La Voluntad de la Estrella Hermética (libro 1: La sala 9)

Episodio 2: Escenas Primera y Segunda

ESCENA PRIMERA

 

     

 

La Escaramuza, en el Puente de Mando. En algún lugar del Sector Heráldica.

El RECIANO mira a su alrededor confuso. Le han atado con un cable de circuitería grueso a uno de los asientos del puente de mando y la tripulación le rodea inquisitivamente. SANDOZ sentada en un rincón de la consola de mando, pone su pie encima de los pequeños bots de limpieza apilados que se agitan temerosos.

 

RECIANO

(señalando a SIÓN)

¡Culpa ser suya!

El decir que vieja pagar mucho por limpiar interior de nave.

Yo limpiar ayer y hoy. Levantarme temprano para acabar trabajo.

 

GERTRUDE mira con severidad a SIÓN, CLEMENCIA con desconfianza.

 

SANDOZ

¿Y cómo accedió al interior de la nave?

 

RECIANO

Él darme pulsera de código.

 

GERTRUDE le coge la mano, el hombre lleva una pulsera electrónica desechable, como la que a veces SANDOZ les daba a los encargados de plataforma del puerto para subir las mercancías a la nave, cuando podían pagarse ese lujo. Normalmente las pulseras estaban registradas para permitir acceso solo a ciertos lugares de la nave. La que porta el RECIANO le da acceso prácticamente a toda la embarcación.

 

GERTRUDE

Ha tenido la nave a su merced durante un día entero.

 

SANDOZ

(a SIÓN)

¡Maldito pinche pendejo!

(SIÓN se rasca la cabeza)

¡Podía habernos afanado la nave!

(da un pisotón a los bots sin darse cuenta y estos gimen, curiosamente también el RECIANO gime)

 

RECIANO

Yo estar limpiando cuarto herramientas. Yo escuchar pisadas, cuando darme cuenta, chaval cerrar escotilla y dejar encerrado.

 

GERTRUDE

(pregunta a SIÓN)

¿Por qué?

 

SIÓN

Él tenía que venir...

 

CLEMENCIA

(interrumpiéndolos)

¡No podemos llevarlo con nosotros!

 

GERTRUDE

Ha estado encerrado en el cuarto todo el tiempo al parecer. Dudo que sepa nada de nuestra situación, ni lo que está ocurriendo. No creo que corramos ningún riesgo si le dejamos ir.

 

SIÓN

De hecho, sí conoce nuestra situación.

 

RECIANO

(sudando)

¡No! ¡Yo no conocer! ¡No saber nada!

 

SIÓN

(sonríe)

A través de la escotilla le conté sobre nuestro contrato y le comenté que estábamos a punto de huir de los Represores y despegar en dirección al claustro, en busca de la guarida de la Antítesis.

 

DOCTOR AZALEA

¡¿Bromeas chaval?!

 

CLEMENCIA

¡Mi hipótesis no parece tan descabellada ahora! ¿cierto?

 

GERTRUDE

(mesándose las sienes)

Si SIÓN fuera un espía ¿Por qué confesaría haberlo organizado todo?




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