Cierras los ojos
para que nada te afecte.
Cuando la realidad ataque,
descubrirás lo inútil
que es huir del presente.
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Cuando cometas errores,
no culpes al destino.
Puede que tal cosa no exista
y solo cuentes contigo.
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Pensé que la vida me daría respuestas, pero luego descubrí los peligros que aparecen al saberlas.
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¿Alguna vez has pensado
que la idea del paraíso
es solo una ilusión?
Quizás tus oraciones nocturnas
son desagradables para Dios.
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Mis momentos felices no volvieron,
tuve que aprender a vivir sin ellos.
La melancolía tomó su lugar
y ahora todo se ve más negro.
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Intenté escapar de la vida,
pero no pude dar el último paso.
Hay una parte de mí
que desea seguir caminando.