El hielo me está subiendo por los labios y ya no puedo ni hablar.

De repente se pone una capa de cristal en mis ojos, ya me voy a morir y ni siquiera voy a descubrir mis poderes, me resigno, esto me va a enseñar a no confiar en ningún loco desconocido.

De repente siento un vacío en mi pecho, y una energía que sobre pasa los límites, aun no sé qué pasa y porque sigo viva la verdad.
Pero de pronto todo es oscuridad en mí, me vienen algunos recuerdos de las chicas de la escuela humillándome, y todo eso se junta con la humillación que me ha hecho este maldito animal, el enojo de todo eso combinado hace que explote literalmente.

Solo puedo ver la cara del inútil fenómeno que me congelo hace un momento, cuando logro descongelarme me lanzo encima de él soltando un grito desgarrador.

El se sorprende, aunque no tengo idea de porque,  pero eso no dura mucho porque inmediatamente observo mis manos y están encendidas, abro mucho los ojos, y me quedo estática, que es esto.

Cuando miro a Nathaniel él tiene una sonrisa cómplice, yo me rio y muevo mis manos, pero dejo de reír cuando una bola de fuego sale de mis manos y cae en un árbol, me asombro mucho más.

-Nathaniel es real? ¡¡Es real Nathaniel!! -le grito y me lanzo a abrazarlo sin pensar y es la primera ves que lo ve riendo de verdad, es una sonrisa muy hermosa, pero el momento se descongela al instante en que me doy cuenta de lo que está pasando.

-Lo siento, ¿eh... bueno que sigue? -pregunto, aun medio avergonzada de haberme lanzado de esa manera.

-Bueno teniendo en cuenta que estábamos por el elemento agua y liberaste el fuego vamos a practicar este y luego buscamos tu agua.

-Claro que aremos entonces?

-Tienes que controlar tu fuego, tener un propósito por el cual lo vas a utilizar y como lo quieres, tu lo controlas le das la forma que quieras, no te limites, y trata de no matarme por favor. -me lo dice serio, pero sé que está bromeando, no tenemos tanto tratando, pero ya nos estamos entendiendo, creo y eso espero.

-ok empecemos. -le digo con media sonrisa.

Pasamos lo que resta de la tarde entrenando, he aprendido a hacer formas con el fuego, puedo crear una barrera, y otras cosas muy lindas, ya casi es son las seis de la tarde cuando Nathaniel decide que ya nos vamos, el se ha soltado un poco conmigo y la practica no ha sido aburrida, me conto cuyo poder es el agua como ya sabía, he hicimos un enfrentamiento, claramente me gano pues él tiene más practica que yo.

De camino a casa vamos hablando el me conto que veinte años, su padre murió en el día en que yo desaparecí, murió defendiendo los suyo, desde entonces, el ha cuidado fielmente de su madre.

Me conto también que desde que yo toque la rosa, el fue enviado por su madre personalmente a entrenarme, ella hasta ahora ha sido la única que sabe de mí, y quieren mantenerlo en secreto por mi seguridad.

-Oye y porque no nos teletransportas como hiciste cuando llegamos? -pregunto, porque estamos muy lejos y está casi anocheciendo.

-Porque es entretenido hablar contigo, la verdad es que pensé que serias una molestia.

-Si lo soy, pero tengo mis momentos. -de momento me llega una idea loca y sonrío diabólicamente, y me detengo sujetándolo del brazo.

-Que planeas hacer Kate. -me dice con algo de sospecha, en verdad será divertido.

- ¿Vamos a visitar una amiga sí? -le digo toda inocente.

-ya sé que vas a hacer, te hicieron algo las diabólicas de tu escuela y te quieres vengar cierto?

-No lo llamaría venganza, es solo una visita amistosa.

-Me apunto, cuando nos vamos. -pregunta el sonriendo, pensé que se iba a negar, pero feliz de que haya aceptado.

-Después de la cena, es probable que haya una fiesta hoy en la casa de la perra de Susan y vamos air.

- ¡Yo te sigo, solo espero y demos un bonito espectáculo esta noche, será la mejor bienvenida de mi vida!




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