La primera intención de Jason y Louis al llegar a los jardines fue la de abrirse paso hacia el interior, pero habiendo notado no solo que las protecciones alrededor de la escuela habían sido derribas, sino que los Aurores casi eran superados en número por los atacantes, tomaron dos decisiones. La primera, cerrar el acceso para evitar la llegada de más enemigos, algo que, aunque no estaban seguros pudiese ocurrir, era perfectamente posible con el paso libre, de modo que tan de prisa como les fue posible y haciendo uso de su habilidad para pasar inadvertidos, se ocuparon de proteger la planta física de la escuela con hechizos básicos, pero lo bastante poderosos como para hacerles las cosas difíciles a los hombres de Jensy, ellos sabían que si las habían violentado una vez podían volver a hacerlo, pero al menos se les dificultaría más. Y la segunda, dejaron de intentar llegar al interior hacia donde habían corrido los demás y se dedicaron a desalojar los jardines con muy poca delicadeza y pésimas consecuencias para los que estaban allí.
Una vez que habían emparejado las cosas en esa área, decidieron entrar. La imagen no era precisamente alentadora, porque si bien los Aurores no habían tenido compasión, también había muchos alumnos heridos y solo esperaban que no hubiese ninguno muerto, algo que pronto notarían había sido un vano deseo. Sin embargo, Jason se dedicó primero que nada a atender a los que vio en peor estado y trasladó a tantos como pudo hacia la enfermería, mientras que Louis había desatado su furia en contra de todos aquellos desgraciados que se le pusieron a tiro.
Louis al igual que Albus, había visto la caída de Daviana, pero mientras Albus se había quedado momentáneamente paralizado y de no ser por los gemelos Morgan posiblemente habría sufrido las consecuencias de ello, Louis había reaccionado con celeridad deteniendo el viaje de Daviana hacia el piso que sin duda le habría ocasionado una muerte instantánea, materializándose luego a su lado casi al mismo tiempo que Albus, y sin pensarlo mucho había apuntado hacia los que habían atacado a la Auror desprendiendo limpiamente sus cabezas de sus cuerpos. Mientras él se ocupaba de esto, Albus se había arrodillado al lado de Daviana y miraba horrorizado el cuerpo ensangrentado.
Louis se permitió un par de segundos en los que comprobó que, si bien había evitado la colisión, no había podido evitar el ataque del que la chica había sido objeto y que él había pensado, equivocadamente, que solo se había tratado de algún hechizo repulsor cuando en realidad era a todas luces un Sectumsempra y Daviana estaba desangrándose ante los aterrorizados ojos de Albus. Louis se concentró en enviar el urgente mensaje a Jason al tiempo que tanto él como Albus invertían su energía en hacer lo posible por estabilizar a la chica.
Los gemelos Black, François, J.B. y Antares debían haberse percatado de lo sucedido, porque se habían abierto paso hasta ellos y ahora ayudaban a mantener los rayos lejos mientras Louis hacía denodados esfuerzos por detener la hemorragia. Albus y él eran muy poderosos en muchos sentidos, pero aquella especial habilidad solo la tenía Jason y…
J.B. dejó su puesto de ataque y se arrodilló al lado de su padre mirando a Daviana con la desesperación pintada en el rostro.
Evidentemente Daviana no estaba en condiciones de contestar nada, pero vieron que una lágrima resbalaba dejando su rastro cristalino sobre la piel mientras intentaba sin éxito sonreírle a J.B.; Albus no recordaba haber visto llorar a su hijo cuando murió su madre, aunque en realidad era muy improbable que él tuviese registrado en su memoria algo más que el brutal dolor que casi lo destruyó, pero ahora, a pesar de que todo el cuadro hería en forma inmisericorde su memoria y un muy conocido dolor crecía en su interior, en esta ocasión no iba a cometer el mismo error dejando a su hijo lidiar solo con aquella terrible pena, de modo que haciendo acopio de valor pasó un brazo alrededor de los hombros de J.B., y aunque ninguna palabra logró abrirse paso, el solo gesto le indicaba al chico que en esta ocasión no tendría que soportar en soledad una pena que se negaba a aceptar.
Louis había perdido la ayuda de Albus, pero no había cejado en su empeño, aun así, fue consciente de que la estaban perdiendo y fue un hecho cuando el corazón de Daviana dejó de latir. J.B. emitió un grito desesperado que hizo que sus primos se giraran en forma inevitable, para su buena fortuna, Iván que había llegado junto con Geraldine se hizo cargo de lanzar un potente escudo protector sobre el grupo al tiempo que seguía deteniendo los ataques.
Y aunque no le resultó sencillo, porque J.B. se había aferrado al cuerpo de Daviana, finalmente lo consiguió y Louis colocó su mano directamente sobre el pecho de la chica transmitiendo a continuación una descarga eléctrica y rogando para que funcionase.
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Editado: 27.06.2023