Conforme fueron pasando los días el estado penoso de Isabella se iba haciendo cada vez más evidente, y las escusas de Lara para con los Vulturis también tanto que los mismos le exigían que se presentara con prontitud al castillo para que diera información de cómo era la situación de Isabella.
Sumando a ella la preocupación de las misteriosas desapariciones de Samantha con Edward le estaban causando algo que pensó que nunca volvería a sentir, jaqueca cosa que no extrañaba para nada, algo que amaba de ser vampira era que ya no sufría de esas espantosas migrañas que le daban siendo humana.
- ¿Estás bien? – Preguntó Jasper Hale a su novia, ambos se encontraban en la sala de la casa viendo como trataban de alimentar a Isabella luego que devolviera toda la comida que le daban. A pesar de todo hasta le daba algo de pena ver a Isabella así, consumiéndose de a poco.
- No. – Dijo mirando aun a Isabella. – Edward debería estar aquí ayudándola, pero en su lugar esta el detestable de Jacob. – Respondió ahora mirándolo a él. – No puedo comprender como después de todo lo que luchó le está haciendo esto, no es justo, es como perder mi humanidad hubiera valido de nada, después de todo me dejaron morir para que ella viviera.
- Edward actúa como un adolescente que no sabe lo que quiere. – Jasper también se estaba cansando de la situación y más al sentir toda esa soledad que emanaba Isabella que solo desaparecía cuando Jacob estaba cerca.
- Actúa como idiota que es diferente, siempre pensé que era un imbécil, pero se supera cada día. En cuanto a Samantha...- Guardo silencio. – Hablaré con ella en cuanto regrese. – Dijo dando un suspiro dejando que Jasper la resguarde en sus brazos.
Extrañaba esos momentos con Jasper, en donde solo estaban los dos solos, pero no podían disfrutar de esos ratos ahora por todos los problemas que venían con Isabella.
- Tenemos que encontrar la manera de alimentarlo. – Dijo Carlisle.
- No quiere nada, todo lo regresa. – Mencionó Jacob pensando internamente que esa pequeña criatura solo estaba buscando alguien a quien encajarle en diente.
- Tal vez Jacob tenga razón. – Dijo Lara acercándose a la sala en donde todos se encontraban.
- ¿En qué? – Pregunto Jasper acercándose también a la pequeña reunión.
- No era una idea, fue un comentario sarcástico. – Dijo con burla
- ¿Qué? – Preguntó Isabella desesperada por saber que podría hacer para preservar la vida de su pequeño, acción que sorprendió a Lara, los pensamientos de Isabella ya no era la anhelada conversión que tanto quería ahora solo existían las a toda costa hacer que su bebé naciera, eso hizo sonreír a Lara.
- Quizá solo busque a alguien a quien chuparle la sangre. – Respondió Jacob
- Esta sediento. – Habló sorprendida Isabella
- Si es sed no se conformará con sangre animal. – Opino Jasper.
- Tengo algo de sangre para Isabella. – Mencionó Carlisle. – La estaba guardando para el parto. – Todos se miraron entre sí
- ¿Estarías dispuesta a probar? – Preguntó Lara.
- Haré cualquier cosa. – Respondió una desesperada Isabella.
Algunos decidieron salir de la sala ya que no se habían estado alimentando con regularidad por el problema que tuvieron con los lobos y no sabían que tan bien se podrían controlar con el efluvio de la sangre humana alrededor.
Carlisle vació la sangre en un vaso de platico blanco, tratando de que no se viera el contenido.
- ¿En serio lo harás? – Preguntó Jacob asqueado
- Que delicado. – Respondió Lara riéndose de la cara del lobo.
Carlisle no pudo evitar también acompañarla con una sonrisa, muy dentro de sí extrañaba esos momentos con la pequeña Lara. Mucho antes, cuando ella era una humana y estaba en la casa mientras que Jasper y sus demás hijos cazaban ella solía pasar momentos con él, hacerle preguntas sobre medicina o simplemente escuchar historias que vivió durante esos largos años solo.
- Agh no puedo ver esto. – Menciono Jacob una vez vio tomar la sangre a su amiga, alejándose un poco de ella.
- Delicado. – Susurro Lara aun riéndose de él consiguiendo una sonrisa por parte de Carlisle e Isabella y una mala mirada por parte de Jacob.
***
- Tenemos que conseguir más sangre. – Dijo Carlisle un poco preocupado. – Las reservas se están acabando. – Dijo dándole la antepenúltima bolsa de sangre a Isabella consiguiendo que todos se quedaran en silencio.
- Yo veo una bolsa de sangre perfectamente saludable para alimentar a la cosa. – Dijo Lara mirando a Jacob fijamente. - ¿A+ verdad? – Preguntó acercándose a él en un rápido movimiento haciendo que el muchacho se asuste.
- Lara. – Dijo Esme llamándole la atención
- Le quitan la diversión a todo. – Dijo con una sonrisa acercándose esta vez a Jasper quien la recibió con una sonrisa y los brazos abiertos.
Y así pasaron los días, Edward y Samantha finalmente regresaron a casa causando un gran revuelo en el hogar.
- Largo de aquí, imbécil. – Gritó Rosalie arrojando una lámpara que se encontraba en la sala directo a la cabeza del castaño.
Lara solo observaba todo con diversión, pero a la vez un poco de molestia, Samantha no había seguido sus órdenes y eso la llenaba de cólera, pero tenia que esperar un poco más para poder terminar con ella.
Se distrajo un poco escuchando los pensamientos de Isabella, pensamientos llenos desolación ya que no sabía lo que pasaría con su hijo si es que ella llegará a morir. No quería dejarlo con Edward ella sabia que él no lo cuidaría bien por estar pendiente de esa nueva vampira por la que la había abandonado.
- Jacob, lleva a Bella arriba. – Dijo Lara en la mente del lobo haciendo que este se asustara y mirara a los lados completamente confundido. – No soy tu consciencia, estúpido. – Dijo tratando de aguantar la risa ante la cara del morocho. – Soy Lara. – Aclaro haciendo que el mencionado la mirara.