La tonta idea de Nath

P.O.V Dominic

-Dominic, vamos amigo, no seas egoísta- implora Peter- regálame la camiseta, tu tienes muchas parecidas o iguales y yo no he logrado conseguir una de estas- la señala Peter en el aire en su intento de hacerse dueño de mi camiseta, por supuesto que no, cuando quedamos en reunirnos en mi casa para jugar video juegos y pasar el rato no pensaba que Peter, mi amigo recién llegado de España, terminaría registrando mi closet para ver si había algo que le gustaba y tomar algunas de mis cosas, no soy una persona egoísta y le había permitido quedarse con lo que quisiera, pero esa camiseta no.

-Tú también tienes muchas camisetas- lo miro desde el otro lado de mi habitación- además esa es mi favorita- miro la camiseta negra que se había convertido en mi favorita por una razón especial para mi… algo que es una tontería para mis amigos, pero para mí no.

-Anda, que con esas estamos Wayne- se cruza de brazos parándose delante de mí con mi camiseta en sus manos-pues que crees, no la regresaré al closet, ahora es mía, aunque no quieras, somos hermanos y los hermanos comparten…

-Dámela o atente a las consecuencias Peter - lo amenazo acercándome a el una vez más en un intento por recuperarla.

-Me atengo a las consecuencias- dice y empezamos a correr como dos pequeñajos por mi habitacion, yo tratando de recuperar mi camiseta y el tratando de que no se la quite hasta que tropezamos con uno de los muebles y caemos al suelo de cara, siento el dolor en la nariz pues me he dado contra el duro suelo de mármol.

- Joder- sostengo mi nariz que duele como el infierno -Ya devuélvemela idiota -me levanto lentamente pues estoy algo aturdido.

-Creo que me tragué una pelusa- Peter hace una mueca- levantándose y sacando la lengua

- No hay pelusas aquí. Limpian bien los suelos- frunzo el ceño mirando al suelo…o tal vez mi perro subió esta mañana y dejo todo lleno de pelos… espera un segundo- No me cambies de tema Peter- lo acuso por intentar distraerme.

-Okay Dominic, toma tu maldita camiseta- me la lanza a la cara y yo la tomo en el aire

-Tú de verdad querías morir hoy- sonrío ahora que he recuperado la camiseta.

-Como sea Dom, a mí ya me dio hambre y esos idiotas que no llegan-Peter se queja estirándose yo lo sigo pero siento una punzada en la espalada y hago una mueca de dolor.

-Creo que me he roto algo en la espalda- Dios, la espalda no, todo menos la espalda, la nariz está bien, pero la espalda no, no podré jugar básquet en mi vida si me fracturo la espalda, mi carrera está arruinada si no puedo jugar otra vez y todo por la culpa de una mesita... okay, tal vez estoy exagerando. 

-Ay Dominic, eres más delicado que una rosa - Peter se ríe de lo lindo dándome unas fuertes palmadadas en la espalda haciendo que me duela aun más.

-Cállate y deja de golpearme o no te doy de comer y te mueres de hambre idiota- me estiro lentamente hasta que siento que todos mis huesos vuelven a estar en su sitio y la punzada de dolor se va despacio.

-Okay okay, bájale dos graditos a tu intensidad y dame algo que comer porque estoy que muero de hambre Dom- Peter pone sus manos en su cintura y me mira con gesto de apuro, que ridículo se ve.

Salimos de mi cuarto, aún me duele la espalda, en eso Peter me quita la camiseta otra vez y se la lleva, creo que seguirá intentando que se la regale, cosa que no pasará, al llegar a la cocina abrimos el santo refrigerador lleno de delicias, Dios lo bendiga, amén.

- ¿Quieres una coca cola y un sándwich? -saco del refri jamón y lo muevo delante de Peter a lo que el asiente frenéticamente por lo que entiendo que si quiere, así que termino de sacar lo que falta:  queso, espinaca, lechuga, mayonesa y dos latas de coca cola, me falta pan, pan pan

-Sí, creo que puedo sobrevivir con eso hasta que lleguen los demás-responde justo cuando escuchamos el timbre de la casa, el ama de llaves abre la puerta y no tengo necesidad de girarme para ver quienes llegan pues por los ruidos de una manadita de bestias entrando y haciendo bullicio sé que son Nathaniel, Matheo y Jace, mis amigos.

-Hey chicos, ya están comiendo sin nosotros- reclama Matheo entrando en la cocina con una tres cajas de pizza en la mano.

-Calma Matheo, hay comida para todos- respondo tranquilamente mientras termino de preparar el primer sándwich.

-Eso espero Dom, tengo un hambre de los mil demonios- responde Jace, un amigo de Matheo que se ha mudado junto con Peter desde España, apenas lo conocí hace una semana y me cae muy bien, aunque es un poco callado.

-Oigan, yo no quiero ingresar al internado, con lo buenas que están las vacaciones- dice Peter ayudándome a poner jamón y queso a los otros sándwiches- nunca estudié en un internado antes y me lo imagino como una carcel o algo peor

-no lo es y las vacaciones no han sido tan buenas - suspira Nath algo triste, mi atención se centra en mi amigo y se muy bien a que se refiere…

-¿Por qué Nath?-Pregunta Jace, que aún no se ha enterado de nada pues es el nuevo del grupo.

-Porque soy un idiota y la perdí- responde enterrando la cara en sus manos y dejándose caer en uno de los bancos de la isla de la cocina, si si, exagerado y todo, el nenaza ha estado deprimido todas las vacaiones.

-¿qué perdiste amigo? ¿Una apuesta, un reloj, una camiseta? si es una camiseta ten por seguro que Dominic no te va a regalar ninguna de las que tiene, es un chico egoísta-Peter me mira fingiendo estar molesto… un gesto bastante infantil.

-No seas tonto Jace, él está hablando de Annette- les respondo a Peter y Jace que siguen sin entender, por que me miran con confusión… uno tiene que explicar todo con detalles aquí.

-¿Y quien es Annette?-Peter frunce el sueño, pobre, el cerebro no le da.

-Annette Miller, la ex novia de Nath, es una chica linda y tranquila, pero es amiga de la destructora de Johann, la misma que casi rompe la cara de Nath después de que Annette terminó con el -dice Matheo haciendo un gesto de espanto al decir Johann, lo entiendo, esa chica es de temer, no le tiene miedo a nadie, al contrario le tienen miedo a ella porque es cinta negra en karate y practica deportes de lucha así que puede patearle el trasero a cualquiera que se meta con ella.