Ladrón de Corazones

IV

CAP 4: ¿Anonimato?

 

Las calles que llevaban al Rose College estaban llenas de autos de distintos modelos, así era aquí todos moviéndose en cuatro ruedas, pero como siempre yo debía ir caminando y agradecía que mi casa no estuviera lejos.

Caminaba tarareando The One That Got Away de Katy Perry e intentaba llevar el ritmo chasqueando los dedos, pero por alguna razón sentía un aura extraña al llegar a la escuela, miré alrededor y notaba como todos susurraban cosas. Llegando a mi casillero volví a dar una mirada rápida al lugar, ¿tenía las miradas sobre mí o simplemente ya no me queda más cordura?

Luego de sacar mis cosas para la clase de hoy, cerré con fuerza el casillero y volví a darle una mirada al entorno que me rodeaba. Todo había vuelto a su normalidad, las reinitas hablaban sobre sus uñas de porcelana, los cerebritos corrían a la biblioteca, los deportistas se reunían para intentar hacer su tabla de "quien ligó más este fin de semana”. En fin, por única vez volvía asentir mi vida pasada, pero era solo que me estaba volviendo loca, de eso estaba segura.

Algo dentro de mí me decía que las cosas empezaban a cambiar, o cambiarían en algún momento muy cercano.

¿Volver?

Yo creo que más es mi miedo a repetir la historia, no necesitaba que las personas volvieran hacer falsas conmigo.

 

***

 

Cuando por fin llegué al aula de Historia Universal del Sr. Marcus, un cincuentón con poco cabello de color blanco que no hacía más que dormir o hablar de su vida privada en lugar de enseñar algo. Saqué mi cuaderno de apuntes y lo revisé para ver si había olvidado alguna tarea, pero lo único que encontré fue mis anotaciones sobre él, así que me decidí por agregar más información como lo de este fin de semana, gracias a mi espionaje de agente de CIA.

Mi hermana había hecho un escándalo cuando él llego con rosas en la puerta.

¿Qué cómo lo sé?

Lissen no paro de hablar de eso durante todo el finde semana y allí descubrí que vivía casi a las afueras de la ciudad, no tenía a sus padres aquí, pero tampoco vivía solo. Mi madre solo comentaba cosas hipócritas sobre su familia y reía de vez en cuando ante las disparatadas ideas de mi hermana.

Digamos que este chico con pasado trágico, “difícil” de conquistar, y mujeriego de renombre, solo se mantenía a los pies de mi hermana. ¿A caso también le gusta conquistar chicas con novios?

Amo a mi hermana, pero Jake no merece que le hagan esto.

Comencé a escribir más rápido de lo normal y hacia rayones a las cosas que no concordaban en mi cabeza—digamos que mi molestia paso a otro nivel, no lo toleraba y ni si quiera lo conozco—. Me preguntaba el porqué de todo esto y mi respuesta más concreta era que no tenía nada más que hacer con lo que me resta de mi vida. 

Una voz me hizo sobresaltarme alzar la mirada. A mi lado se encontraba una castaña de ojos mieles y labios gruesos pintados de un tono rojizo me miraba con una ceja arqueada, con un aire de curiosidad y diversión.

—¿Conoces a mi hermano? — 

Su pregunta me tomó por sorpresa haciendo que abriera la boca para hablar y la volviera a cerrar. Me hizo un gesto con su rostro en forma de que esperaba una respuesta.

—¿tu hermano? — mi asombro salió algo dudoso

—Si —. Su tono chillón y divertido al responderme me hacía mirarla extraño.

Rogué al cielo para que la tierra me tragara en ese momento y el terror invadió mi cuerpo.

! Miércoles ¡

Me había atrapado y lo peor de todo es que no parezco agente de la CIA, como yo lo llamo, sino una acosadora fuera de serie, aunque en mi caso de sus cabales.

—Escuche su nombre varias veces — mi voz salió luego del silencio que habíamos formado

—Tanto que te dio curiosidad ¿no es así? — me volvió a decir, pero esta vez sonrió. — No te preocupes, será nuestro secreto — mencionó ¿amable?

¡QUÉ!

Díganme quien en su sano juicio es amable con alguien que acosa a su hermano desde las sombras ¿eh?

Exacto.

Nadie...

Esta mujer está chiflada.

—Soy Mar ¿y tú? — 

—No creo que te interese — hable para levantarme, recoger mis cosas y salir del aula dejándola con la palabra en la boca

Que grosera eres —me regaño mi conciencia—

Lo siento, era sospechoso todo esto.

¿En qué momento había terminado la clase? No tengo idea, pero camine rápido pensando que aquella chica me seguiría, dicho y hecho lo hizo.

Vaya que camina rápido, en un segundo ya estaba a mi lado y me sonreía como si le divirtiera toda esta situación.

—Puedo ayudarte— mencionó— No es la primera vez que alguien suspira por el idiota de mi hermano—.

—Gracias, pero no necesito tu ayuda— 

Abrí mi casillero para guardar las cosas que había sacado y llevarme algunas monedas para comprar el almuerzo en la cafetería junto al libro que estaba empezando a leer. A pesar de lo que le dije ella seguía esperando, rodé los ojos fastidiada un poco, no estoy acostumbrada a socializar con las personas, hace mucho no lo hacía, y menos con los de esta escuela.

— Además, tu hermano no me interesa—

Le dije para cerrar el casillero e irme de allí con dirección a la cafetería. Moría de hambre.

 

***

 

Después de comer mi almuerzo en las gradas recordé de que tendría una hora libre. Así que camine con dirección al jardín que estaba a unos metros y por fin sentarme a disfrutar del libro que había llevado.

Trate de concentrarme, pero mi mente me jugaba una mala pasada haciéndome recordar al chico de días atrás y el gran parecido que tenía con Mar. Sé que fui muy grosera con ella, pero es que no quería quedar como una acosadora obsesionada—aunque creo que es muy tarde ¿verdad? —.




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