Me quedé toda la tarde viendo la televisión luego de preparar la comida tal como me lo ordenaron. Alejandro Fave pidió comer lasaña, así que preparé todo para que al final no llegará. Al final a las cinco de la tarde me comí mi porción, y sin nada más que hacer quise recorrer la casa, pero a donde fuera me encontré con un mafioso siguiéndome.
Contemplé el reluciente piso sin una sola mota de polvo, los muebles limpios, la casa sin nada fuera de su lugar. Bostezo de mala gana, aburrida, si tuviera mi teléfono podría por lo menos perder el tiempo con el internet.
—¿Cuándo me devolverán mi teléfono? —me quejé en voz alta estirando los brazos hacia el cielo.
Quisiera saber si acaso alguien ha intentado contactarme, han pasado varios días que estoy en este lugar y mis esperanzas de que llegue la policía pateando la puerta se hacen cada vez más pequeñas.
En eso unos fuertes portazos se escucharon en la puerta principal. No pude evitar sobresaltarme. Escuché todo tipo de discusiones hasta que una mujer irrumpió en la sala.
Se ve visiblemente molesta. De cabellera oscura, bonitas facciones y elegante ropa; levantó sus lentes de sol hacia arriba de su cabeza, dejándolos reposar sobre su cabello mientras me observa estupefacta.
Cuando al fin pude reconocerla me llevé las manos a la boca conteniendo mi emoción. Es Violeta Suant, una de las actrices jóvenes más reconocidas de la época. Ha estado actuando en las dos últimas películas más aclamadas por la crítica.
No puedo creer la oportunidad de conocerla al fin. Según los medios, a pesar de la fama, mantiene su humildad y amabilidad con todo el mundo, es mi ídolo a seguir desde que era una niña, ya que actúa en la televisión desde los cuatro años.
—Hola, un gusto soy...
—¿Desde cuándo Alejandro trae a putas baratas a su casa? —habló ignorándome.
Me quedé con la mano estirada en el aire, descolocada, al haber escuchado dichas palabras de alguien a la que incluso han apodado "El Ángel del cine" ¿O acaso acabo de escuchar mal?
Pero su mirada despectiva no deja lugar a dudas que esa actitud, que nunca ha mostrado frente al público, es muy distinta a la que yo esperaba. No supe qué decir y más cuando uno de los hombres de Alejandro solo me miró de reojo como si no supiera qué decir.
¿Debería aprovechar la presencia de esa mujer para decirle que estoy siendo retenida contra mi voluntad en ese lugar? Puede que nuestro primer encuentro no haya sido grato, pero es una oportunidad de poder librarme de esta situación.
—Charlotte Lira —extendí mi mano con más fuerza—, y no soy eso que cree…. La verdad es que yo necesito su ayuda para...
—Violeta —una voz ronca interrumpió mis palabras.
Alejandro apareció con una seria expresión en la escena, me dirigió una mirada fría que me hizo callar en el acto para luego observar con calma a la mujer que pareció exaltarse ante su presencia.
—¡Dijiste qué harías algo con ese director de pacotilla! —se quejó haciendo un berrinche en medio de la sala.
No puedo ocultar mi desilusión de ver al ídolo que tanto seguía, actuar de esa forma.
—¿Te ha estado molestando esa mujer? —señaló Alejandro tomando asiento en el sofá sin mirarla.
—No pensaba que tuvieras esos gustos —se siguió quejando Violeta cruzando los brazos—, es bonita, pero simple, ¿Ahora metes a las putas de turno a tu casa? Para que yo pudiera entrar aquí tuvo que pasar meses y...
Alejandro la miró de reojo sin inmutarse. Esto provocó que la mujer dejará de quejarse. Noté el disgusto en la mirada del hombre y si fuera ella yo también me hubiera callado. Será una de las actrices del momento, pero dicen que el productor de F&F podría llevarte al cielo como al infierno, hacer famoso con un chasquido de sus dedos a la persona más desconocida como también acabar con la carrera de alguien tan popular como ella.
—Le hice la pregunta a mi futura esposa —exclamó con seriedad—. La has llamado "puta" dos veces ¿Crees que es algo que yo debiera perdonarte? Vienes a mi casa, irrumpes en mi intimidad y humillas a mi gente ¿Es algo que yo debiera dejar pasar? Incluso por tus berrinches perdí mi almuerzo ¿Sabes cómo añoraba probar el plato de lasaña que mi futura esposa me preparó con tanto amor?
Dicho esto, entrecerró los ojos, con actitud amenazante.
La mujer me miró incrédula, la verdad es que incluso yo me siento como ella. ¿Qué es eso de "futura esposa"? ¿Y cómo diablos dice "con mucho amor"?
Sí, no es que haya olvidado nuestro acuerdo, pero pensé que no sería algo que diría a otros. Hasta ahora aún creía que todo eso de casarnos solo lo hacía para amedrentarme. Desvié la mirada para no sentir la incómoda atención de Violeta Suant encima de mí. Aunque sería el momento para que hablara, no es verdad lo que ese hombre dice y en realidad estoy secuestrada y necesito su ayuda. Pero ¿Me creería?
Solo lo imagino unos segundos, y temo que no me creerá, es evidente que no le caigo bien. Además, Alejandro Fave es un reconocido productor ¿Alguien le creería a una actriz novata y fracasada que además lo drogó para dormir con él? Mi situación terminaría tal vez peor, en una cárcel condenada por intento de estafa.
—Eres talentosa, no lo niego, pero ya no hay directores que quieran trabajar contigo por tus caprichos y reclamos. Yo no tengo tiempo para lidiar con esto, no soy una niñera, es por eso que te daré una última oportunidad —la voz del hombre me sacó de mis pensamientos.
Violeta pareció querer decir algo, pero bastó una mirada de Alejandro para callarla. Ver como una mujer que entró a esta casa con el orgullo en su mirada, bajar la cabeza y guardar silencio, me dejó impávida. Al parecer Alejandro Fave se toma muy en serio su trabajo.
—Señor Fave, yo lo siento, no lo sabía —aunque sus ojos no dejan de mostrar sus aires de superioridad—. Por su forma de vestir no pensé que fuera alguien tan importante para usted ¿Cómo podría imaginar que su prometida tuviera tan mal gusto para vestir?