Creo que me volveré loca.
De esas locas que debes encerrar.
Hunter, Hunter, Hunter.
La pregunta y la respuesta de todos mis problemas.
Es una idiota.
Supuestamente hemos quedado en una tregua. El acuerdo es bastante sencillo: separar a nuestros hermanos.
¿Pero cómo vamos a lograrlo si el odio que nos tenemos sigue cruzándose y sacando lo mejor y al mismo tiempo, lo peor de nosotros?
Esa fue su venganza. ¿Cómo no me di cuenta antes? La borrachera me está haciendo perder mis cualidades de perra calculadora.
Supo mover muy bien las fichas del juego. Demasiado bien como para hacerme mentir sobre ser la novia de Tanner. Me conoce bastante bien. Y eso, es lo peor. Cuando el enemigo te conoce de más.
¡Claro, idiota! Tengo ganas de golpearme contra la pared.
Tanner y Hunter son mejores amigos. No hace falta ser una genio para saber que Hunter sería el primero en enterarse si Tanner y yo somos oficialmente novios. Conociéndolos, Tanner hasta le preguntara si le parece bien.
Ahg.
Ahora Jenna tiene un precio sobre mi cabeza. ¿Por qué hacer el trabajo sucio cuando otros pueden hacerlo por ti?
La fiesta cada vez se pone mejor. Para todos menos para mi. Se supone que venía a divertirme, terminó siendo todo lo contrario.
Peter me encontró apenas bajé las escaleras. Cara y Derek se fueron hace un rato.
Me siento un culpable por haberlo dejado solo. Le digo que puede irse sin mi, pero como es terco y protector, me dijo que no se irá de esta casa si no es conmigo dado al estado en el que me encuentro, bla, bla bla.
—No entiendo —resopla a mi lado—. ¿Por qué seguimos aca?
—El plan —le recuerdo.
Es mi mejor amigo. Fue el primero en enterarse de la tregua con Hunter y los planes para separar a Acacia y Cameron. Obviamente, como la persona culta que es, me dijo "Juliette, esa es una mala idea"
Pfff. Eso ya lo sé. No significa que vaya a dejar de intentarlo.
—Ya se me está pasando. Puedes ir a disfrutar la fiesta, ¿sabes? Puedo cuidarme sola. Tus amigos del equipo están en la fiesta.
Entrecierra sus ojos.
—Me llamas si necesitas algo. Suerte con tu "plan" —suelta sarcástico.
Revuelve mi cabello antes de voltear e irse. Wow, ¡cuanto tuve que insistir!
Me abro paso entre la gente, varios se quejan cuando los empujo pero no me interesa, solo tengo una cosa en mente.
Si Hunter no iba a hacer nada al respecto, yo sola lo haría. No lo necesito.
Una chica a la cual reconozco de mi clase de matemáticas, me dice que vio pasar a la parejita del millón hace un rato y que salieron al patio trasero. Le agradezco por sus indicaciones y las sigo.
Me encuentro en el patio trasero de la casa y miro a mi alrededor, con la esperanza de lo que la chica me haya dicho sea cierto.
Sonrío como el gato de Cheshire cuando los veo.
¿Qué demonios?
Frunzo el ceño al ver a Hunter entre la parejita. Una multitud empieza a arremolinarse a su alrededor.
Me acerco a paso acelerado.
¿Esto va a pasar todos los santos días?
—¿Qué está pasando? —interrogo llegando a ellos.
Al instante me doy cuenta de que los ojos azules de Acacia empiezan a cristalizarse. Sus hombros están encogidos. Intenta reprimir el llanto sin éxito. Empieza a sollozar.
Oh, correrá sangre. ¿Por qué está mi hermana llorando?
Cameron intenta tranquilizarla, pero ella solo se aleja. En un rápido movimiento, me coloco a su lado y la rodeo con mis brazos. La abrazo muy fuerte, como si así, pudiera hacer que todo el dolor se esfumara.
—¿Qué mierda le hiciste? —amenazo a Cameron con una mirada asesina. Niega con la cabeza.
Separarlos no va a ser un problema ,porque voy a matarlo.
—No fui yo —lleva su vista a su hermano mayor.
Mismo objetivo, diferente persona.
—¿Qué le hiciste? —le pregunto a Hunter. Su expresión burlona y relajada me lo dice todo.
Los años me habían vuelto inmune a la personalidad maligna de Hunter. Yo puedo recibir los balazos, no me importa. ¿Acacia? Ella no está acostumbrada a este monstruo. Ella es más sensible, la más delicada, la mejor persona... Es la mejor de las dos.
—Hice lo que tenía que hacer. ¿No era eso lo que querías?
A nuestro alrededor, la pequeña audiencia que habíamos juntado, guarda silencio. Acacia solloza con más fuerzas.
—Hunter, no lo repetiré dos veces. ¿Qué le hiciste?
Narra Hunter.
Juliette me da una mirada de advertencia y cierra la puerta tras ella. Las porristas no dudan en largar las diez mil barbaridades en contra de mi vecina. No las detengo, algunas no son mentira.
¿Ella y Tanner son novios? ¿Por qué él no me lo contó?
—Chicas, ya es suficiente —tercia Becky, intentando calmar la situación como siempre. Quizá eso una de las tantas cosas que tanto me gustan de ella.
—¡Es la novia de Tanner! —lloriquea la pesada de Jenna.
La novia de Tanner. ¿Cómo no?
Ya he perdido a mi mejor amigo por alguien que ni siquiera se lo merece. Mi mejor amigo es un buen tipo. Nunca ha tratado mal a una mujer, nunca les faltó el respeto, siempre las trata como si fuesen joyas carísimas que hay que proteger. Es honesto, es buena persona... Es mejor que yo.
Juliette le hará mal. No es lo suficiente madura o precavida para estar con Tanner. Va a romperlo. Ese chico pasó por demasiada mierda en su vida como para agregar a Juliette a la lista.
Los gritos de Jenna aumentan y decido dejar la habitación antes de que mis tímpanos se terminen de romper.
Me encuentro otra vez en el lío de la fiesta.
Desde lo alto de la escalera veo a Juliette con su mejor amigo, Peter, sentada en una mesa. Se le nota aburrida y Peter intenta animarle, pero esta no parece responder. Me está esperando a mi, eso es obvio. Pero lo que no sabe es que ya tengo el plan.