9.- El Riu

Manejando el Porsche en la noche, Joshua salía de la intrincada red de callejuelas del centro de la ciudad a donde se habían dirigido luego de salir de la función para pasar muchas horas de vigía en el techo de la casa del día anterior desde donde escuchaban a sus habitantes mientras comentaban entre ellos sobre la película. Al salir de la plaza, habían acordado en ir unos minutos para que Jeth se cerciorara de que todo estaba bien pero al final lo había convencido para subir nuevamente hasta arriba no sin antes ver junto a la puerta principal una placa que decía "Casa de la familia Urania".

Aunque Joshua había aceptado que su nuevo compañero era inusual por decir algo, todavía negaba las afirmaciones de este en lo respecto a los habitantes de aquella casa, era evidente que estaban relacionados de una u otra forma, lo mas obvio parecía ser que era un hijo en desgracia o, en caso muy extremo, el padre real de ambos niños los cuales se escuchaban debajo. Aunque un poco agujereada esa teoría, seguía siendo mas convincente que "el viajero del tiempo" y Joshua se había limitado a no hacer mas preguntas sobre el tema. Tras varias horas en las que nada ocurrió y en la que parecía que Jeth se quedaría en vela en ese lugar, Joshua lo persuadió para que fueran a cierto sitio.

Después de todas las cosas que habían pasado en los últimos días se sentía deseoso de impresionar a quien tantas veces lo había impresionado y esa era la razón por la cual cruzaban de noche la ciudad dirigiéndose hacia la carretera federal que iba hacia el sur del estado parándose únicamente para llenar el tanque del Porsche y para comprar varias bosas de nachos que había en una tienda a suplicas de su quebrado compañero.

Tras unos veinte minutos circulando en carretera con una exuberante vegetación a ambos lados con postes de luz en medio de los dos carriles, finalmente llegaron a una entrada de acceso de ciclópea mampostería, era una elegante muralla de piedra blanca de unos 15 metros de alto y varias decenas de largo ligeramente curveada con arcos de acceso al estilo maya y de varios metros de grosor donde se encontraban los guardias que moderaban el acceso a los visitantes que entraban y salían. Frente a la muralla se encontraba una fuente de poca profundidad pero tan grande que parecía un pequeño lago que lanzaba chorros de agua a seis metros de altura rodeada de palmeras reales de gran tamaño que bordeaban el camino que iba a los arcos. Aquello parecía una pequeña muestra de lo que había detrás

Dejando atrás la fachada por un par de kilómetros, Jeth observo el lugar en donde habían entrado mientras abría otra bolsa de nachos: había un camino para bicicletas, grandes palmeras a ambos lados, y a lo lejos distinguía un punto luminoso que llamo su atención, conforme se acercaban vio una serie de inmensos edificios cada uno tan grande como una torre y con un diseño llamativo de construcción entre modernismo y el clásico.

—Llegamos —dijo orgulloso Joshua mientras buscaba el estacionamiento para el Porsche leyendo las palabras sobre la entrada principal: Hotel Ríu, Beach and Resort International.

—Lo admito, es mucho más grande que la academia —susurro Jeth tras bajar levantando el cuello para mirar la estructura de la torre tan alta mientras cargaba sus bolsas de comida.

—Creo que no te lo había dicho completamente. La persona que conoció mi padre es un ricachón de España dueño de esta cadena de hoteles. Al ascender le ofrecieron administrar esta área de la empresa y es cuando se vino para México hace unos 16 años.

— ¿En verdad tu padre es el administrador de este sitio?

—Sí, de los dos que existen en la Riviera —le aclaro Joshua al ingresar al lobby.

—¿Existen 2 aquí en la riviera? —pregunto Jeth al entrar al espacioso salón con columnas y elegante mobiliario lleno de turistas y empleados los cuales saludaban a su compañero.

—El otro está en la zona hotelera y fue el primero en construirse. Este es más reciente y al ser construido en una zona deshabitada tiene muchas más cosas que ofrecer.

—Cuando mencionaste que tu padre administrara un hotel no pensé que fuera algo así.

—Mira este lugar, ¿no es impresionante? Esta simple habitación es más grande que la casa en donde nos metimos y desde este lado puedes ver el mar —le comentaba Joshua al cruzar las diferentes estancias hasta llegar a una gran sala donde tocaba un pianista en vivo.

—Eso a ti no te importa —le dijo Jeth al llegar al balcón y mirar la luna que iluminaba las olas que rompían en la playa cruzando una enorme alberca y cercada por otros edificios.

—Supongo que sabes para que te he traído a este lugar —dijo Joshua al ver que daba una larga inhalación del aire de mar para luego abrir otro paquete de nachos.

—No lo sé, ¿Por qué te caí bien?

—No digas tonterías. Voy a mostrarte todo lo que ahí en este lugar para que veas quien soy realmente. Durante estos días en el que conocí me has hecho parecer como un idiota.

—Eres un engreído, no lo estarás haciendo porque tienes celos ¿verdad? —le dijo Jeth comiendo haciendo que Joshua ignorara su comentario y empezara a auto gloriarse.