Ya en casa, Arian caminó hacia el dormitorio. Hacía mucho tiempo que dejó su hogar por ir en busca de venganza. La cual no podrá llevar a cabo por culpa de alguien que anónimamente ha comunicado a su padre en la circunstancia que se encuentra la familia Rossi.
Con esto Arian estaba seguro que su padre sospecharía, si es que no lo hacía ya, de que a la heredera de Elizabeth Ferri Cooper, le ha sucedido algo. Estaba convencido de que a Shophia algo le había sucedido para que haya desaparecido. La joven era conocida por ser una persona fría, que se alejaba de todos y que no se metía con nadie, era distante con todo el mundo. No se le conocía amigo alguno y trabaja en la empresa que heredó de su madre. De lo único que estaba seguro era de qué, el padre de Shophia no era el responsable, ya que era hombre ambicioso y por la cláusula que había puesto su difunta mujer no le convenía hacerle nada a la gallina de los huevos de oro. El o la responsable debía ser otra persona, pero ¿quién?.
- ¿Que paso con Shophia es un misterio que tendré que resolver yo mismo ya que ni los mejores soldados de Alemania han podido dar con ella.- Decía Arian en voz alta dentro de su habitación. -Espero que esté viva.-
-Es hora que me vaya a la cama. Alguien desea comunicarse conmigo y no está en esta dimensión. La única manera que se comunique es por medio de los sueños y tendré que hacerlo sin deseo respuesta.- Pensaba para sus adentros. -No podré tomar ningún medicamento para llevarme al sueño, si no quiero correr el riesgo de quedar atrapado en él por el resto de mi vida.-
Estaba realmente cansado, eso era bueno, ya que no tardara tanto en dormirse. Apoyó la cabeza en la almohada y en unos pocos minutos entró en un estado intermedio entre el sueño y la realidad.
-SUEÑO DE ARIAN-
Estoy en mi habitación, veo el escritorio de madera, el gran Placar con su sala para vestir, la cama en la que me encuentro dormido, pero, allí no estoy. Claro que no estoy allí, si me encuentro de pie, sin explicación ya que debería estar dormido. Ya no me sorprende, no es la primera vez que me sucede. Siento el frío del viento que entra por mi ventana, la cual recuerdo haber cerrado cuando entre.
Ella está aquí. Vuelvo ha girar y allí está la misma mujer que vi hace unos meses atrás, con su cabello blanco plata y esa túnica. La bruja, ¿Cómo sé que es una bruja? Bueno, ella me dijo quién era.
-¿Por qué me has llamado?- tienes que tener una buena razón para buscarme.
-No tengo mucho tiempo, algo muy grande se acerca y necesito que hagas algo por mi.- se quedó callada.- Necesito que encuentres al inmortal.-
¿Inmortal? De que me está hablando está bruja.
-¿Inmortal? ¿Quién sería?- Ya nada me parece extraño, hace meses ví con mis propios ojos cosas que no podría explicar y estoy seguro que si se las contará alguien me tomaría por loco, un general y heredero del imperio alemán se ha vuelto loco eso dirían la prensa si yo abriera la boca de todo lo que ha estado sucediendo.
-Eso es algo que tú deberás averiguar, ni ahora, ni cuando estaba vivía lo he podido ver.- En sus ojos se podía ver la angustia.- Es el único que puede terminar con el lazo de sangre que la tiene unida a la tierra, por la sangre derramada.- De qué carajos habla está mujer.- El inmortal, es el único ser que muere y revive una y otra vez indefinidamente. Él no puede abandonar este mundo, fue castigado por Dios, asesino muchos en los principios de la humanidad y el sufrimiento que se le ha dado es vivir y vivir sin poder morir por toda la eternidad.- Agatha, así es como se llama la bruja, quiere que encuentre a una persona que ni ella cuando estaba viva pudo encontrar.
-Es imposible que yo encuentre a un ser, que ni tú misma has podido encontrar miles de años atrás, ¿Cómo crees tú que yo lo voy a encontrar?- Era algo imposible que pudiera hacer.
-No lo es, pero, deberás encontrar al Elfo. Es el protector del inmortal. Pero, ten cuidado los Elfos no son personas pequeñas con orejas puntiagudas y ojos grandes, cuando veas a unos estoy segura que no los reconocerás. Sin embargo ellos tampoco viven en las ciudades, muy rara vez se los ha visto en las ciudades. Si quieres encontrarlo tendrás que ir al bosque, y ten cuidado si estás en el bosque, puesto que los protectores de este, son los dudes, puede que no le guste tu presencia allí y te eliminen en un abrir y cerrar de ojos. Ellos también son inmortales...- fijó su mirada en mi.- es hora que despierte debo irme y tú debes buscar al inmortal, recuerda que es la única forma de detener lo que se avecina hay alguien con sed de venganza, igual que tú. Y ello traerá destrucción a su alma y a la tuya. Deben detenerse.
Cuando terminó de decir aquello, despacio la mente de Arian volvió a la realidad, comenzó a despertar de ese sueño tan real. Lo primero que se preguntó, con el sueño ya despejado fue ¿Quién más quiere venganza? Y lo más importante ¿De quién se quiere vengar? ¿Será que los dos nos queremos vengar de la misma persona? Si era así, se podían ayudar entre ellos.
-¿Qué quiso decir que nuestras almas se destruirán? ¿Debería buscar al inmortal? Sería imposible que yo lo encontrará.- Pensó Arian.-Agatha no lo pudo hacer, entonces ¿cómo lo encontraré yo?