La Sexta Frialdad

Capítulo 1: El Viaje

Sostuve esa carta tan fuerte y con lágrimas en mis ojos.

Luego la acerqué a mí pecho y la abracé lo más fuerte que pude, deseándole toda la suerte a mi querida Adri...

Adri.
Podía sentir el amor de Atena persiguiendomé por los árboles.

El aire que rozaba mi cara y cabellos me hacía sentir que estaba en paz con ella.

Revisé nuevamente la solicitud debido a que ahí estaba la dirección a donde debía ir.

Tuve que dormir en un hotel ya que era demasiado lejos a dónde me dirigía, el hombre del taxi muy amable me ayudó a colocar las maletas en mi habitación, contentamente le agradecí.

Salí a ver el cielo un poco antes de cenar, podía ver diferentes formas de las estrellas.

Observé con una cara de asombro atentamente una estrella.

Siendo clara nunca pude descifrar los colores en los que titilaba esa estrella, creo que su primer color rojo, luego azul y luego blanco.

No estoy segura si realmente esos eran sus colores pero aún así me encantó ver esa estrella.

Podía sentir como el hielo me congelaba la nariz, apenas podía sentir mis manos y mi cara.

¡Regresaré Atena! — grite al aire, para que mi mensaje llegase más rápido a ella...

Volví por que ya no podía sentir mi cuerpo, mientras cenaba uno de los que se hospedaba ahí me pregunto con una voz totalmente seca y áspera — ¿Disculpé, Señorita, Señoritaaa? ¿A donde se dirige?—

Totalmente confundida no supe responder, el muchacho empezó una larga conversación dejándome en claro que podía confiar en el.

Creo que el joven pensó que estaba distraída, en realidad si estaba distraída pero en sus hermosos ojos verdes y en su piel clara tan cálida que incluso podía notar sus venas.

Sus ojos eran igual al color del césped y su piel era totalmente incomparable.

Respondiendo le dije que me dirigía a un pueblo que para mí era totalmente desconocido llamado "Ázpa".

Cortésmente me habló sobre uno de sus amigos, el cual era dueño de un carruaje...

¡Disculpe usted es muy guap....! — No lo pude creer mí boca me había defraudado diciendo algo que quería conservar.

Rápidamente trate de corregir mi error diciéndole que prefería irme en taxi ya que quería llegar un poco temprano.

— ¡Gracias¡Usted también se me hace muy bonita! —respondió el joven con sus pómulos muy rojos.

Mi cara fue demasiado asombrada no discimule ni un poco al saber que me había logrado entender lo que había dicho antes.

E inmediatamente agregó — ¡Disculpa, no debí ser tan atrevido!.

No pude aceptar su disculpa me levanté de la mesa tan rápido y le dije: —¡Discúlpeme usted a mí, sinceramente no debí haber dicho eso!

Me observó por un tiempo
—¿dejaría que la acompañe hacia su habitación?— pregunto ese joven tan atrevidamente.

Pero sin duda acepte...

Al llegar a mi habitación me sentí muy incómoda por lo sucedido anteriormente, pero lo único que me quedaba era despedirme de el.

Así que le sonreí tan amable y le deseé buenas noches — ¡Buenas noches!— respondió ese joven sabiendo qué nunca más nos volveríamos a ver.

Me despedí con mucho pesar en mi corazón al saber que no sería posible volver a ver a ese chico de ojos verdes...

Así que decidí ir a su habitación y preguntar su nombre.

Al salír de mi cuarto, Una chica de limpieza me preguntó si necesitaba algo.

Sin dudarlo dos veces decidí preguntarle dónde estaba ubicada la habitación del único chico que hospedaba ahí.

La chica de limpieza tuvo una sonrió misteriosa pero sin embargo me dijo donde se hospedaba.

Su habitación estaba dos pisos más arriba que el mío...

Subí, subí y subí muchos mas escalones hasta que llegue a su habitación.

Me tarde unos segundos en tocar la puerta. Tenia miedo de estar equivocada y que no hubiese nadie.

¡TOC,TOC,TOC!

¡Permítame un segundo! — Grito el dulce joven desde adentro.

Al abrir la puerta me miró con unos ojos de asombro.

Educadamente me preguntó si necesitaba algo.

— ¡No, no es algo para preocuparse, solo quería que nos conociéramos un poco más! respondí con mucha cobardía.

El acepto y me hizo pasar a su habitación.

Señalando el sofá me dijo — ¡Ponte cómoda! 

Hablamos horas tras horas, pero sin embargo logré conocer a aquel chico de ojos verdes.

.............

¡Buenos díasss..!

Mi mente proceso tan rápido que recordé que me había quedado dormida enmedio de una conversación con el chico de ojos verdes.

¡Perderás tu empleo si te quedas ahí dormida! exclamó el joven.

Salte de la cama tan velozmente que caí al suelo y golpeé mi cabeza...

Al despertar. Una doctora me ayudó a levantarme del suelo y me coloco nuevamente sobre la cama.

¡Tuviste suerte al no golpearte tan fuerte!— exclamo la doctora mientras salía de la habitación.

Andrée el chico lindo de ojos verdes se burló mucho de mí, me entrego un vaso con agua y se sentó en el sofá.

Explicándome que me quedé dormida y me cargó hacia la cama, mientras acomodo el sofá para dormir ahí.

Luego de recordarme lo que había sucedido anoche se ofreció a ayudarme en algunas compras que debía hacer.

Sin duda acepté y tuve que ir a la habitación que me hospedaba para empacar y ducharme...

Al terminar las compras, corrimos hacia una parada de taxis.

Los taxis dejaban de trabajar a las 3:00 PM, Andrée y yo llegamos a las 2:50 PM.

Había solamente un taxi, compré un ticket y me despedí con un fuerte abrazo.




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