En la Tierra ya era sábado por la mañana hace tres días Christian esta viviendo en el hogar de Guadalupe y Azra, la dinámica de Christian se tuvo que acomodar con las integrantes del hogar. La mujer lo recibió con mucho afecto y dulzura al pobre chico que no tenía donde ir, eran las ocho de la mañana y el chico, ya estaba levantado cuando Guadalupe sale de su habitación a preparar el desayuno y el muchacho está en la mesa comiendo su desayuno, se miran y Guadalupe dice:
—Buenos días — exclama Guadalupe
—Buenos días — dice Christian mirando a otro lado y la mujer enciende la tetera para tomar el desayuno
—¿Se despertó Melek y Azra? — pregunta Guadalupe
—No — dice Christian de forma muy cortante y Guadalupe se acerca al joven Amenábar, lo mira por algunos minutos
—¿Cuál es tu historia, muchacho? — pregunta finalmente Guadalupe
—¿Qué historia? — exclama Christian, pero mirando a un lado y evitando algún tipo de contacto visual con Guadalupe
—Que es de tu vida, muchacho — dice Guadalupe y se acerca a Christian, pero el chico se distancia un poco; se siente incómodo ante la cercanía de la dulce mujer — ¿Y cómo conociste a la niña Hoffmann?
—¿Por qué le dice "Niña" a Melek, si ella ya es una mujer? — pregunta Christian, mientras deja de comer su plato de avena con yogurt
—No.. es una demostración de cariño que le tengo a mi niña — dice Guadalupe recordando la infancia de Melek y como ella jugaba con su hija Azra — mi pequeña nació como las nueve de la noche, era tan pequeña y frágil, a las pocas semanas después tuve a mi hija Azra — sonreía al recordar el nacimiento de Melek, porque a unas semanas más; nacía su hija Azra. Christian mira a la mujer por algunos minutos y sigue comiendo su desayuno y de repente dice:
—¿Usted quiere a Melek? — pregunta Christian y la mujer lo mira de repente como si él fuera de otro planeta y le dice:
—La considero como si fuera mi hija — Guadalupe mira a Christian
—Pero.. ¡Melek no es su hija! — exclama Christian — como va a ser su hija si usted estuvo embarazada cuando Melek nació.. no entiendo
—Es un decir, muchacho — exclama Guadalupe — lo que quiero decir que le tengo afecto a la joven Melek
—Es que no entiendo.. ese tipo de lenguaje que es muy confuso — dice Christian — además no entiendo el sarcasmo y otras formas de como las personas no dicen la verdad claramente, pero lo estoy intentando de aprender
—Eres muy especial, chico — sonríe con ternura al joven
—¿Por qué dice que soy especial? — pregunta Christian — no tengo nada especial
—Mi hija Azra me contó lo que pasó — confiesa Guadalupe — y lo único que te puedo decir que Melek no defender a cualquiera, como lo hizo contigo; ella siempre sabe lo que hace y a quien defiende
—Entiendo — exclama Christian y se queda pensando en lo que dijo la señora Guadalupe y en ese momento llega Melek a la mesa, Christian la mira por algunos minutos y vuelve a comer y ella dice:
—Buenos días a todo el mundo — saluda con gran felicidad
—Buenos días señorita Hoffmann — exclama Guadalupe de forma educada
—No me digas señorita Hoffmann — dice Melek fingiendo estar ofendida — dime Melek
—Esta bien — sonríe Guadalupe y le prepara el desayuno a Melek
—¿Qué estás preparando para hoy, Nani? — pregunta Melek sintiendo un particular olor
—Panqueques rellenos con manjar — le informa Guadalupe — tus favoritos
—Eres un sol querida Nani — sonríe Melek — no me tienes que consentir o si no voy a engordar
—Melek seguirás siendo hermosa — se acerca a ella para darle un beso en su cabeza y Melek sonríe — ¿O no muchacho? — dirige la mirada a Christian que esta concentrado en terminar de comer todo el desayuno que no contestó la pregunta de Guadalupe. Ellas se miran y no dicen nada, pero luego Melek habla:
—Guada — la llama Melek y la señora dice:
—¿Qué pasa cariño? — pregunta Guadalupe muy amorosamente
—Sólo te quiero decir que voy a ir a los terrenos que mis padres nos dejó a mi hermano y a mi — le informa Melek y en ese momento llega Azra que dice:
—Buenos días a todos — sonríe la muchacha y se sienta al lado de Christian, este se siente incómodo
—¿En serio qué quieres ir para allá? — pregunta Guadalupe muy preocupada
—¿Para dónde vas a ir Melek? — Azra le pregunta a Melek
—Le estaba contando a Nani que voy a ir a los terrenos que mis padres nos dejó — le informa Melek
—¿En serio? — exclama Azra con cierto entusiasmo
—Quiero cabalgar mi caballo un rato — sonríe Melek
—Quiero ir contigo, Melek — sonríe Azra — también quiero ir a La Calera, desde años que no he ido
—Excelente entonces prepara una mochila — sonríe Melek y mira a Christian — ¿Te gustaría ir con nosotras, Chris? — le pregunta al chico
—Esta bien — dice Melek y los demás van a sus respectivas habitaciones para arreglar sus maletas y luego de unos minutos, los tres jóvenes están listos y todos colocan sus bolsos en el maletín del auto de Azra, luego saca su auto hacía la calle. En el copiloto está Melek y conduce Azra, mientras que Christian se va a los asientos de atrás del auto y comienza a conducir. En ese momento Christian mira por la ventana del auto los distintos paisajes, las diferentes ciudades y el olor que emanan de ellos, para que sean sus recuerdos. Melek mira al muchacho para ver si esta bien, pero ve que no está incómodo, así que mira a su amiga Azra y comienza a recordar muchas emociones y también recuerdos de su infancia.
Era una tarde del año 2003 y ellas habían llegado del colegio en compañía de Guadalupe y las pequeñas Melek y Azra se miran y esta dice:
—Melek — dice la pequeña Azra
—¿Sí? — exclama la pequeña Melek — ¿Qué ocurre?
—Vamos a seguir siendo amigas cuando seamos adultas — exclama la pequeña Azra