Prólogo

Prácticamente se había burlado de ella. Abrocha su bragueta, mientras la observa estremecía y sudorosa en el sillón grande, el esperma empieza a salir de ella, en tanto respira profundo.
- Ahora eres parte de la venganza que te has traído encima.
Ella empieza a lagrimar y tocarse. "puedo llegar a estar embarazada" se dice, dentro de si. Se acomodó rápidamente y se pone de pies para dirigirse al pasillo. La toma de la mano y la hala hacia sí. Ella intenta zaoafese y la inclina intentando entrar otra vez más.
- No me he lavado.
- Así me gusta
- ¡Detente! ¡Así no! - sientiendo dos dedos entrar en ella y un dedo por detrás
- No puedes elegir. Todo lo que quisiste hacer deberías haberlo pensado antes. - sin dejar de entrar en ella.
- Estas muy loco, me estás metiendo todo lo que tienes.
- ¡Todo!
Las secreciones empiezan a salir un poco más y ella empieza a estremecerse mucho, ella no puede más y lo empuja pero el no quiere detenerse aunque ya está por venirse.
- otra vez no. Ya tu tienes un bebé, para que quieres otro conmigo si tu mujer no te ama, debes saber que yo tampoco
- Lo tendrás y seremos una familia tu, mi bebé, tu nuevo bebé y yo.
- Lo siento por hostigarte, era un placer enorme llegar y molestarte ¡Pero detente!
-No puedo.
-Yo no puedo más, me vas a lastimar.
-!No tanto como tu me has lastimado el corazón!
-No sigas
-Si no te hago así, otro vendrá y violentara contigo por tu actitud.
-Ya me cogiste, ¿es lo que querías verdad?
-En realidad no, pero se disfruta, aunque no eres mi tipo.
Ella siente que le toca los senos y sabe que el no se detendrá.
- Me siento demasiada mojada, no solo por mi, debes parar.
Los sonidos de la fricción se hace notar y ella abre las piernas de una manera desesperada.
-Ya no más, me vendré ahorita.
-Entonces estas sintiendo placer. ¿Que tal si lo hago más rápido y más duro?
- ¡No por favor! - Sintiendo los dedos de el frotandola mientras intenta entrar con más potencia.
- ¡Así no, ya no puedo respiras! - sintiendo calambres que están provocando movimientos bruscos en ella.
-!Me voy a venir, no me hagas venir!
El sigue intentando entrar más a fondo y realmente lo disfruta, ella también, pero ella no siente más contension. Y levanta la cara mirando hacia arriba. El placer se convierte en ganas de otra cosa. Algo lo desprende de ella, un desesperante y extenso chorro que moja sus piernas y lo moja a él como si se tratase de un cántaro que sale de un grifo a presión. Ella se inclina de cabeza y no deja de Chorrear, en tanto grita fuerte y respira estripitosamente.
Él se lleva la mano a la boca secandola, una parte de los fluidos le ha salpicado hasta allá. No puede sentir el placer de verla así, mientras se toca. Ella lo observa, y no puede creer hasta dónde él ha llegado. Parece ser que de toda las maldades que ella le hizo a varios hombre, solo el se vengo y se vengo por todos.
Escucha un sonido extraño, una vibración y empieza a gemir con mucha fuerza, mientras intenta apretar en sus manos y dedos al sillón. - ¡No hagas eso! ¡No lo hagas!, Me siento sensible ahora mismo. - Torturada por un succionador, que presiona en ella.
Su mente quiere safarse, su cuerpo se acerca más hacia el succionador.
Acostada con los brazos abiertos, boca arriba sólo puede permitirse hacer lo que el plazca, ella no tiene más energía, sus ojos se voltean hacia arriba en el climax, mientras sigue chorreando sin detenerse, siente cuando vuelve a entrar en ella y no piensa en nada, cierto dolor empieza a sentir en su cabeza, incomodidad por estar sudorosa, respiración incontrolable, sus nalgas se sienten apretadas, de hecho, el las acaricia mientras le succiona ahora con la boca. Ella lleva sus manos a la nuca de él, acariciando su cabello. Lo observa disfrutar y llegar a meditar:

"Todo una maldita jodedera diaria que le tenía en el restaurante, haciendome la orgullosa por tener dinero sobre un hombre pobre, que tras ser caballero y decente, quien se aguanto todo, nunca me imagine que me haría ésto."